Overcome. JR y tú

Capítulo 13

JR

Por fin, después de días de trabajo nos dieron el dia libre. Lo primero que pense fue: ______.
Asi que la llame.
— ¿Hola?
— Hola, _____, soy J— me quedé a media palabra de "JR", pero me interrumpi y en su lugar dije:— Jong. Hoy tendré el día libre, ¿Te puedo invitar un café?
—Mmm no lo sé. Tengo que ir a mi trabajo, salgo a las 7.
—¿A las 7? ¿Te parece si paso por ti?
—Sí, está bien.
— ¿Dónde queda?
—Te mandaré la dirección en un mensaje.
Y colgó.
Despues me llegó un mensaje con la dirección y con una carita sonriendo.
Sonreí yo también.
Fui con los demás para desayunar. Hoy iniciaría con mi trabajo de unirnos como banda.
—Buenos días— salude.
—Buenos días— respondieron extrañados por mi humor. Lo sé, últimamente había tenido un humor de los mil demonios.
—¿Qué tenemos para desayunar?— pregunté sentándome.
—Los hot cackes quemados de Aron— respondió Baek Ho.
—Si no los quieres no te los comas— replicó Aron—. Además, mínimo yo sí cocino y aportó algo.
— ¿Me estás diciendo que no hago nada?
—Ya. Tranquilos— dije—, ¿Por qué no hacemos el desayuno juntos?
—¿Qué?— preguntaron sorprendidos.
—Sí, vamos a hacerlo— me puse de pie y fui a la cocina. Otra cosa que reflexione anoche, fue que mi actitud no ayudaba mucho a la relación del grupo. ¿Qué lider es tan antipático? He fallado como amigo, pero no quiero fallar como líder.
Los demás llegaron detrás de mí y entre todos preparamos hot cackes. Hicimos un mugreral a causa de las bromas de harina y huevos, pero, por primera vez, reímos juntos.
—¡Ya están los hot cackes!— exclamó Baek Ho.
Todos reímos y llevamos nuestros platos a la mesa.
Durante las siguientes horas nos dedicamos a limpiar el departamento entre todos. Al principio se quejaron, pero obedecieron. Min Hyun me miraba sonriendo, creo que sospechaba la razón por la que estan haciendo esto. Vaya, hasta el sexto sentido de madre tenía.
Era el trabajo en equipo, porque eso era lo que éramos y teníamos que aprender a trabajar como uno.
Al final el departamento brillaba.
—Muy buen trabajo, chicos— los felicite.
Todos terminaron agotados.
Aron se había tirado al suelo, ahora limpio, mostrando lo dramático que era.
Baek Ho y Ren estaban tirados en el sofá. Min Hyun y yo éramos los únicos en pie. Los miramos riendo. Mire a Min Hyun sonriendo y él me devolvió la sonrisa, luego me abrazó por los hombros mientras reía.
—Veamos una película— propuso Ren.
—Transformers— pidió Min Hyun corriendo con ellos al sofá.
Sonreí. Todo había salido muy bien.

_______

El día de trabajo fue muy tranquilo. No hubo mucho que hacer. Para distraerme puse música de NU'EST y me di vueltas en la silla, eran de esas que rotaban, mientras cantaba.
—Ay pero si sigues siendo tan niña— observó Dongwoo cruzado de brazos en el marco de la puerta. Di un respingo y quite la musica y me senté bien. Él soltó una risa sonora—. Hay alguien esperándote abajo.
— ¿En serio? ¿Quién?— pregunté. Luego recordé la conversación con Jong—. Oh sí, ya recuerdo.
Me puse de pie y me colgué el bolso.
—Llegas temprano—me detuvo—. Si pasa algo sólo llámame, ¿okey?
—Sí.
—Cuidate mucho.
Asenti. Me despedí de él y me dirigí a recepción para firmar mi salida.
Después salí del edificio. Jong me esperaba recargado en un auto negro, él como el auto, iba vestido de negro. Nadie debía saber que era JR, de lo contrario se armaria un gran alboroto.
—Hola— saludé timida.
—Hola— me respondió con una sonrisa. Aún conservaba la misma sonrisa del Jong que yo conozco, eso fue reconfortante. Sentí la calidez del recuerdo.
Jong abrió la puerta para dejarme subir y la cerró cuando estuve dentro. Luego rodeo el auto para subirse del lado del conductor y comenzó a manejar.
—¿Entonces trabajas en este hospital?— me preguntó. Yo asenti— ¿De qué?
—Soy dermatologa.
—¿Dermatóloga? Lo que tú siempre quisiste, ¿no?— me miro de reojo y yo asenti.
No volvimos a hablar, sólo escuchábamos musica de la radio mientras él conducía y yo miraba por la ventana.
Por último el auto se detuvo. Estábamos en una cafetería.
—Sé que te gustará esta cafetería— me dijo. Hice ademán de abrir la puerta, pero me detuvo—. No Madame, yo abriré su puerta.
Él se bajó y yo me sonroje, hace tanto que no me llamaba "Madame".
Me abrió la puerta y la cerró cuando estuve fuera. Luego le puso alarma al auto y caminamos a la cafetería. Era como antes, los dos juntos.
Al entrar, Jong confirmó lo que había dicho sobre que me encantaria.
—Jong...— pronuncie observando el lugar—... Es tan parecido a...
—¿El restaurante de mis padres? Sí— respondió—. Estando aquí visite la mayor parte de cafeterías o restaurantes para encontrar uno que me recordará a casa y encontré este.
Jong me empujó suavemente con sus manos en mis hombros para guiarme a una mesa.
—¿Qué pedirás?— me preguntó.
—Supongo que sólo café— respondí.
— ¿Sólo café? ¿Que pasó con mi pequeña?— preguntó sorprendido— ¿No pedirás una malteada? ¿Una rebanada de pastel?
—Jong, ya no tengo 16 años. Además ¿Sabes cuánto daño hace en nuestra piel la harina?
Jong suspiro.
—Cambiaste— murmuró.
—Tú también— dije.
—Iré a pedir la orden— dijo levantándose de la mesa para ir con la chica de la barra.
Después de pedir la orden, regresó a la mesa con dos tazas de café. Puso una frente a mi y la otra era para él.
—¿Entonces me explicarás?— pregunté.
Jong soltó un profundo suspiro.
—Mira, un día camino a la escuela hice una audición para PLEDIS, yo era lo que ellos buscaban para debutar en un grupo de chicos. Entrene desde los 16 años, por eso no iba a trabajar, los dias que fui fue porque me daban un descanso o porque yo lo pedía para pasar tiempo contigo. Después, el dia del baile, perdoname ______, yo no queria, en serio— dijo arrepentido—, ese día me dijeron que tenía que venir a Seúl. Rogue porqué me dejarán sólo un día, asi podría explicarte y podría ir contigo al baile. Pero se negaron. La agenda ya estaba hecha y tuve que irme sin decir palabra alguna.
Ahora todo tenía sentido.
No sabía que decir, asi que me límite a asentir y mirar al suelo.
—Entiendo que me odies— pronunció resignado mirando a otro lado.
—Yo no te odio— negué inmediatamente—, nunca lo hice.
—_______— Jong pronunció mi nombre. Tal y como era antes, con suavidad y ternura. Lo mire atenta, esperando que me dijera algo, sin embargo me sonroje— yo... Olvidalo— se arrepintió.
Asenti.