Flashback: La fiesta.
La fiesta se ha descontrolado un poco. La música cada vez está más alta, y sé que los vecinos no tardarán mucho en llamar a la policía. Por no hablar de las enormes ganas que tengo de vomitar.
Bueno, tenía...
He vomitado dentro de un jarrón.
No sé cómo pero he acabado sentada en una esquina de la cocina con una botella de alcohol en la mano y llorando como una niña pequeña a la que le acaban de quitar su piruleta favorita.
Mierda... No debería haber bebido.
—¿Megan? —pregunta una voz masculina que se acerca a mí.
Levanto la cabeza y me encuentro frente a unos preciosos ojos marrones que me miran con preocupación.
—Darien... —susurro y me lanzo a sus brazos envolviéndolo en un abrazo.
No sé cuánto tiempo estamos así, supongo que unos minutos, pero a mí me parece una eternidad.
Ojalá hubiese durado más tiempo...
Pero lo bueno se acaba.
—¡Meg! —Beth aparece por la puerta de la cocina y rompemos el abrazo—. Joder, te estaba buscando... ¿Estás bien?
No puedo contestar, las palabras no salen por mi boca, solamente caen pequeñas lágrimas por mis mejillas, así que me limito a asentir con la cabeza.
—Tendrías que estar bailando y pasándolo bien —dice sentándose a mi lado en el frío y pegajoso suelo.
—Beth tiene razón, deberías divertirte en vez de estar aquí —habla Darien y me mira con una sonrisa tierna y yo lo imito.
¿Por qué siento algo en mi estómago?
No quiero volver a vomitar...
—¡Vamos, hay que disfrutar! —dice Beth emocionada y se levanta ofreciéndome la mano para que también me levante.
Después de eso no ha pasado gran cosa. Mucha gente borracha, Beth bailando con todos los chicos de la fiesta, Jayden y yo bailando twerk...
Espera un momento.
¿¡Jayden y yo bailando twerk!?
—¡Muy bien! —digo alargando las vocales de cada palabra y dándole una palmada en el culo a Jayden.
—¿Te gusta mi culo o qué? —pregunta Jayden gritando por encima de la música.
—¡Sí! En realidad no, no te flipes —digo riendo a carcajadas.
—¡Hazlo tú! —me reta Jayden—. Te doy veinte dólares si bailas sobre la mesa.
No me lo pienso dos veces...
—¡Acepto el reto!
Me subo en la mesa, con la ayuda de Jayden, ya que obviamente no puedo ni siquiera sostenerme casi en pie, y llamo la atención de todos, que me miran espectantes.
Entre la gente encuentro a Darien y me mira negando con la cabeza mientras sonríe de lado.
—¿Queréis un buen espectáculo?
La gente empieza a gritar como loca y yo no escucho un "no" por respuesta.
—¡Música!
«Work» de Rihanna retumba por los altavoces y empiezo a mover mis caderas al ritmo de la canción.
Jayden se une a mí y me muevo pegada a él. Desliza sus manos por mi cintura mientras yo rozo mi culo por su entrepierna y noto cómo su dureza presiona contra mí.
La canción acaba y la gente aplaude y grita efusivamente. Volteo hacia Jayden, que me mira fijamente con una sonrisa pícara y me pongo nerviosa al instante.
No sé si es por la emoción del momento o por lo borracha que estoy que termino besándolo delante de toda la fiesta.
Jayden me sujeta de la cintura y profundiza el beso, haciendo que me tambalee, por lo que de repente tropiezo y caigo al suelo arruinando el bonito momento.
Vaya suerte la mía...
Fin del flasback.
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Mi peor pesadilla
RomanceImagina que tus peores enemigos se convierten en tus hermanastros, que se mudan a tu casa, y tú no puedes hacer nada para impedirlo. Sería una auténtica pesadilla, ¿no crees? Pues eso es lo que le sucede a la protagonista de esta historia; los gemel...