Mi peor pesadilla

Capítulo 20: Nuestro primer beso

Creo que me va a dar una insolación. Llevamos unas cuantas horas en la playa y parezco un pollo asado, al menos como soy morena no me pongo roja como Beth, y el bronceado me queda bastante bien.

—¿Por qué no jugamos a algo? —propone Darien ya que nos aburrimos.

—¿Jugar a qué? —pregunto levantando una ceja con curiosidad.

—A hacer preguntas —sugiere Jayden.

—¿Por qué eres tan idiota? —pregunta Beth y Jayden la mira mal—. ¿No estamos jugando a las preguntas? —Jayden bufa y niega con la cabeza mientras todos reímos ante la ocurrencia de mi amiga.

—Empiezo yo... ¿Cómo fue vuestro primer beso? —pregunta Jayden con una sonrisa maliciosa.

—Horrible —Beth hace cara de asco al recordar su experiencia—. Me besó sin yo quererlo, y además le olía fatal el aliento. ¿Sabéis ese olor entre vomito, salsa picante y pescado podrido? Pues olía exactamente así. Fue asqueroso...

—Creo que me han entrado ganas de vomitar —gruñe Jayden fingiendo una arcada.

—El mío fue con cinco años —explico sonriendo—. Estaba jugando con un niño y nos dimos un beso. Aunque no recuerdo quién era... —digo echándome hacia atrás en la toalla apoyándome sobre mis manos.

—Mi primer beso fue con doce años, con la chica que me gustaba —Jayden imita mi mismo gesto y suspira—. Fue perfecto... Hasta que me pegó un guantazo.

Comenzamos a reír todos al escuchar la desastrosa experiencia de Jayden, hasta que Darien decide explicar la suya.

—El mío fue con cinco años —sonríe y me mira—. Igual que tú, Megan. Estábamos jugando y le di un beso a la niña más guapa que había visto nunca.

Sus ojos brillan al recordar aquello y en ningún momento aparta su mirada de la mía. Entonces me doy cuenta de lo parecidos que fueron nuestros primeros besos... Como si hubiesen sido el mismo.

Pero no puede ser, porque estoy segura de que me acordaría si aquel beso hubiese sido con Darien. Al fin y al cabo siempre hemos sido enemigos, no hubiese sido capaz de darle un beso, ¿o sí?

—Ahora una situación embarazosa. La mía fue... —murmura Beth pensativa—. Cuando le vi la cara a Jayden por primera vez.

—La mía cuando te vi a ti, bonita —dice Jayden frunciendo el ceño.

—La mía fue cuando mi hermanito me pegó un chicle en el pelo —habla Darien fulminando a su hermano con la mirada y no puedo evitar reír—. Además intentó cortarme el pelo y fue un desastre, me tocó raparme la cabeza entera.

—¡Yo lo pasé fatal! Era la obra de teatro de fin de curso y cuando salí al escenario me caí. ¡Qué vergüenza! —digo tapándome la cara con las manos.

—¡Sí, se cayó en medio del escenario, se me olvidó hasta mi frase! —exclama Beth riéndose a carcajadas.

—Está atardeciendo, creo que voy a por algo para cenar —dice Jayden levantándose mientras se espolsa la arena de las manos.

—Voy contigo, no vaya a ser que te pierdas con lo idiota que eres —dice Beth mientras se adentra en su vestido playero.

—¡Venga, guía a este idiota! —se burla Jayden y la levanta del suelo llevándola como un saco de patatas.

—¡Jayden, bájame! —grita Beth pataleando mientras él ríe y se van hasta el chiringuito que hay al final de la playa.

—¿Te apetece un baño? —pregunta Darien mirándome con una sonrisa traviesa en sus labios y me guiña un ojo.