Capítulo 16: Promesas rotas

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Nadie dice nada. Se ha creado un tenso silencio entre todos nosotros, en el que solo se escucha de fondo a los clientes del restaurante hablando entre ellos.

Darien está paralizado, parece no saber qué decirle a la camarera rubia que lo mira con una gran sonrisa, y la expresión de Jayden cambia al dirigir la mirada hacia la chica, su cara de preocupación al observar a su hermano se convierte en una de auténtico odio al mirarla a ella.

—Bueno, cariño... —habla la chica arqueando una ceja—. ¿Qué tal estás?

¿¡Cariño!? ¿Por qué no deja de llamarlo de esa estúpida forma? Juro que si vuelvo a escuchar esa palabra salir por su boca le lanzo una bandeja a la cara.

¡Ya la odio y ni siquiera la conozco!

Darien le lanza una mirada llena de completo odio como respuesta, o más bien frustración. No sé quién demonios es, pero a los gemelos no les agrada su presencia.

Dariencito... ¿Te ha comido la lengua el gato? Miau, miau... —sonríe haciéndole un gesto felino con las manos.

—Samantha, déjalo —ordena Jayden con seriedad tomando el menú—. Quiero una hamburguesa sin pepinillos ni cebolla crujiente. ¿Qué queréis vosotros?

No entiendo nada. La ha amenazado con la mirada, literalmente, y luego pide la comida como si nada hubiese ocurrido.

¡Y sí que ocurre algo!

Pedimos todos nuestros menús y nos sentamos en una mesa completamente en silencio. Beth me mira sin entender nada de lo que ha pasado anteriormente, y yo me encojo de hombros frente a ella.

—¿Quién es? —me atrevo a preguntar cortando este tenso silencio.

—Samantha, mi ex-novia —explica Darien a mi lado cerrando los puños con fuerza y coloco mi mano sobre su puño.

—Aquí tenéis la comida —informa la chica dejando las bandejas sobre la mesa y mira nuestras manos—. ¿Esta quién es?

—Es mi novia —dice Darien dándome un beso corto en los labios delante de todos haciendo que me quede petrificada.

Beth abre los ojos sorprendida y las dos nos miramos sin entender lo que acaba de pasar. Ahora mismo estoy atónita. Ha dicho que soy su novia, ¿cuándo ha pasado eso?

¿Qué me he perdido?

—Yo soy mucho mejor que ella —afirma Samantha mirándome orgullosa y coloca sus manos sobre su cintura.

—¿Mejor que ella? —contraataca Darien bastante enfadado y suelta una carcajada irónica—. Me has tenido engañado tanto tiempo, liándote con otros tíos mientras yo perdía la cabeza por ti... ¡Fui un estúpido por creer en alguien como tú!

Así que se trataba de eso, ella lo engañó con otros chicos. Ahora entiendo por qué Darien tiene esa fachada de chico duro todo el tiempo, todo es por culpa de una chica que le rompió el corazón.

Me siento tan mal por él...

En los labios rojos de Samantha se forma una gran sonrisa maliciosa y dice algo que consigue destruir a Darien por completo.

—Entre ellos tu querido hermanito...

Jayden se atraganta con la hamburguesa que está devorando y Darien lo apuñala con la mirada. Samantha se va moviendo la cadera de lado a lado mientras sonríe vengativa después de haber lanzando una gran bomba que lo destruirá todo.

—Jayden, ¿es eso verdad? —pregunta Darien incrédulo con los ojos vidriosos.

Se va a formar una batalla, lo presiento.

—Yo... yo no quería. Ella... digamos que... ¿Me obligó? —explica encogiéndose de hombros y tragando saliva.

—¿¡Esperas que me crea eso!? —exclama Darien levantándose de la silla y poniendo las dos manos sobre la mesa.

—Darien, tranquilizate —ordena Jayden levantándose también—. Es la verdad... Yo... Nunca te mentiría.

—¡Mi hermano se lió con mi novia, esa es la puta verdad! —grita Darien pasándose las manos por la cabeza—. ¡No sé cómo puedes decir que nunca me mentirías cuando ya lo has hecho! ¡No me lo puedo creer!

No entiendo cómo pudo salir con ella. ¿Qué demonios le vio? Está claro lo que le gustó de su físico, ya que la chica tiene unas curvas de escándalo y unos pechos enormes, pero no comprendo qué más le pudo gustar de ella.

Sé que no debería juzgarla sin conocerla pero desde el primer momento sabía que sus intenciones no eran buenas, y ahora sé que estaba en lo cierto. Una buena persona no le habría causado tanto dolor a la persona a la que quería.

También he de admitir que Jayden tiene parte de culpa, ¿cómo pudo hacerle eso a su propio hermano? La verdad no logro entenderlo. Aunque en cuestiones de amor se llegan a cometer muchos errores, como decía mi abuela: "el amor es ciego y nos vuelve tontos a todos".

Tal vez a Jayden también le gustaba y se dejó llevar sin pensar lo que hacía.

¿Pero qué más da? No entiendo por qué le dan tanta importancia a algo que pasó hace tanto tiempo. Además, ¿los hermanos no se lo deberían perdonar todo?

Darien le tira patatas fritas a su hermano y le recrimina todo lo sucedido mientras Jayden le grita que se detenga cubriéndose con una bandeja. Beth y yo seguimos comiendo nuestras deliciosas hamburguesas contemplando la cómica escena, al igual que todos los demás clientes del restaurante.

Tenemos hambre, no nos juzguéis.

—¡Paren ya! —ordena uno de los empleados—. Arreglen sus problemas fuera, están asustando a los clientes. Y no pueden decir esas groserías, hay menores presentes. ¡Venga, he dicho fuera!

Darien sale lo mas rápido que puede del restaurante dando un portazo a la enorme puerta de cristal que hay en la entrada del local. Me levanto de la silla con la intención de ir tras él pero veo que Samantha sale por la puerta y me detengo.

—Vámonos a casa —nos dice Jayden y ambas lo seguimos en silencio hacia la camioneta de su padre, que sigue aparcada en el parking del cine.

Pero en lo único que puedo pensar es en Darien, solo espero que esté bien.

NARRA DARIEN

¿Cómo pudo hacerlo? Mi propio hermano. Mi otra mitad... He confiado siempre en él y ahora descubro que me ha traicionado. ¿Por qué? ¿Por qué razón lo hizo? ¿Por qué razón me ocultó algo tan importante?

Escucho a Samantha gritar efusivamente mi nombre detrás de mí mientras sigo caminado lejos del restaurante.

—¿¡Qué narices quieres!? —le grito girándome bruscamente a lo que ella da un paso hacia atrás sorprendida.

—Mis padres no están en casa, así que he pensado que podríamos recordar los viejos tiempos —dice mordiéndose el labio inferior con sensualidad.

—¿De verdad esperas que vaya a ir a tu casa como si nada? —niego con la cabeza irónico—. Sabía cómo eras, sabía lo que decían sobre ti... Aún así decidí darte mi corazón creyendo que solo eran mentiras. Pero jugaste con él y lo hiciste pedazos.

Dariencito, eso es el pasado. Éramos adolescente inexpertos. No sabíamos lo que hacíamos... —dice acercándose a mí seductoramente.

—Exacto, no sabía qué hacía, pero ahora sí y por eso sé que no te quiero de nuevo en mi vida —digo dando un paso hacia atrás para alejarme de ella.

—¿Todo esto es por esa chica? —pregunta y mi mandíbula se tensa—. Así que te has vuelto a enamorar a pesar de que dijiste que nunca lo harías...

Tiene razón, prometí no volverme a enamorar jamás, no volverle a entregar mi corazón a nadie, y lo he estado cumpliendo hasta ahora, pero Megan consigue que rompa mis promesas.

Sabía que ella podría ser capaz de robar mi corazón de nuevo, me arriesgué a pesar de eso, y aunque sé que debería cumplir mis promesas, ya es demasiado tarde.

—¡Cállate y desaparece de mi vida!

Samantha es el pasado, ya no es parte de mi vida y nunca lo será, porque ahora mi presente tiene otro nombre.

Mi peor pesadillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora