Los gemelos están muy raros, demasiado diría yo. Darien actúa como un hermano mayor protector, y Jayden... Bueno, él parece nuestro hermano pequeño.
Aunque hay algo que no entiendo...
¿Desde cuándo se han convertido en mis hermanos? No sé qué demonios ha pasado este fin de semana para que actúen así. ¿Qué es lo que ha cambiado?
Muchas preguntas rondan en mi cabeza pero ninguna tiene explicación.
—¿Qué queréis comer? —pregunta Darien entrando en el salón.
Jayden está a mi lado jugando a la play e ignora a su hermano por completo. Lo que os decía, parece un hermano pequeño que solo piensa en jugar.
—Pide unas pizzas —contesto levantando la mirada de mi libro para poner mis ojos en Darien—. Una carbonara, una barbacoa y una margarita. ¡Con mucho queso!
Darien desaparece del salón y vuelvo a concentrarme de nuevo en el libro que estaba leyendo, hasta que minutos más tarde escucho mi móvil sonar.
Saco el teléfono del bolsillo trasero de mi pantalón y veo que el nombre de mi madre aparece en la pantalla.
Mi madre y Anthony deberían de haber vuelto ayer de su luna de miel, pero me llamó y dijo que habían cancelado su vuelo y que tendrían que volver hoy.
Eso me sonó a excusa... Aunque tal vez solo fuesen imaginaciones mías.
—Megan, ¿qué tal estáis? —pregunta mi madre nada más contestar.
—Seguimos vivos, así que bien —digo y me encojo de hombros, aunque ella no puede verme.
No le iba a decir que en realidad seguía avergonzada por lo que pasó la otra noche en la fiesta que ella no sabe, y que nunca sabrá, que organizaron los gemelos.
Nos castigaría de por vida si se enterase...
—Me alegro mucho, hija —dice y escucho cómo alguien le susurra algo—. Tal vez nos quedemos una semana más, ¿sabes?
Espero que sea una broma, porque si es verdad lo que dice entonces significaría que tendré que estar una semana sola con los gemelos. ¡No puede ser!
—Lo estamos pasando genial, además aquí se está tan bien... —continúa hablando y yo no sé qué decir—. Tengo que dejarte, nos vamos a la playa. ¡Hablamos otro día!
—¿¡Qué!? —grito cuando la llamada se corta y se me escapa el móvil de las manos cayendo al suelo.
Espero que no se haya roto...
—¿Qué pasa? —pregunta Jayden frunciendo el ceño y Darien aparece rápidamente en el salón.
—Pues... —empiezo a decir mientras recojo mi móvil del suelo—. Resulta que nuestros padres no vuelven de su luna de miel hasta dentro de una semana.
—Pues mejor —dice Darien alzando las cejas y encogiéndose de hombros.
—¿Mejor por qué? —pregunto haciendo una mueca.
—Porque sin padres no hay normas y sin normas podemos hacer lo que nosotros queramos —explica Jayden y noto cómo sus ojos brillan—. ¡Es fantástico!
No me gusta la idea de que los gemelos puedan hacer lo que quieran... La última vez que hicieron lo que quisieron acabé viviendo uno de los momentos más bochornosos de toda mi vida.
¡Espero que jamás organicen otra fiesta!
—Esta tarde podríamos ir al parque de atracciones —propone Darien—. Díselo a Beth si quieres.
—¿Pero a ti no te daban miedo las atracciones? —le pregunta Jayden y suelta una pequeña carcajada—. Recuerdo que hace unos años te measte encima cuando subimos a la noria.
No puedo evitar reír a carcajadas al escuchar eso. ¡Darien se meó encima!
—¡Mierda, Jayden! —gruñe—. A mí las atracciones no me dan miedo, lo que me da miedo es la altura —asegura fulminando a su hermano con la mirada—. Y no me he meado nunca encima...
¡Ya, claro! Y yo no he besado nunca a mi hermanastro...
✧ ✧ ✧
—¡Vamos a subir a esta! —dice Beth señalando una montaña rusa bastante alta.
Ya hemos recorrido prácticamente todo el parque de atracciones, y aunque llevamos horas aquí hemos pasado la mayoría del tiempo haciendo cola.
El parque está abarrotado, se nota que es verano y la gente tiene vacaciones.
Eso me recordaba a cuando mis padres seguían juntos y pasábamos el día de mi cumpleaños en el parque de atracciones como una familia.
Pero cuando mi padre decidió dejarnos e irse a vivir con su nueva familia a Londres todo cambió, creo que desde entonces no había vuelto a venir al parque.
Estar aquí me trae muchos buenos recuerdos, pero también me pone triste.
Ojalá poder retroceder en el tiempo...
—No, yo... Estoy mareada —excuso fingiendo estar enferma, poniéndome la mano en la frente.
Lo admito, me dan miedo las alturas.
Solo de pensar que si estoy en lo más alto podría caer... Me dan escalofríos. No quiero morir por caer de una atracción.
—Yo sí subo —dice Jayden—. ¡Seguro que es una auténtica pasada!
—Aquí se está muy bien —dice Darien con cara de horror—. Megan y yo nos quedamos esperando.
Jayden y Beth deciden subir a la montaña rusa, entonces la atracción comienza a subir y a subir... ¡Qué miedo!
Darien pasa su brazo por encima de mis hombros y yo me tapo la cara horrorizada para no ver la caída. Darien se acerca más a mí y besa mi mejilla.
¿A qué viene eso?
Es tan extraño estar así con él con lo que nos odiábamos de pequeños...
Quizás con él es con el que peor me llevo de los dos, o eso creía. Pero ahora siento que todo está cambiando. De repente es como si nada de lo que hemos vivido en nuestra infancia importara...
Aunque sé que solamente está haciendo su papel de hermano mayor ahora que estamos solos, pero cuando nuestros padres vuelvan volverá a ser el mismo idiota egocéntrico de antes.
—Tierra llamando a Megan... —habla Darien sacándome de mis pensamientos mientras me coloca un mechón de pelo detrás de la oreja.
—¿Qué ocurre? —pregunto poniéndome nerviosa ante su acción.
—Te estaba preguntando si quieres ir a la casa del terror —explica con una sonrisa en sus labios—. Esa atracción no sube alto.
—Claro, estaría bien.
Tal vez si hubiese sabido lo que pasaría más tarde no habría aceptado.

ESTÁS LEYENDO
Mi peor pesadilla
RomanceImagina que tus peores enemigos se convierten en tus hermanastros, que se mudan a tu casa, y tú no puedes hacer nada para impedirlo. Sería una auténtica pesadilla, ¿no crees? Pues eso es lo que le sucede a la protagonista de esta historia; los gemel...