Mientras comíamos Jayden había propuesto ir por la tarde al cine a ver una nueva película de acción y a todos nos parecía buena idea, incluida Beth, que siempre se apunta a todo.
Así que nos encontramos haciendo cola para sacar las entradas. Cuando llegamos al mostrador una chica joven nos pregunta qué película vamos a ver y Darien se encarga de coger las entradas.
La chica no disimula para nada su interés por él, lo observa con una sonrisa pícara y juega con un pequeño mechón de pelo enredándolo entre sus dedos.
Lo peor de todo es que a Darien parece gustarle ese horrible coqueteo.
Malditos celos...
Darien no me ha dirigido la palabra en todo el día y he de admitir que me siento algo mal por la forma en la que le hablé ayer. Pero me siento tan confusa que no sé cómo arreglar las cosas entre nosotros.
—¡Quiero palomitas! —exclama Beth emocionada dando pequeños saltitos.
Darien se despide de la chica, la cual le ha dado un papel con su número de teléfono escrito, y nos reparte las entradas, entonces nos dirigimos a pedir palomitas y refrescos antes de que empiece la película.
Mientras esperamos a que nos sirvan lo que hemos pedido veo que Darien me está mirando, apoyado sobre la barra, como si estuviese esperando alguna reacción por mi parte, e intento esquivar su mirada.
¿Acaso piensa que estoy molesta porque una chica le haya dado su número?
Ya claro, seguro que no lo estás.
Vale... sí, estoy un poco molesta, pero él no tiene por qué saberlo.
Cuando cogemos las palomitas y los refrescos nos dirigimos hacia la sala de cine, un portero nos pide que le enseñemos las entradas y nos adentramos en la enorme sala. Buscamos nuestros asientos y veo que Darien se coloca al final, justo al lado de su hermano, alejado de mí.
—Perdona, ¿te puedes callar? Es que no he venido para escucharte —le dice Beth al pesado de delante que no para de hablar cuando empieza la película.
—No —contesta borde el chico girándose hacia Beth con una sonrisa irónica.
—Bueno, vale... —Beth le sonríe con malicia y comienza a pegar patadas en el respaldo de su asiento.
No puedo evitar reír a carcajadas y varías personas nos piden que nos callemos.
—Para, por favor. Nos está mirando todo el mundo —le suplico sin dejar de reír.
—¡De acuerdo, me callo! —gruñe el chico y Beth para de golpear su asiento.
Nos centramos por fin en prestar atención a la película y al rato Jayden pasa su brazo por mis hombros, acercándome a él.
Lo miro de reojo y veo que Darien le está tirando palomitas a su hermano, y Jayden lo fulmina con la mirada. No puedo evitar sonreír al darme cuenta de que le molesta que estemos tan juntos.
¿Quién está celoso ahora, eh?
Dirijo la mirada de nuevo hacia la gran pantalla para seguir viendo la película y Jayden me coge de la mano, entonces al instante caen palomitas sobre mí y suelto su mano con rapidez para dirigirme hacia la persona que me las ha tirado.
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Mi peor pesadilla
RomanceImagina que tus peores enemigos se convierten en tus hermanastros, que se mudan a tu casa, y tú no puedes hacer nada para impedirlo. Sería una auténtica pesadilla, ¿no crees? Pues eso es lo que le sucede a la protagonista de esta historia; los gemel...