.Capítulo 32 (Parte 2).
Parecía ser una sorpresa, sólo que sin ser sorprendida, sino más bien, desconcertada de todo aquello.
La mesa estaba forrada con un mantel rojo y sobre el: un par de copas en cada extremo, acompañadas de velas y una rosa, deliberadamente cruzada entre la base de una de las copas.
(Tu nombre) soltó la puerta y dio dos pasos boquiabierta.
-¿Qué es esto? -Hablo en murmullos.
De repente, de la puerta que daba hacía el patio, apareció Bill. Casi por arte de magia. Ella lo miró sin expresión, aun desconcertada.
-¿De qué se trata todo esto, Bill?
-De nosotros.
Se acercó algo veloz al cajón de los cubiertos, y de allí sacó unas pequeñas bocinas, de cuales conecto su IPod y dio play.
Comenzó sonando una canción de fondo con piano y muy tranquila. Estilo vals.
Él volvió a donde (Tu nombre). Tomó delicadamente su mano y la elevó junto a la de él, acto seguido, rodeo su cintura con la otra. Sus cuerpos quedaron lo suficientemente juntos.
(Tu nombre) se había quedado sin habla. Tampoco correspondió a los actos de Bill.
Parpadeó un par de veces y lo miró a los ojos muy de cerca. Elevó su otra mano, aun dudosa y la colocó en su hombro.
Comenzó a tomarle más importancia a la música, le bastó con dos segundos para darse cuenta de que era justo la misma canción que habían bailado en su boda.
-Loving you. -Ese era el nombre de la canción y ella lo pronunció bajo y con la voz cortada. Bill asintió suavemente mientras colocaba su mejilla en el cien de ella.
Se movieron al son de esta, utilizando los mismos pasos que el día de su boda.
Ella recargó su cabeza en el hombro de él, cerraron los ojos y se dejaron llevar.
Tardaron unos segundos en volver a la realidad una vez que la canción se termino.
(Tu nombre) pensó que sería maravilloso quedarse así para siempre.
Se separaron por unos escasos centímetros. Era la hora de las palabras.
-Sería estupendo estar así contigo siempre. -Dijo Bill, como si le pudiese leer la mente. -Recuerdo el día de nuestra boda; todo era tan jodidamente perfecto. Eramos felices y teníamos sonrisas sinceras en nuestros rostros.
-¿Ya no lo somos? -Preguntó ella, en un hilo de esperanza.
-Supongo que esto ha dejado de ser un matrimonio. Es una relación enfermiza. Sólo hay discusiones y llantos. -Se quedaron mirando uno al otro en silencio por menos de 5 segundos. -¿No te gustaría que volviera al pasado, (Tu nombre)?
Negó con los labios formados en una dura línea.
-Las cosas que pasaron, son porque tenían que hacerlo. Todo tiene un significado.
-¿Qué significado tiene que me haya metido con Jesica?
-¿Por qué no me lo dices tú?
-Porque no lo tiene. Fue un error. No, no fue un error; fue una IDIOTEZ.
-Lo fue. -Afirmó (Tu nombre).
Bill la tomó de la barbilla y la hizo mirarlo.
-Ahora... Quiero hacerlo de nuevo, esta vez, todo irá bien. Lo prometo porque quiero iniciar de cero. Quiero que todo vuelva a ser como antes, cuando tú mostrabas lo feliz que te hacía esta pequeña familia. (Tu nombre), ¿Me darías esta oportunidad de demostrarte que hablo con sinceridad?
(Tu nombre) mordió su labio inferior y sus ojos se llenaron de lagrimas.
-Y ya... ¿Creíste que con este gran detalle, la canción, el baile y todo eso, iba a caer? ¿Que aceptaría volver contigo para ser una familia feliz, como antes? ¿Creíste que sería tan fácil? -Bill la miró decepcionado. -Estabas equivocado... -Murmuró.
Epílogo:
Pov - (Tu nombre).
Abrí mis ojos con mucha dificultad. Era como si no pudiese cargar con el mismo peso de mis parpados. El hombre a mi lado, en la otra orilla de la cama, me daba la espalda, aun enrollado en la cobija.
Viré hacía el balcón, totalmente cerrado; se veía que el sol apenas iba saliendo, calculé que sería alrededor de las 8.
Bostece y di un fuerte cerron de ojos antes de levantarme por completo.
Las fiestas navideñas eran como tener un cuarto hijo de 1 semana. Agotador.
Y justo antes de elevar mi cuerpo, se escuchó un lloriqueó del otro lado de la cama. En la cuna.
Maldije al recordar que tenía que alimentarlo ya, yacían cuatro horas de la última.
Una vez más, intenté levantarme, pero antes de mi, lo hizo el hombre a mi lado. El nuevo hombre del hogar se levantó desnudo de la cintura para arriba con la misión de cargar a la beba. Algo importante: mi segunda cría fue una hermosa niña.
La tomó de la cuna arrullandola y dándole palmaditas en la espalda. Yo lo observé con un ojo semi abierto y el otro cerrado.
Me causo gracia como es que él hacía su dulce intento de hacerla tranquilizar para que yo no despertara, sin saber que lo único que ella quería era alimentarse. Aun así, falló en su intento, ella seguía lloriqueando, así que, me llamó en murmullos.
A la primera, me levanté y salí de la cama.
-Tiene hambre, cariño. -Le dijé con comprensión mientras me regresaba a mi beba.
-Quería intentarlo por hoy... -Me respondió entre risas. -Por cierto, luces preciosa por la mañana.
Sonreí con burla. Me dio un beso en la frente. Por supuesto, yo tampoco me habría besado en la boca.
Después de unos minutos, la alimenté por fin.
Recordé todos los planes de aquel día. Eran la mañana del día de la Noche Buena. Una noche antes al verdadero día que celebra la navidad.
La navidad era una oportunidad de reunirse en familia, para mi. Para Will, sólo se trataba de regalos.
Esa noche, yo prepararía la cena, por lo cual, tenía muchas compras que hacer, y poco tiempo.
Haríamos una reunión un tanto "familiar" aunque, la verdadera familia que asistiría era muy poca.
Mi pequeña familia, Tiff junto con Tom (quienes por cierto y por fin, estaban esperando un bebé. Tiffany tenía dos meses de embarazo y un pequeño vientre), Alex e Iván junto a Annie (ellos continuaban su misma vida de hace meses) y... Habíamos decidido invitar a mi tío, Georg y su, ahora esposa oficial, Fátima. Ellos llegarían más tarde. También invitamos a Simone (ella había decidido entrar a un centro de rehabilitación en L.A, así mantenía comunicación con sus hijos. Tom y Bill iban a visitarla cada mes, puesto que era lo que le permitían en el centro. Y su vida, iba mejorando poco a poco), ella no podía asistir, pero nos dio su bendición. Ya no teníamos problema alguno, ahora que Bill y yo, estabamos en un perfecto y feliz acuerdo, todo estaba yendo bastante bien.
~*~
Fui a hacer compras de obsequios para todos, con la compañía de mi pequeño Will y mi pequeña beba.
Por supuesto, él sólo quería cerciorarse de que no eligiera su regalo equivocado.
Una vez que terminamos, nos dirigimos al puesto de adornos; envolví todos perfectamente bien.
William me ayudo con los regalos hacía el auto, ya que yo cargaba a Paython (mi beba) y dormía profundamente.
Conduje de regreso a la casa, donde se llevaría acabo la pequeña reunion.
Eran las 7 y media, quería decir que sólo quedaba 1 hora y media para que los invitados llegaran.
La cena ya estaba preparada, bebidas y botanas, todo ya estaba listo.
Todo, menos yo.
~*~
-De verdad que... Esta cena, está fabulosa. Te felicito, (Tu nombre). -Me halagó Alex del otro lado de la mesa.
-Muchas gracias, Alex. Me costó trabajo duro.
-Ya lo creo.
-¡No lo creas! Ella fue a hacer sus compras y me dejo a mi solo cuidando la cena y pidiendo cada dos segundos que le agregara un tanto de eso y un tanto de aquello. Así que, los halagos también son para mi.
-¡No es verdad! -Me defendí mientras todos a mi alrededor explotaban en carcajadas.
Comenzamos a charlar, comer, reír y repetir esos mismos pasos por casi 1 hora.
Hasta que llegó la hora del intercambio de regalos, después de la cena pasamos todos al centro del salón con su determinado obsequio en manos. Will y Annie no habían aguardado al intercambio, ellos ya estaban jugando con sus obsequios.
-Bueno, ¿Quien quiere empezar? -Dijo Tiff, emocionada.
Lucía realmente hermosa embarazada.
-¡Yo lo haré! -Se ofreció Fátima con una sonrisa. Todos la miramos ansiosos. -Bien. Comenzaré describiendo a la persona que me tocó; es un él. No lo conozco muy bien, en lo personal, pero es agradable y divertido. Tiene una mente bastante curiosa. Físicamente, es alto, con un peinado único, por así decirlo y... Es muy, muy guapo. ¡Ah! Y usa pantalones holgados.
-¡Tom! -Gritamos todos en coro, acto seguido, nos carcajeamos.
Tom se acercó a Fátima sonriendo, era su sonrisa de timidez, la conocía. Tomó el regalo de sus manos y le dio un dulce abrazo.
-Bueno. -Dio un suspiro con su sonrisa en el rostro. -Probablemente haya hecho un... Poquitín de trampa, pero... La persona que me tocó es ella: Es la mujer más hermosa aquí, y no sólo aquí, sino de todo el mundo... -En seguida supe que se trataba de Tiffany, todos lo hicimos. Por alguna razón no quise interrumpirlo, supongo que quería escuchar lo que estaba por decir. -... Es maravillosa, en todo lo que hace, es perfecta, por dentro y fuera. Y... La amo con el corazón.
Voltee a ver a Tiff, estaba por llorar. En lugar de gritar su nombre, aplaudimos y ella se acercó a recoger su regalo, no sin antes darle un largo beso. Tom regresó a su lugar.
-La persona que me tocó es él, no lo conozco mucho, pero sí lo suficiente como para decir que es agradable. Es alto, tiene algo de barba y pelo oscuro. Esta casado con una mujer hermosa y... Tiene una hija de lo más adorable.
-Iván... -Dijeron algunos. Él se acercó sonriente, le abrazo y tomó su obsequio.
-Creo que yo también he hecho un poquitín de trampa. -Reímos. -Me toco una mujer; una mujer simplemente maravillosa. Ella tiene unos ojos enormes y color chocolate, pelo largo y castaño. Es hermosa y junto con otra mujersita, estoy enamorada de ella. -Él sonrió mirando a Alex.
-Ya ya, no digan mi nombre. Sé que la afortunada soy yo. -Alex se acercó veloz y lo abrazo, después de un corto beso. -La persona que me tocó es él. Lo conozco muy, pero muy bien, es fantástico y aunque sí, ha tenido sus errores, todos aquí sabemos que vale mucho. Él es honesto y cariñoso. Es alto, muy alto, probablemente el más alto de aquí. -Sabía de quien se trataba. -Sé que saben a quien me refiero. -Clavo su mirada en "él". -Te equivocaste mucho, ¿Y qué? Eres humano y tienes derecho y a pesar de todo, estas feliz y bien. Me alegra mucho que hayas arreglado las cosas con (Tu nombre), Bill. Ella te merece, tanto como tú a ella ¿Por qué? Porque mientras se amen, lo demás es pura bazofia. Así que, este regalo es bastante divertido, pero te ayudará a valorar a tu hermosa esposa. -Voltee a ver a Bill, quien estaba a mi lado. Él me besó la frente sonriente.
Se acercó a recoger su obsequio...
Y bueno, el tiempo pasó. Bill me obsequio a mi, yo a mi tío y él a su esposa. Así que, las cosas terminaron muy bien.De pronto, nos vimos todos ahí, en la sala de mi casa. Sentados en los sofás, charlando y riendo divertidos.
Bill lucía adorable cargando a nuestra pequeña hija, Paython, de 3 meses. Todo estaba bien en mi, en mi familia, en mis amigos.Después de lo ocurrido con Drake, él me llamó para desearme una feliz navidad, lo cual fue mutuo. Me dijo que él estaba bien y estaba saliendo con alguien. Eso me puso feliz. Él realmente se merecía tener un final alegre también.
En fin, si me preguntaran si quisiera cambiar algo en mi vida, diría que no. Todo estaba perfecto en ella y así estaría por mucho más tiempo. ¿Por qué? Porque mientras nosotros así lo queramos, así iba a suceder.
Días después de la reunión, nos dimos cuenta de que el regalo de Alex a Bill, era una muñeca sexual inflable con una fotografía mía grabada en ella...
Fin:).
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EDITANDO | Sexo, Pudor y Lagrimas (Bill Kaulitz y Tú).
FanfictionFanfic de Tokio Hotel. Todo los derechos como única autora y escritora le pertenecen a: Valeria Sánchez Marmejo ♡VOTEN Y COMENTEN♡