CAPITULO VII ALUCINANDO SILENCIOS
V:¿Qué se siente desear y no tener?, tienes unos labios que deseas y no puedes tocarlos, no puedes meter tu lengua en mi boca, ni estrechar mi cuerpo ni poseerme..
C: no puedo pensar... estoy... victoria... si sigues con este juego no respondo a mis acciones.
V: Quieres tomarme.. Llevarme a tu cama, hacerme gritar de placer –(la agilidad de victoria hace que los pantalones de cesar caigan al piso, ella podía ver lo excitado que estaba)-
C: Amor te deseoo..., déjame tocarte.
V: yo también te deseo... pero quizá se me antoje dejar esto hasta aquí... no lo se...
C: ESO NO, ni lo sueñes..(ya había aguantado demasiado adiós esa maldita apuesta esta noche seria suya, la lanzo con tal fuerza en la cama, que victoria queda completamente atónita.
V: Cesar ¿Cómo te atreves? Perdiste y tienes que aceptar mis reglas en este juego–(grita)-
C: ¿te gusta jugar?... pues juguemos...
V: yo me voy de aquí, en definitiva no sabes perder-(ella intenta salir corriendo pero él la detiene gracias a esa chalina en ese momento era su mejor aliada, lanzándola nuevamente a la cama aun con mas fuerza)-
C: Ahora ¿tiene miedo? SraRuffo, le advertí que no jugara con fuego porque se quemaría.
V:y ahora a que juegas, a ser Federico Rivero, cesar no puedes amarrarme suéltame –(ella conocía a cesar, pero nunca lo había visto así, pero que era lo que pasaba porque él la excitaba de esa manera)-
C:pues ya lo hice, y agradece que he sido bueno contigo, deje una mano libre para que te defiendas mi fiera.
-(le quita la ropa de una manera salvaje Victoria respiraba agitada de los nervios y a la vez excitación era una sensación inconfundible)-
V: suéltame cesar ¿Qué pretendes? Nunca habías hecho esto conmigo.
-(cesar no tenía nada que decir, no iba a iniciar de una manera dulce ella jugó con fuego, la penetro tan repentinamente, que victoria sintió incomodidad, pero luego al verlo tan hombre y varonil esa incomodidad paso repentinamente)-
C: ¿te lastime mi pantera?, se que puedes con esto y más.
V: Eres un maldito salvaje, pero no puedo dejar de adorarte.
C:-( cesar hacia movimientos expertos, sacaba su miembro y lo introducía fuertemente, todo era para torturar a su hermosa fiera, haciendo que victoria reaccionara ante cada fuerte embestidacon un grito, esos gritos de su fiera eran tan excitantes y música para sus oídos, era demasiado placer para ella, pero él se detiene por un momento dejando a victoria agitada y desesperada)-
V:¿qué pasa?, continua
C: ya ves, que yo también puedo tortúrate...-(con solo una mano libre, victoria intentaba zafar su otra mano, pero era imposible, había amarrado tan fuerte esa chalina eso la desesperaba cada vez más, si quería torturarla lo estaba consiguiendo, ella quería abrazarlo completamente y no podía)-
V: Suelta mi mano amor mio, por favor...-(ya no parecía pantera si no una linda gatita)-
C: No...-(el baja muy lentamente lamiendo sus senos perfectos, uno por uno, besa su abdomen, hasta llegar a esa parte húmeda tan deseada la besaba, e indagaba hasta lo más profundo con su lengua, con su mano libre ella se aferraba a cesar, estaba tan sonrojada del placer, tan caliente, su cuerpo hervía, mientras el introducía sus dedos, el sonreía al verla de esa manera.
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ALUCINANDO SILENCIOS
RomanceVictoria Ruffo es casada con el político Omar Fayad, una familia establecida y para todos "Feliz", pero a ella la atormentaba un secreto. En realidad amaba a Cesar Évora, el era su amor imposible, existía algo especial entre ellos, muy especial, alu...