Te amo, mierda. Te amo

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Sus labios se sentía suaves y fríos, (como los míos seguramente) comencé a besarla con más intensidad, a lo cual ella no se opuso; solté sus muñecas y lentamente y comencé a bajar mis manos por sus brazos, por sus hombros y así hasta llegar a su cintura. Comencé a besarla con más y más fuerza; Elsa no hacía más que corresponder el beso con la misma intensidad. Llevo sus manos a mi cuello y comenzó a pasar sus dedos por mi cabello.

Baje mis manos hasta sus mulos, y comencé a acariciar sus piernas, lentamente comencé a subirlas; su piel era suave, ella comenzó a respirar agitadamente, mientras me besaba con más intensidad. Yo no me negué y le seguí el fantástico beso. Sentí una presión en mi entre pierna.

Oh, mierda.

Pegue su cuerpo más contra el mío y continúe besándola. —Espera —jadeo Elsa mientras traba de tomar aire. Me aparto de su boca y tomo un gran bocado de aire. Yo continúe besándola pero esta vez en el cuello. Ella comenzó a gemir y arquear su cuerpo contra el mío. –...Ja-Jack...- gimió Elsa. Sentí la presión en mi pantalón, y me aleje de ella bruscamente.

—Perdón, no quise —comencé a decir. Elsa desvió su vista a mi entrepierna y sonrío divertida; yo lo note y me cubrí con mi cuerpo. —No te rías —le ordene

Elsa me ignoro y soltó una risilla traviesa —Parece que estas contento —comentó mientras se acercaba a mí. Beso mi mejilla y recargo su cabeza en mi hombro— ¿Por qué querías besarme? —me pregunto.

—No lo sé, solo quería hacerlo. —confesé

— ¿Por diversión? —preguntó con normalidad.

—No, no fue por diversión, solo que... no lo sé: tenía que hacerlo. No te he podida sacar de mi cabeza desde que llegaste.

Ella encarno las cejas — ¿Cómo? — me preguntó

—Desde que llegaste pusiste mi mundo de cabeza. Ya no pienso en otra cosa que no sea en ti. Ya no como, por estarte contemplando cuando llevas cada bocado de comida a tu boca, cuando duermo... anhelo soñar contigo. Soñar con que te beso, y que somos felices. ¿Es loco no?

—No es loco, solo es...extraño. —dijo desanimada.

Yo la mire y la abrase por la cintura. Ella me miro extrañada, me puse de rodillas y rose su nariz con la mía, sonreí ampliamente al ver la confusión en sus ojos. Tome una de sus piernas y la pase del otro lado; quedando justamente entre las piernas de Elsa. La tome la de cintura y la senté en mi regazo. — Y lo más extraño es que... ¿Recuerdas a la chica que amenazaste? — le pregunte. Ella asintió.

— ¿Rapunzel? —preguntó.

—Sí, ella—dije—Antes estaba enamorado de ella; pero ahora creo que ya no lo estoy, creo que me he enamorado de otra chica; y ella está haciendo que actué de una forma extraña. —le susurre en el oído.

— ¿Y porque me dices eso?

— ¿Es que acaso eres tonta? —le pregunte algo divertido. — "Te amo, mierda. Te amo" dije para después besarla apasionadamente en los labios.

Elsa trato de decir algo pero no podía al estar besándome. Lentamente me puse de pie con ella en brazos; la senté en el barandal del balcón y continúe besándola. Pasaba mis manos por sus piernas y ella gemía levemente. Lentamente comencé a bajar a subirla, haciendo que rosara mi entrepierna. Sentí de nuevo la presión. —No puedo, te deseo —susurré en su nuca.

Entonces te ayudare con eso—dijo mientras bajaba del barandal y me tomaba la mano para guiarme dentro del polo.

MI GUARDIANA  [Jelsa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora