MI GUARDIANA [Jelsa]

Escapo de mi secuestro

Antes que nada quiero pedirles una disculpa. No he podido actualizar parada nada porque he conseguido un trabajo y eso me quita bastante tiempo, aparte de tener que cumplir con mis deberes en la escuela. 

Tratare de darme un tiempo para terminar esta historia que comencé con mucho cariño, y que ya esta por llegar a su final. Tengo todo hecho pero me faltan hacer unos retoques que tratare de hacer más velozmente. 

Bien les dejo con la actualización.  

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Abrí los ojos lentamente y cuando logre enfocar la vista vi a Elsa arrodillada en medio del círculo con la cabeza baja y los puños apretados a cada lado de su cuerpo.

Quería acercarme a ella y abrazarla, decirle que ya todo había terminado y que si me lo permitía la protegería: que la protegería de Hans ahora que estaba de vuelta. Me acerque a ella con toda la lentitud y delicadeza que pude ya que estaba seguro de que por lo que acaba de volver a ver podría encontrarse incomoda o quizás asustada.

—No me toques por favor —contestó la chica apartando bruscamente mi mano de su hombro. Se levantó velozmente y miró al anciano —Te dije que no quería hacerlo.

—No había otra opción —respondió el.

—Pues ya no me pidas más ayuda. Este es el último favor que are para ti. ¿Oíste?

***

Ya estaba dispuesto a decirle sobre mis sueños a Elsa (qué más da si ya he invadido su privacidad junto con los otros). La había estado buscando por la sala, el comedor, las afueras pero no estaba en ninguno de esos lugares así que mi última esperanza era el techo, y afortunadamente estaba ahí.

— ¿Elsa? —le llamé

Ella estaba sentada en la orilla, mirando las montañas, completamente inmóvil.

—Elsa —volví a llamarle.

—Vete.

—Yo... yo quiero hablar contigo.

—Vete.

—Pero es algo importante. Yo...

—Que te vayas —soltó molesta pero luego suspiró —Por favor, vete.

He venido aquí para hablar con ella y no me iré sin hacerlo. Aunque ella no me esté escuchando tengo que decirlo ahora antes de que pierda la determinación que tengo ahora.

— ¡He soñado memorias tuyas! —solté sin más.

—Lo sé.

—Sé que suena loco pero... ¿Qué? Tú... ¿lo sabias?

Ella asintió.

—Cuando fuiste a mi habitación la primeras vez luego de haber tenido aquel sueño extraño lo supe. "Corona de la rosa" así se llamaba el pueblo donde nací.

— ¿Por qué no me dijiste nada de esto antes?

—Por lo que ya sabes ahora me parece algo estúpido que me preguntes por qué no quería hablar de mi pasado, Jack.

—Lo siento.

—Deja de hacer eso.

— ¿Hacer qué?

—El disculparte por todo...

—Lo...—suspiré pesado y me senté a su lado — ¿Por qué no me dijiste que ya sabias de que soñaba con tus memorias?