MI GUARDIANA [Jelsa]

Eres un maldito estúpido Hiccup Haddock

Aquel sueño aun me daba vueltas por la cabeza y una sola pregunta se repetía incesantemente en mi cerebro: ¿Quién era esa niña? No tengo recuerdos de haberla visto antes pero siento que me resulta familiar. No logro recordar de donde, aunque quizás simplemente sea una impresión mía.

Suspire pesadamente y estire los brazos hacia arriba y eche la cabeza hacia atrás junto con mis hombros. Me levante perezosamente de mi cama con una meta bien clara en la cabeza: encontrar lo que eran estos sueños.

Quizás podría preguntarle a Sadman algo sobre esto... ¡No! Mejor no meto a ningún guardián en este asunto por ahora. Me froté el rostro y camine hacia la puerta con mi cayado en mano. Creo que ya es hora de iniciar mi investigación de sueños raros y violetos que no tiene ningún sentido aparente.

***

Llevaba desde las tres de la mañana leyendo un sinfín de libros en la biblioteca que los ojos ya habían empezado a dolerme por forzarlos a permanecer abiertos aunque me estuviera muriendo de sueño.

Me levante de la silla y me frote los ojos y solté un gran bostezo. Corrí las cortinas para dejar que la luz del amanecer entrara y volví a tirarme a uno de los sofás de la biblioteca y continúe leyendo el libro que había dejado en el respaldo. Hasta ahora no había encontrado nada que pudiera explicar los sueños que he tenido. Lo máximo que logre encontrar y que se parecía a lo que yo estaba buscando era algo llamado "sueños por empatía"

No era mucha la información que había al respecto, pero con esa poca logre coincidir en varios puntos:

Primero: los "sueños" se sienten más vividos.

Segundo: se muestran situaciones más realistas.

Tercero: no puedes interactuar con nada.

Había tratado de encontrar más respecto a ese tipo de sueños pero no había encontrado absolutamente nada (salvo del libro de donde había sacado todo aquello). Suspire y deje el libro sobre mi rostro mientras me masajeaba las cienes y trataba de pensar en donde más podría encontrar información sobre esto.

— ¿Jack? —me llamo una voz ronca.

¿Quién puede estar despierto a estas horas? Oh. Claro. Ya me doy una idea de quien podría estar levantado a las seis de la mañana.

— ¿Qué es lo que quieres Hiccup? —pegunté aun con el libro sobre mi rostro.

—Nada. Solo que vi la puerta abierta y se me hizo extraño ya que todos están durmiendo.

—No todos; tu estas despierto ¿no?

Rio un poco —Bueno, todos salvo yo están durmiendo.

—Igual yo estoy despierto —gruñí mientras me quitaba el libro del rostro y me sentaba en el sofá.

Hiccup suspiro fastidiado y giró los ojos —Vale. Todos salvo nosotros están durmiendo. Que odioso eres. ¿Siempre eres así cuando madrugas?

—Como sea o no recién levantado no es de tu incumbencia —aseguré fríamente a la vez que volvía mi vista a las hojas del libro.

—Uy lo siento, señor Frost —se disculpó

Lo miré de reojo y continúe leyendo el párrafo que había marcado con mi pulgar. ¿Cuándo más tiempo piensa estar en la misma habitación que yo? No soporto verlo y si no se marcha lo más pronto posible va a correr sangre.