MI GUARDIANA [Jelsa]

Amor

—Entonces te ayudare con eso—dijo Elsa mientras bajaba del barandal y me tomaba la mano para guiarme dentro del polo.

— ¿A dónde me llevas? —le pregunte con picardía. Ella sonrió y negó con la cabeza. —No es para lo que piensas Jack, te dije que te ayudaría... pero no de la forma en la que quieres. — ella se acercó a mí y beso mi mejilla. —Apenas te conozco, y no fallaría con un desconocido. —me aclaro con la voz dulce y suave.

— ¿Entonces a donde me llevas? —le pregunte.

—Vamos al techo a ver las estrellas. Eso siempre me hace sentir... bien, tranquila; y tal vez así, olvides que quieres liar conmigo.

Le dedique una sonrisa divertida y algo frustrada. Ella sonrió y siguió jalándome de la mano. — No creo que logres sacarme esa idea de la cabeza—le aclare —Si terminamos follando en el techo, no me are responsable de nada—dije en tono de broma.

Ella giro los ojos y me dio un golpe en el estómago; se acercó a mi cara y beso mis labios suavemente—No pasara—aseguró Elsa

***

La noche estaba despejada, no había ninguna nube a la vista; las estrellas brillaban como jamás las había visto hacerlo. Elsa se sentó en la cornisa y comenzó a mecer sus pies. Palmeo las tejas que estaba a un lado de ella; tome asiento y me deje caer en el techo. — ¿No es hermoso...?—preguntó Elsa con la mirada clavada en las estrellas.

Me gire para verla y sonreí —Lo es, y mucho. —dije sin apartar la vista de ella, Elsa sonrió y continuo viendo las constelaciones. Parece ser que no noto que las estrellas no eran las que se adueñaban de mi atención, si no ella: mirándolas. Sus labios se curveaban hacia arriba cuando mencionaba una estrella.

—Y esa de ahí, es Pegaso —dijo señalando una estrellas a nuestra derecha—Son impresionantes.

—Si—comenté —Y más si tiene una linda sonrisa como la tuya.

Elsa se giró para verme. Tenía un rubor rojo en las mejillas. —Eres un idiota —me dijo con una sonrisa forzada.

—Pero soy "Tu" idiota —le aclaré.

La tome de la cintura y la atraje a mi pecho, bese su frente y la abrase con más fuerza — Te amo, Elsa. Estoy jodidamente enamorado de ti...—le dije mientras alzaba su rostro para poder ver sus ojos azules.

Ella me sonrió —Te amo —repetí otra vez.

La presioné fuerte contra mi pecho esperando a que ella dijera que también me ama, pero no pasó. Me sentí tan mal y me aparte de ella. — ¿No me amas?— le pregunté con tristeza.

Me sentía tan enojado; me sentía como un estúpido, le había declarado mi amor y ella no me decía si era correspondido o no. Si era un "no" al menos tenía la esperanza de cortejarla, y si era un sí, bueno... era más que obvio que estaríamos juntos. Pero nunca contemple el que no me respondiera. Elsa se acercó a mí y toco mi mejilla. Bajo sus dedos por mi pómulo hasta llegar a mí barbilla

—Jack, claro que siento algo por ti. Y creo que después de ese beso es más que claro... te amo. Pero no creo que esto, que estamos haciendo sea lo correcto. Creo que lo mejor será deshacer nuestros sentimientos. No quiero hacerte daño.

— ¿Cómo lo harías?

—No me conoces, y si lo hicieras no querrías estar cerca de mí.

—Entonces dime, quiero saber todo de ti —le suplique a Elsa

—Si lo hago no querrás volver a verme, y no me gustaría que me odiaras, lo mejor es que... seamos solo amigos —me extendió su mano. Yo no la acepte, eso era más que obvio. —Entonces, solo seremos conocidos —dijo con tristeza

La tome de la muñeca y la atraje para besarla. Tome su barbilla y continúe con el beso. Elsa no se resistió y me correspondió el beso con las mismas ganas.

—Te amo —jadié contra sus labios. —Di que me amas —le suplique. En verdad quería oírlo de sus labios.

Necesitaba oírlo.

Deje sus labios y comencé a depositar pequeños besos en su mejilla. Baje por su barbilla hasta llegar a su hombro izquierdo. Elsa gemía débilmente y arqueaba la espalda. Llevo sus manos a rededor de mi cuello y paso sus dedos por mi cabello; ella lo apretó ligeramente. Yo gemí de placer.

—Yo...—empezó a decir Elsa—también, Te...amo —dijo débilmente.