MI GUARDIANA [Jelsa]

Nada me alejaría de ti

Mérida nos dio la espalda y desapareció por la puerta de la sala hecha una furia por lo que acababa de pasar.

—No debieron de hacer eso —les dije a los chicos —. No quiero que ellas los odien solo por estar de mi lado.

—Jaquee —comenzó Hiccup —. Nadie se quiere ahí; lo acabo de comprobar con esto.

—Pero no debieron de hacer eso —sostuve —. Ustedes no tienen nada que ver en esto y no quiero que por mi culpa los odien como me odian a mí.

—Tu eres nuestro amigo —intervino Eugine —. Siempre te vamos a apoyar. No importa lo estúpido y loco que suenen tus ideas, vamos a estar ahí para brindarte todo el apoyo que podamos. No sé si así es la amistad, pero tendrás que conformarte con eso.

Asentí y sonríe ampliamente. En verdad no puedo creer que aun existan esta clase de amigos: que están dispuestos a poner tu amistad sobre todas las cosas. Solo quedan unos pocos y agradezco infinitamente que dos sean mis amigos.

—Gracias. —murmuré. Eugine asintió como para darme ánimos y ambos nos giramos para ver a Hiccup. Él se encontraba sentado en el sofá con la vista clavada en el suelo, con tu típica expresión de pensador griego.

— ¿Estas bien? —le pregunté.

—No —respondió —. Estoy muy decepcionado de todos. Es increíble que esta clase de cosas saquen a la luz la verdadera cara de las personas. Jamás hubiera pensado que Mérida fuera capaz de decir esas cosas. Claro que sé que tiene una gran boca pero, yo esperaba que... Olvídenlo, creo que fue bueno todo esto. Gracias, Jack.

— ¿Por qué? —pregunté.

—Porque gracias a esto puedo ver de que están hechas las personas que yo consideraba mis amigos. La lealtad es lo más importante para mí y gracias a todo lo que paso sé a quién darle mi confianza.

—Pareces feliz de todo esto —comentó Eugine.

—Lo estoy —dijo Hiccup y luego paro —. Mierda, eso sonó mejor en mi cabeza.

Todos reímos.

—Me refiero que al menos esto tuvo un lado bueno. Ahgg. No me refiero que a que encontraras a tu amor verdadero no sea bueno si no que...Ustedes me entienden, ¡no se hagan idiotas! saben lo que quiero decir y están dejando que quede como estúpido.

Eugine y yo reinos. Hiccup frunció el ceño y nos lanzó uno de los cojines del sofá.

***

Estaba en mi habitación tirado en la cama con la vista clavada en el techo pensando en lo que me había dicho Mérida. Tal vez ella este en lo cierto y estoy cometiendo un grave error

<< ¿Enserio estás pensando eso?>> me preguntó una vocecita en lo más profundo de mi cabeza.

—Si —dije para la nada.

<<Nadie puede decirte que es lo bueno y que es lo malo. Es una moneda de doble cara. Si una persona muere es algo malo para su familia, pero puede ser algo bueno para alguien que tal vez necesite algo de esa persona>>

— ¿Entonces estoy haciendo lo correcto?

<<No entendiste nada de lo que te dije. No existe el bien ni el mal, lo correcto y lo no correcto. Solo existen decisiones, las personas son las que ponen esas etiquetas. Toma la decisión que te haga sentir bien y esa será la correcta, al menos para ti lo será...>>