MI GUARDIANA [Jelsa]

Me tienen arto

Camine a paso lento hasta la puerta del techo (así les daría tiempo a mis amigos para bajar y esconderse). Me giré para ver a Elsa y articule las palabras "Te amo" dirigidas obviamente a ella. Mi novia sonrió y giro los ojos divertida "Yo igual" me dijo de las misma forma que yo. Cruce la puerta y baje del techo.

***

Curiosamente cinco minutos después de bajar Rapunzel, Mérida, Kristoff y Eugine me acorralaron en la sala de estar — ¿y cómo esta Elsa? —preguntó Mérida.

—Dice que le duele la cabeza —contesté cortésmente y trate de volver a caminar pero Rapunzel se puso en frente mío impidiéndolo.

— ¿se llevan bien? —me cuestionó la rubia.

—Okay ¿Qué es lo que pasa? —les pregunté esperando que clase de mentira me dirían ahora. En verdad como detesto que me mientan. Es lo que más aborrezco de cualquier persona. — ¿Qué quieren saber? ¿Si somos amigos? ¿Sí la amo? ¿Si somos novios? Porque la respuesta es que sí —dije algo irritado y los mire. —Somos novios, nos amamos y vamos a casarnos.

—No tienes por qué estar a la defensiva —informo Kristoff. Lo único bueno de ellos es que con el tono de voz adecuado la verdad les puede sonar como sarcasmo.

— ¿entonces porque el interrogatorio? Tengo derecho a un abogado y no planeo decir otra cosa si él no está presente. —bromeé.

Eugine me golpeó la cabeza amistosamente —Solo es curiosidad Jaky. No es muy normal que tú —me señalo —vaya detrás de una chica que dice que no tolera.

—No fui detrás de ella —puntualicé —. Solo quería saber que le pasaba; además de aprovechar y preguntarle que íbamos a hacer con los entrenamientos, para no tener que ir después.

— ¿Y qué te dijo?- preguntó Rapunzel

Puse los ojos en blanco —Que hay que dividirlos, no me dijo más: le duele la cabeza y decidí irme para que se recuperara.

— ¿Solo eso? —insistió la rubia.

***

Después de un largo y arduo interrogatorio al fin me dejaron ir. Bueno, en realidad salte por la ventana para escapar de ellos. En fin, ahora me dirigía hacia la habitación de Elsa (seguramente con las chicas detrás de mí). Toque la puerta y solté un suspiro, al cabo de un rato Elsa abrió y me pidió que pasara.

— ¿Qué es lo que...? —no la deje terminar ya que la hice callar con un beso. Elsa chillo por la sorpresa pero de inmediato me correspondió el beso. Trato de acariciar mi rostro pero le sujete las muñecas y la estrelle con fuerza contra la puerta. La bese con más intensidad y mordí su labio inferior con mis dientes, luego la empuje con brusquedad y le di la espalda a la puerta. Curiosamente segundos después Rapunzel, Mérida y Anna entraron.

— ¿se les perdió algo? —inquirió Elsa.

— ¿Qué estás haciendo aquí Jack? —preguntó Anna con el ceño fruncido.

Las mire y negué con la cabeza —Mi trabajo. Tengo que ayudarla y vine para ver si podíamos hacer el trabajo ahora.

—Me imagino que un muy divertido trabajo —dijo Mérida.

Mire a Elsa y me di cuenta de que una de las tiras de su vestido se había bajado (a causa del beso seguramente). Las chicas miraron a mi novia y ella que se había percatado del accidente, subió sus brazos a su cabeza y se acomodó la tira discretamente

— ¡¿Y porque en su cuarto?! —quiso saber Rapunzel.

—Dijo que se sentía mal, y supuse que para un dolor de cabeza no es bueno estar en un lugar con mucho ruido. —contesté.

— ¡No nos mientas! —Gritó Rapunzel— ¡Seguramente ella está de ofrecida contigo Frost! No me extraña que por eso estés aquí.

—No es lo que tú estás... —comenzó Elsa.

— ¡Cállate tú zorra! —bramó la rubia. — ¡Seguramente tu inventaste eso del dolor de cabeza para ofrecértele a Jack, como la puta que eres!

Tome la mano de Rapunzel y la jale fuera de la habitación de Elsa (Lo mismo hice con Anna y Mérida)

— ¡¿Qué coño les pasa?! —pregunté más que molesto.

— ¡Quiero que nos expliques que hacia ahí adentro! —exigió la rubia, como si en verdad le debiera una explicación.

— ¡Nada! —Grite —Íbamos a... ¡¿Por qué te estoy dando explicaciones?! ¡Tú y yo no somos nada, así que déjame en paz!

Me di la vuelta y camine hacia mi habitación hecho una furia. Sentí que alguien me tomaba de la mano pero yo la aparte con brusquedad. Tome el pomo de la puerta y entre en mi habitación dando un fuerte portazo. Coloque el seguro y luego le solté una patada al escritorio (lo cual no les recomiendo hacer si están descalzos, porque en verdad vi pasar mi vida frente a mis ojos)

<< ¡¿Qué demonios les pasa?!>> Me pregunté.

Ahora resulta que esta celosa, que loco ¿no? Ahora que ya no la quiero, que estoy enamorado de alguien más, enamorado de verdad: resulta que ella siente algo por mí.

Pateé una vez más el escritorio y grite de frustración (y de dolor también). La cabeza me daba vueltas y me sentía extraño, avergonzado, molesto, decepcionado y confundido. No estaba seguro de lo que había pasado, de lo que Rapunzel podría sentir por mí.

Solo estaba seguro de una cosa: nada cambiaria mis sentimientos por Elsa

¡Nada!