MI GUARDIANA [Jelsa]

Una semana para el ataque

"¿Es él?" preguntó una voz masculina, suave e hipnotizaste.

"Lo dudo mucho. No parecía importarle en lo más mínimo" susurró la voz de Pitch.

"Cualquier persona que lastimemos le importara. Conozco muy bien concubina y sé que no dejaría que alguien resulte lastimado por su culpa"

"Pero para que haga lo que quieras tiene que ser alguien muy importante para ella; alguien por quien estaría dispuesta a sacrificarse..." informó Pitch.

"Tendremos que encontrarla entonces..." la voz dudo un momento "Pero el chico no me da buena espina. Hay algo más; lo siento en su pecho. Pero bueno, es un buen plan B" la última voz rio débilmente.

Me desperté con un sobresalto y sujeta mi cabeza para tratar de tranquilizar mi respiración agitada... esa voz... esa voz era de la Pitch. Pero eso no es posible; Norte puso un conjuro alrededor de todo el cuartel general para evitar que nada oscuro entrara aquí. Quizás solo fue una pesadilla o un sueño muy extraño. ¿Pero de que estaban hablando? Decían algo de encontrar a una persona... ¿para qué?

Ahgg.

Ya no lo recuerdo.

Algo húmedo me mojo el cuello y parte del hombro y cuando me di cuenta mi camiseta ya estaba manchada con sangre que me bajaba de la mejilla como si fueran lágrimas.

—Mierda, mierda —murmuré mientras corría al baño y sacaba unas gazas del botiquín y comenzaba a limpiarme la herida.

***

—No está nada mal para alguien que no sabe nada sobre medicina — me alabo Norte soltando mi rostro.

—Gracias.

Él sonrió y comenzó a quitarse los guantes.

—Ahora ve a la sala de reuniones; tengo que hablar con todos ustedes de algo muy importante.

Asentí y salí de la oficina de Santa y me puse en marcha hacia donde me había dicho. ¿Qué voy a decirles a los demás cuando me pregunten sobre la herida de mi rostro? ¿Qué me caí de las escaleras y me corte con un tornillo suelto de los barandales? Sea lo que sea, es mejor que admitir que ellas tenían razón.

— ¿Cómo está tu cara? —me preguntó conejo tocando mi hombro.

—Me duele pero tengo mis dos ojos así que no me puedo quejar —conteste tratando de sonar alegre, como siempre, pero por la expresión de Conejo deduzco que no conseguí que mi voz fuera natural.

—Si te ayuda voy a mentir por ti. Conozco a esas mujeres y no dejaran de molestarte si les das un solo indicio de que tenían razón.

—Estas siendo muy amable... ¿Por qué?

Conejo sonrío de forma gentil y me alboroto el cabello mirando hacia otro lado.

—Okay veamos tu historia No le has dicho a nadie la verdad ¿o sí?-

—Solo a Norte, pero no me has...

— ¡Lo tengo! Okay...Atacaron al señor Chauncey y tú en un muy valiente y heroico acto trataste de protegerlo pero un sujeto te golpeo en la cara con una navaja ¿Qué te parece?

Sonreí un poco y asentí.

—Me parece bastante creíble.

Ambos entramos en la sala y todos me miraron. Las chicas chillaron de preocupación al ver mi cara con un vendaje, mientras Hiccup y Eugine trataban de ver si era chiste o no.

—Hombre ¿Qué te paso? —preguntó Kristoff

—Bueno yo...

—El idiota trato de ayudar en algo y terminaron golpeándole con un cuchillo —se adelantó Conejo dándome unas suaves palmadas en la espalda para luego marcharse a su lugar correspondiente.

— ¿En serio? —cuestiono Hiccup.

—Si... Me golpearon con un cuchillo en la cara —bueno, al menos era parte de la verdad así que no sabrá que miento.

Luego de un rato Norte llego a la sala y soltó un suspiro pesado que solo puede significar que son malas noticias.

—El día de ayer como todos sabrán mande a Jack y a Conejo a que hicieran un informe sobre lo que está ocurriendo en esa zona, y no es nada bueno. Ya no podemos esperar más. Iremos a atacarlos en una semana. Es el tiempo suficiente como para que entrenen y se preparen... y para pedir ayuda las demás aldeas. Esto es mucho más grave que lo que enfrentamos hace años.