No soy la típica chica (U.D.S.#1)

"¿T-tú eres...?"

SOUNDTRACK: Black Magic ~ Little Mix

Capítulo 43: "¿T-tú eres...?"

Camino sin rumbo a un lugar, no sé a donde me dirijo o hasta que momento voy a estar andando pero necesito un momento para mi. Thiago me había preguntado donde iba pero no le he dicho nada, simplemente que tengo que estar sola. Debo pensar un momento.

Dentro de unas pocas horas, cinco para ser exacta, estaré delante de más de cien personas desfilando. Eso es lo de menos, lo que que me hará estar nerviosa es saber que detrás de bastidores estarán Camille y Jack. Hoy van a saber la verdad y no sé como se lo van a tomar. Lo único que espero es que no se enfaden, no lo soportaría.

Les contaré todo, mi mudanza a California, mi entrada al instituto, por que me fui, inclusive que mi hermano es Thiago. Después de esto nuestra amistad se puede fortalecer o irse al traste. La pareja puede ser muy comprensiva pero esto es un problema de otro nivel, es mi identidad y con eso no se debería jugar.

Y, con respecto a Dylan, se lo contaré el día después de su cumpleaños. No quiero que se deprima o se enfade conmigo y pase un mal cumpleaños por mi culpa. Quiero que mañana sea un día especial. Es la primera vez que vamos a celebrar su cumpleaños juntos y no quiero que nada ni nadie lo destruya.

Sin embargo, y volviendo a estar en el presente, mi cuerpo ha querido ir a un lugar que conozco bien. No sé si yo soy la rara o algo, pero siempre que quiero pensar voy a casa de mi novio. Aunque si lo pienso bien, soy yo la que quiero estar con él. Necesito que me envuelva entre sus brazos mientras me dice algo para que deje de pensar y me bese la cabeza.

Aunque esta mañana nos hayamos visto, siento que no estoy el tiempo que debería con él. A parte, ahora mismo necesito que me dé fuerzas. Necesito salir de esta casa relajada o algo que se parezca porque si me quedo un segundo más pensando conmigo misma me voy a echar atrás. Si me sigo imaginando posibles y futuras situaciones voy a llamar a Cam y Jack y voy a suspender la cita que hemos acordado para vernos. Y no quiero ocultar más tiempo la verdad a nadie.

Camino los últimos pasos hasta llegar a la puerta con lentitud. Respiro hondo y me intento tranquilizar, sin embargo, el nerviosismo supera a mi calma. Y, aunque me atrevo a llamar, sé que no voy a poder conservar la compostura mucho tiempo.

La puerta se abre y, no sé si soy yo, pero siento que se abre más lento de lo normal, como si fuera un suspense. Y ahí está él. Tiene un semblante adormecido, seguramente hace poco ha estado durmiendo. Sus ojos se sorprenden de verme pero enseguida cambia su expresión a una alegre. Me dedica una sonrisa que yo le respondo gustosa.

— Hey, amor — dice aún con la sonrisa. Su cara cambia de forma drástica a una preocupada —. ¿Teníamos una cita? —pregunta alarmado.

Suelto una pequeña risa ante su intranquilidad. Esto es lo que quería, que con solo verlo me olvidara de los problemas que tengo en mi angustiada cabeza.

— No, tonto. Solo quería verte — le respondo con una sonrisa.

Observo divertida como se relaja visiblemente. Suelta un suspiro y me invita a pasar. Le dedico una sonrisa que él me responde.

— ¿Estabas durmiendo? — interrogo culpable.

— Algo así — dice haciendo una mueca.

— ¿Una pesadilla?

— Sí — declara soltando un suspiro —. ¿Quieres comer algo?

— No, gracias — miro a mi alrededor buscando a la pequeña Nora. Me sorprendo al no verla ni oírla corretear por la casa —. ¿Dónde está Nora?