Epílogo

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Soundtrack ~  Love Is Easy ~ McFly

Dylan

3 meses después...

— Volveremos en una semana, Camille — repite de nuevo Sky.

Una sonrisa se extendía por toda su cara al escuchar las contestaciones de Camille. Su cabeza se gira hacia mí con una pequeña risa escapando de sus labios mientras me mira. Niego con la cabeza volviendo mi vista a la carretera.

Hace unas horas habíamos llegado a Londres y ya la está reclamando. Tengo ganas de decirle a Camille que ella es mía, no de ella. No puede estar llamándola cada dos por tres, porque sino vamos a tener una larga conversación ella y yo.

— No seas exagerada, Cam. Solo serán unos días — aleja su móvil del oído.

Es en ese momento cuando me doy cuenta de que está gritando como una maldita loca. Si hubiera sido yo el que estaba al teléfono le habría colgado.

— Luego hablamos, Cam. Dale besos a Jack — suelta un suspiro.

Retira su móvil de la oreja y lo deja en su regazo. Me observa rodando los ojos. Una risa sale de mis labios al verla.

— ¿Es para tanto? — pregunta divertida.

— Es Camille— respondo —. Deberías conocerla. Sabes como se pone con estos temas.

Una carcajada irónica sale de sus labios. Vuelve su vista al cristal delantero con una sonrisa y negando con su cabeza.

— ¿Cuánto falta para llegar? — escucho la voz de mi pequeña hermana.

Observo por el espejo retrovisor. Ella mira por la ventana distraída, dispersa en sus pensamientos. Nada ha vuelto a ser lo mismo desde aquella noche y se puede demostrar con solo verla. Solo con fijarme en ella una oleada de tristeza me inunda.

Aquel día en el juicio se topó con nuestro padre cuando ella iba a entrar. No me di cuenta de que lo había visto, fue cuando salimos que Thiago me lo dijo. Al parecer, mi padre le dijo algo que Thiago no pudo detener.

Nora no me lo ha querido decir, y eso me duele horriblemente. Nunca nos hemos escondido secretos y no quiero que empecemos ahora. Sin embargo, ahora voy a estar toda la vida para ella y no la voy a dejar.

He conseguido su custodia con algunas consecuencias. Una asistente social vendría cada mes para ver las condiciones en las que vivíamos mi hermana y yo. Por mí no había problema con ella, podían venir todas las veces que quieran si con ello podía tener a mi hermana conmigo.

Aunque me negué demasiadas veces, terminé aceptando el dinero de mi novia. Había intentado convencerla de que no era necesario. Sin embargo, ambos eramos igual de cabezotas y sabía que ella no se iba a rendir.

— Todavía quedan unos minutos, cariño — responde Sky al ver que no contesto. Su mirada se dirige a mí de nuevo —. El siguiente cruce a la derecha. Después de eso es todo recto, te diré donde está cuando lleguemos.

Asiento con un intento de sonrisa, se acaba convirtiendo en una mueca.

— ¿Preparado? — pregunta divertida.

Cambio de marcha. Le dirijo una mala mirada cuando puedo conducir por la carretera sin peligro.

— ¿Te diviertes con esto, verdad?

— No sabes cuánto.

Suelto un gruñido ahogado.

— Fue idea tuya hacer este viaje — canturrea.

No soy la típica chica (U.D.S.#1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora