No soy la típica chica (U.D.S.#1)

"Inspira y exhala, Skylar"

Soundtrack ~ Be somebody ~Thousand Food Krutch

Capítulo 54: "Inspira y exhala, Skylar."

Me dirijo a mi última clase con pesadez. Hoy ha sido otro día como los anteriores. Ni siquiera consigo describir como me siento porque no hay palabras para hacerlo. Son millones de horribles sensaciones que no desearía a nadie.

Entro a los vestidores y me coloco bien el tirante de mi mochila. Como si esa simple acción pudiera ayudarme a poder pasar desapercibida entre todo este gentío. Paso el umbral de la puerta y, al instante, casi cincuenta pares de ojos están puestos en mí y en mis movimientos.

Bajo mi cabeza no queriendo obtener más atención y obligo a mis pies a andar. Cada paso que doy parece que sea tóxico pues todas las personas dan un paso atrás cuando estoy cerca de ellas. Quiero decirles a todas que no me traten así, que se comporten como si no me conocieran. Prefiero mil veces vivir ignorada que ser el centro de atención, más si es de este tipo.

Dejo mi mochila en una banqueta de madera, la que está más cercana a la puerta. Ya no me tengo que esconder en los baños para cambiarme de ropa así que sin importarme lo que piense la gente que está ahí, me empiezo a cambiar de ropa. Me desprendo de mi ropa diaria y me pongo la deportiva. Esta asignatura siempre ha sido de las que más me han gustado, no solo por el simple hecho de hacer ejercicio físico, si no porque practicar deportes siempre me ha ayudado a despejarme. Aunque también debo decir que me agrada más hacerlo a solas que en grupo.

Dejo la ropa que me he quitado encima del banco y salgo tranquilamente obteniendo de nuevo esas irritantes miradas. Si solo pudiera ser invisible todo sería más fácil.

Camille hoy no ha venido, tenía que despedirse de sus padres y sus hermanos. No me he atrevido a ir pues, aunque sé que mi amiga va a necesitar apoyo, sé que va a preferir quedarse con su novio en lugar de conmigo. Además de que si voy el aeropuerto se asestaría de personas, periodistas y reporteros y la agobiaría más. Es mucho mejor apartarme de ella por hoy aunque sea difícil hacerlo.

Me posiciono en el centro de la cancha y empiezo a estirar. Cada vez que tocamos un pie dentro de la pista, el profesor nos obliga a estirar y a movernos. Es mejor hacerle caso a sufrir una expulsión por no obedecerle. Palabras suyas, no mías.

Empiezo corriendo alrededor de la pista, deleitándome con el aire que pasa a mi alrededor. Mis latidos empiezan a aumentar y mi respiración comienza a hacerse más irregular. Intento controlarla realizando los consejos que nos dio el maestro para regular nuestra respiración; inspiro por la nariz y expulso el aire por la boca. Los latidos poco a poco van calmándose, más lentas y pausadas. Sin embargo, mis piernas empiezan a dormirse.

No estoy segura de cuánto tiempo llevo corriendo hasta que los sonidos de la multitud me despiertan de mi paz. Oigo distraída las risas de algunos chicos de clase, paso de ellos y sigo corriendo sin prestarles atención. Siento como se ponen a correr al igual que yo. No puedo diferenciar cuantas personas son pero, por lo menos, cuento unos ocho o nueve, lo noto cuando pasan por mi lado adelantándome.

Mis ojos se abren por la sorpresa al diferenciar un cuerpo en particular. Nunca podré olvidar esa silueta y sin duda haberla visto provoca que mis pasos se pausen lentamente. Los latidos de mi corazón vuelven a acelerarse y tengo que recordarme continuamente de las indicaciones del entrenador.

Inspira y exhala, Skylar. Pienso en mi interior.

El resto de la clase entra a la cancha a la hora justa. Riéndose y charlando entre ellos.

Alcanzo a ver como Stacy observa con sorpresa a Dylan y segundos después su cara seria cambia a una pícara. Sus ojos se posan en mí mirándome divertida como si quisiera darme a entender que está disfrutando el momento. Estoy segura de que le agrada verme sufrir.