Kriptonita Roja; Supercorp.

6.

—Kara Danvers ¡¿Cómo es que tendrás una cita Lena Luthor?! 

Si Alex tuviera los poderes de una banshee sus gritos quizás se hubieran escuchado hasta en la luna. 

—Bueno... En realidad será con Supergirl, pero en todo cas...

—Una cita con Lena Luthor, Kara, ¿cuándo planeabas decirme?

—Woah, espera ahí, yo no dije que sería una cita —su postura y su expresión cambiaron a una total confusión, como si no pudiera comprender—. Sólo me invitó a cenar. Es una simple comida, no exageres.

—Sé que eres de otro planeta Kara pero eso no hace que seas tan poco perceptiva cuando alguien te invita a una cita. Seguro que ni has notado cuando te coquetea.

—¿Qué... ? No, espera, Lena Luthor no me coquetea. Eso es... Absurdo y... poco razonable y... —la miré extrañada y me levanté del sofá en el que estaba. 

—Tal vez no sea muy admiradora de los Luthor pero quizás podría aceptarla como algo más tuyo, si se presenta la ocasión... Tal vez, como tu novia, ¿no? —se rió burlándose y le hice una mueca en gesto de molestia—. Ya, lo siento, sólo estoy bromeando. 

Me sonrió y puse los ojos en blanco, sentándome a su lado nuevamente.

—No sé por qué Lena Luthor quiere una cena conmigo. Hasta la idea es... extraña. 

—Si quieres puedo tener un equipo completo en vigilancia cerca por si trama algo. 

—¡Alex! No... No, eso sería tonto y sé que puedo confiar en ella, aunque no pueda explicar porqué.

—Wow... Pero solo por si acaso no te tomes todo tan ligero y te lances a confiar en todo el que te sonríe, es un consejo —levantó las cejas en modo de advertencia y yo asentí, bajando la mirada. 

No era como si quisiera confiar plenamente en Lena pero es que no tenía motivos para hacer lo contrario. Ella se esforzaba tanto en no ser la sombra de su familia, de su hermano... que no podría alejarme y esperar a que haga algo malo solo porque su apellido tenía una historia maligna. Algo en ella parecía puro, su modo de sonreír tan confiadamente y su manera de parecer tan fuerte. Era intimidante hasta cierto punto, más aún cuando hablaba y enseñaba sus propios puntos de vista.

—Kara —la voz de mi hermana me saco de mi ensimismamiento y la miré—. De modo que tendrás una cena con una importante ejecutiva que ni siquiera te ha dicho sus motivos... ¿Qué planeas usar?

Mi cerebro se vació al instante y es que ese punto no lo había tenido en cuenta. Siendo Supergirl lo único que necesitaba era mi traje pero... La cuestión es que me vería como una idiota teniendo una cena con un traje puesto. Pero, ¿qué usaría? No podría aparecer con un vestido, no podía verme corriente, era parte de lo que hacía mi disfraz. No podía arriesgarme a que Lena tuviera una mínima sospecha de saber quién era. 

—Oh, oh —soltó Alex al ver mi cara de preocupación—. Okay, ven. Veamos que podemos ponerte para que te veas más Supergirl y no tan Kara.

Los siguientes veinte minutos se resumieron en probarme distintos atuendos que para nada aparentaban lo que yo era pero en los que no me sentía cómoda en absoluto. 

—¿Se supone que tú usas... esto? —resoplé con disgusto dejando la última prenda del conjunto que me había terminado de probar. Algo extraño con tachas en todos lados y partes de cuero roto, parecía uno de esos atuendos que había visto en algún lugar de lencería erótica, descarté la idea tan pronto como vino. 

—En mi defensa ya no utilizo esas cosas, tan solo las guardo por si... Se presenta la necesidad de... Hacer caridad o... Ya sabes. —el nerviosismo en su mirada me hizo creer que el destino de esas cosas no era precisamente la caridad.