24.

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No había ido a trabajar hace ya un par de días. Me había reportado enferma y es que CatCo era el último lugar en el que quería estar, no quería que existiera la posibilidad de que mi hermana fuera a buscarme ahí y tener que verla así que me estaba tomando un tiempo. Como tampoco podía ir a mi departamento solo me quedaba en la Fortaleza de la Soledad y volvía de vez en cuando a la ciudad para ver si podía ser de ayuda o para ver a Lena. Nuestros encuentros eran algo cortos ahora ya que ella no quería arriesgarse demasiado pero yo disfrutaba de cada minuto. De todos modos hoy tendríamos otra salida juntas, esta vez yo siendo Kara, un cosquilleo me inundó el estómago y reprimí una sonrisa. Todavía no me sentía completamente bien con lo sucedido con Alex, sentía que me faltaba y la extrañaba pero no podía volver a ella, dudaba de siquiera volver alguna vez. Me levanté del gran trozo de hielo en el que me sentaba y miré a mi alrededor. Todo estaba congelado y desolado, me pregunté si alguna vez yo también lo estaría. Me impulsé hacia arriba y minutos después estaba volando lejos de la Fortaleza. Pero ahora varios recuerdos se amontonaban en mi mente, recuerdos de la pelea con mi hermana y no pude evitar sentirme un poco molesta. Ella podía ser feliz y hacer lo que quisiera, ¿pero yo no? Volé más rápido aún pero solo me enojaba más, atravesaba el océano cuando un sonido agudo irrumpió en mi cabeza. Reconocía bien ese sonido.

—Por favor, no ahora. 

Mi mente estaba confusa y a la vez adolorida, como si ese sonido estuviera derritiéndome el cerebro. Cerré los ojos con fuerza como si así pudiera eliminarlo pero no sirvió de nada, mi cuerpo se sentía más pesado y era una sensación como si me estuviera comenzando a quemar por dentro. De repente todo pareció detenerse y yo me desplomé en el agua, debido a la altura en la que estaba y el poco esfuerzo en parar caí en las profundidades. El sonido ya no estaba y de hecho me sentía mejor que antes pero tenía problemas para orientarme. Tenía los ojos cerrados y mi cuerpo pese a sentirse revitalizado estaba apagado, flotaba rodeada de toda la oscuridad del agua cuando abrí los ojos y me sentí volver en sí. Pese a que no me ahogaba debía salir por lo que tomé un pequeño impulso y volé hacia arriba, saliendo a la superficie casi al instante. 

Permanecí quieta en el mismo lugar, sobre el agua, sintiendo el fuerte sol llenar mis energías aún más. Se sentía tan bien y me sentía tan fuerte que pensé que con un mínimo esfuerzo podía partir al medio una ciudad entera. Mi último pensamiento me recordó adónde me estaba dirigiendo y sonreí vilmente. Me giré a la derecha y volé más rápido que nunca. No había pasado mucho cuando divisé los altos edificios y llegué a National City, estaba sobre la bahía y parecía que ocurrían problemas en el puerto y me acerqué. Un barco estaba atascado por lo que al verme parecieron emocionados. 

—¡Supergirl! Qué bueno que estás aquí, mira necesitamos que muevas el barco. El cargamento tiene que estar cuánto antes en su destino. —yo miré con curiosidad el barco y luego al hombre que me había hablado pero no me moví. 

—¿Por qué crees que tengo ganas de moverlo? —ahora se notaba confuso y yo me reí. —Busca ayuda en otro lado. 

Me fui del lugar sin necesidad de mirar hacia tras sabiendo que todos debían de estar desconcertados. Una o dos horas más tarde me encontraba en el borde del techo de la torre L-Corp comiendo una manzana.

Mis pies se balanceaban y cada tanto miraba a los transeúntes cuando la puerta detrás de mí que da a las escaleras se abrió. Giré solo la cabeza y vi a Lena. Estaba vestida formalmente, con uno de sus típicos vestidos que encajaban a la perfección en su cuerpo y el pelo en una coleta. Sus ojos, sin embargo estaban atentos.

—¿Supergirl? —me levanté de dónde estaba para caminar hasta ella y al llegar la tomé por la cintura. —Estás apretando fuerte hoy. 

—Lo siento, fue la emoción. —deshice un poco la presión de mis brazos a su alrededor pero no la solté, en sus ojos pude ver un atisbo de duda. —¿Cómo sabías que estaba aquí?

Kriptonita Roja; Supercorp.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora