27.

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Alex tenía aún la cabeza apoyada en mi hombro. Se había dormido una hora después de que le trajera chocolate caliente para que beba y ahora escuchaba unos pequeños ronquidos salir de vez en cuando. Había comenzado a llover minutos antes y fue cuando recordé a Lena y la noche que habíamos pasado. Me sentía ahora un poco culpable. La manera en la que habíamos pasado los últimos minutos en completo silencio, su preocupación y la falta de explicación de mi parte al irme tan de repente... No me arrepentía, claro, de venir con mi hermana pero Lena se merecía, después de todo lo buena que era conmigo, unas sinceras disculpas. Pero no solo pensaba en eso ahora. Todo el día que había estado con ella, como Supergirl y como Kara, lo apreciaba enormemente. Si bien siendo Supergirl tenía la posibilidad de tocarla y besarla a mi antojo cuando era Kara me divertía de igual manera. Lena era especial, era alguien tan diferente a lo que crees que alguien con tanto poder sería. Un trueno sonó a mis espaldas y me pregunté que estaría haciendo ella ahora. ¿Estaría molesta por como me había ido? Era una posibilidad. Alex se removió un poco pero siguió durmiendo. Ahora mi atención se centró en ella, tenía curiosidad sobre cuál sería la razón del porqué estaba así. La conocía y tal vez había estado mal por nuestra pelea pero no hasta el punto de ponerse así, algo la había hecho sentirse pésimo y lo primero que se me vino a la cabeza fue el rostro de Maggie. Suspiré y acaricié su cabello como le gustaba que hicieran cuando se sentía mal. 

Eran cerca de las siete de la mañana y yo miraba la televisión, no dormía porque era innecesario, si salía a la luz del sol tan solo unos minutos mis energías estarían inmediatamente recargadas. Alex se había acostado en el sofá entre sueños y le había buscado una manta para que no pase frío. Decidí levantarme para hacerle café ya que suponía se levantaría pronto. Encendí la cafetera y efectivamente minutos después supuse que el aroma a café la había despertado ya que estaba moviéndose. Le dejé la taza sobre la mesa frente a ella y pronto se sentó, frotando sus ojos estiró la mano para agarrar el café y me miró. 

—Buen día, dormilona.

—Hola, Kara. —bostezó y bebió un sorbo. Miró el reloj pero no hizo más que suspirar y dejar caer los hombros con aire cansino. 

—¿No irás a trabajar hoy? 

—Me reportaré enferma. 

Saqué una caja de cereal de la alacena y me la llevé para sentarme junto a mí hermana. Mis ojos quedaron fijados en ella mientras comía directamente de la caja y sintiendo la presión de mi mirada me miró.

—Deberíamos hablar.

—Si lo deseas. —tomó de su café y le pasé la caja de cereal, agarró unos cuantos en su mano y mantuvo su vista en ellos. 

—He peleado con Maggie. Fue... Una gran, gran pelea. 

—Me lo imaginaba, cuéntame qué pasó.

—Pues yo tenía realmente mucho trabajo, el DEO tuvo un problema con la seguridad y las unidades estaban todas ocupadas y parecía que las bajas eran cada vez más. —me sentí un poco culpable por no haber estado ahí pero Alex siguió.—Maggie apareció ahí y yo me sentía tan abrumada que me desquité con ella y comenzamos a decirnos muchas cosas y... Nada de lo que dije fue cierto pero ahora no responde mis llamadas y no he podido ubicarla. 

—A veces se necesita tiempo, ¿sabes? —dije en un tono calmado.—Ustedes se adoran y ella muere por ti así que no deberías preocuparte tanto, en cualquier momento aparecerá en la puerta y harán como si nada. 

—Fue nuestra primera pelea. 

—Sería raro que no las tengan. —le sonreí y ella me empujó suavemente.

—Kara, sobre lo que pasó...

—No quiero hablar de eso. Fue tonto y sin sentido y no quiero volver a pelear contigo.

Kriptonita Roja; Supercorp.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora