Capítulo 48. Infierno.

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"Había que seguir adelante, con la mirada fija al frente para encontrar, o la muerte, o la felicidad. ¿Podría hallar la felicidad que buscaba? Por ahora, todo era oscuro para su vista".

Identidad.

Era oscuro en aquella ciudad cuando la mujer recibió los resultados de sus exámenes. No sabía si estar feliz o no. Solo sabía, que era algo inesperado, algo sorprendente. ¿Cuántos meses llevaba sin saberlo? No lo pensó, el doctor se lo respondería a fin de cuentas, pero, ¿Cómo nunca se dio cuenta de eso? No lo sabía, podía ser un embarazo silencioso que ahora salía a la luz.

—No, no puede ser. Debe ser una mentira —dijo aún en su asombro.

—No, no lo es. Mire los exámenes —le dijo el doctor. Ella abrió los resultados y los miró de arriba abajo con mucho detenimiento. Todo era verdad, estaba embarazada.

«Esto no estaba en mis planes —pensó—. ¿Me servirá acaso? ¿Será una señal del destino?». Posiblemente si era una señal del destino, pero, ¿Para bien o para mal? Era algo que pronto descubriría.

—Aún así, es imposible. ¿Cuánto tengo de embarazo? —preguntó con curiosidad.

—Cinco meses —respondió el doctor.

—¿¡Cinco meses!? —preguntó con asombro—. ¿Y cómo no me había dado cuenta antes? ¿Cómo es que no se me nota?

—A veces hay embarazos silenciosos que solo aparecen hasta cierto tiempo después. Imagino que el suyo es uno de esos. No sé cómo no se notaba, o tal vez es que no ha aumentado tanto de peso como para verlo a simple vista, ¿entiende?

—Sí.

—En esta etapa, podremos saber si es niño o niña. ¿Quiere saberlo?

Ella asintió con duda, pero su instinto materno que ya estaba aflorando, quiso saberlo.

El doctor se levantó y ella siguió su ejemplo. Caminaron a la puerta, pero el doctor se detuvo.

—¿Sucede algo? —preguntó la mujer.

—Disculpe mi intromisión, pero, ¿Dónde está el padre? ¿Es su novio? ¿Puede contactarlo? Porque sería bueno que él esté con usted en estos momentos.

—No sé donde está. Desde hace mucho que está desaparecido y no sé si sigue vivo o no —mintió ella, pues muy bien sabía que su "novio" estaba muerto hace bastantes semanas atrás.

—Entiendo, bueno vamos.

Hicieron el estudio y se dio con que él bebé era niño. Un niño que ya estaba formado y estaba creciendo. La madre sonrió al ver a su hijo en su vientre y luego en las fotos que les fueron entregadas después. Al llegar al consultorio ella preguntó:

—¿Qué debo hacer ahora?

—Como usted es primeriza, debe cuidarse mucho. Ya los tres meses difíciles han pasado, ahora solo debe cuidarse y descansar. No someterse a ningún tipo de estrés y procurar no moverse mucho. Nos vemos en dos semanas.

—Muy bien, doctor, gracias por todo —dijo y estrecharon manos. La mujer salió del hospital con una gran sonrisa mientras tocaba su vientre y le daba pequeños masajes mientras pensaba: «Tengo un hijo, y es tú hijo».

Por otro lado, el detective se despertaba de su sueño. Solo quedaban setenta y dos días para que todo explotara y debía apurarse, pero con lo que había ocurrido ayer, aún no podía continuar con lo suyo, no aún.

Miró a su entorno y se encontró con un pastizal por suelo y a unos cuantos metros, un bosque. Se preguntó cómo habían llegado allí y se acordó que habían caminado sin un rumbo fijo fuera de la ciudad. No querían dormir en la cueva por razones de no recordar al difunto Lloris.

Identidad Ross Lynch [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora