Ustedes tienen la palabra final... ¿Qué portada les gusta más, la original o la nueva que hice (pero no puse aún)?
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Pase el día con Ryan antes de nuestra doble cita, pero antes pasamos por su casa para que se cambiara y se diera una ducha, mientras yo hacía lo mismo pero en la mía. Todavía Ryan no me iba a dejar que me bañara con él, porque es un aburrido... Bueno no, eso sí sería ir muy rápido.
Me puse una campera bastante abrigada y un gorro porque el frío que hacía por estar en pleno invierno era muchísimo. Al principio tenía calor con todo eso, porque mi casa está con la calefacción, pero cuando los dos pegamos un pie en la calle, quería llorar.
—Joder, que frío.— dije titiritando.
—No es tanto, a comparación de mi casa— comentó Ryan.
–Cállate y caliéntame— le dije y me miro mal— No así, estoy con mucho frío como para mi humor verde.
Me abrazó y me acariciaba los hombros para que aumentara un poco mi temperatura corporal mientras caminábamos las cinco cuadras hasta el metro.
Una vez allí, tuvimos que esperar unas 7 estaciones. No fue mucho, puesto que estaban muy pegadas entre sí. Y gracias a Dios después solo eran dos cuadras hasta el restaurante.
—¿Alguna vez viniste por esta zona?— le pregunté.
—No, la única vez que comí comida china acá la pedí, y ni siquiera estaba tan buena— dijo haciendo una mueca.
—Bueno, por la zona de la casa de Jon hay bastantes puesto que roza con el barrio chino. Pero igual sé que vamos al que está más cerca, justo allí— le señaló la esquina que ahora teníamos en diagonal.
—Espera— dijo tomándome del brazo— Todavía tenemos unos veinte minutos.
—¿Y eso qué? No voy a quedarme aquí mientras mi trasero se congela.
—Vamos Bren, quiero recorrer un poco— dijo tirándome del brazo.
—Cuando no tenga las bolas como cubos de hielo, recorremos todo lo que quieras— le dije besándole la mejilla.
Entramos al restaurante y nos sentamos en una mesa.
—No te aguantas nada— se burló.
—¡Cinco grados bajo cero, Ross! Sentí que me iba a morir congelado.
—Maricón— me dijo dándome un beso— Y antes de que saltes, lo hice a propósito.
—Como digas Ry— dije besándolo de vuelta.
—Resérvense algo para el postre— nos interrumpió una voz.
—Cállate Spencer— dijimos al mismo tiempo.
Saludamos a los dos chicos, mientras nos traían el menú. La tensión entre Spencer y Ryan era notoria, por lo que Jon y yo tratábamos de hacer bromas o sacar conversación para disminuirla.
En un momento de la mesa, Spencer se excusó diciendo que tenía que ir al baño, y yo aproveche a seguirlo, diciendo lo mismo.
Espere a que él hiciera sus necesidades y una vez que este salió, lo interrumpí.
—¿Estaría mal preguntar que mierda pasa entre ustedes dos que ni siquiera se miran?— pregunté.
—No del todo, pero no puedo contestar a la pregunta.
—Vamos Spencer, es tu mejor amigo... Sé que tiene sus manías y eso, pero olvida por este poco tiempo que te queda, incluida esta noche sus problemas.
—¿Me estás pidiendo esto por él?
—Si tu pregunta se refiere a por su bien, sí, porque él no me comento que tenían conflictos sin resolver.
Suspiró, y contestó un "Bien" algo cansado. Yo sonreí y lo arrastre conmigo de nuevo a la mesa.
La cena transcurrió bien, al principio parecía algo forzado, pero luego ya todo corrió con fluidez.
—Entonces, llenamos la sandía con aquel aparato para inflar ruedas, y la hicimos explotar— dijo Ryan.
—¡Sí! Y un pedazo le dio justo en el ojo dejándole un gran moretón y tuvo que fingir que me habían pegado— se burló Spencer haciéndonos reír a Jon y a mí.
—Y, no iba a decir por ahí "Una sandía exploto en mi cara y uno de los pedazos casi me deja ciego"
—Querías fingir que habías estado en una pelea para atraer a las chicas Ry, no mientas— me burlé.
Me besó y yo tomé su cara para acercarlo más a mí. Abrió su boca para intensificar el beso, pero Jon nos tiró una servilleta riendo con Spencer.
—Guárdenselo para cuando estén solos— dijo Jon.
—Les haremos lo mismo cuando los vea devorándose, anotenselo— respondió Ryan.
Rieron algo avergonzados y yo me enternecí, enserio me recuerdan a mis amigos.
Luego de pelear por quien pagaba y terminar dividiéndonos la cuenta, fuimos a la casa de Jon y nos quedamos allí porque según mi mamá y la de Ryan, hacía demasiado frío como para que él y yo estemos afuera.
—¿Estás seguro que podemos quedarnos?— pregunté inseguro.
Yo no conocía mucho a Jon, y sentía que estaba fuera de lugar si me quedaba, pero él era muy amable y no mostraba problema alguno en tenernos a los dos aquí.
—Claro, supongo que pueden dormir juntos en un colchón— aseguró Jon.
—Yo puedo dormir en el sillón...— dijo Spencer
—Ni hablar, duermes en mi cama y yo en el sillón— se ofreció Jon.
—Duerman en la misma cama y listo, tampoco es tanta cosa ¿Saben?— interrumpió Ryan e internamente le agradecí.
Subimos a su habitación y nos quedamos jugando cartas hasta que se hizo la hora de dormir.
Estábamos Ryan y yo en un colchón. Supongo que estaban ya todos dormidos, porque había pasado un largo rato y yo, como siempre, no podía dormir.
Le susurré a Ryan para ver si estaba despierto, y al menos podía hablar con él, pero estaba como en un estado intermedio. Tenía los ojos cerrados y se lo notaba algo dormido, pero me escuchaba perfectamente.
—¿Qué pasa Brenny?— dijo con voz ronca.
—No puedo dormir... Cántame algo, quizás me ayude— le susurré.
—Me van a escuchar, ahora no— se quejó.
—A susurros bobo, ya se que podrías despertarlos.
Bufó, pero con su voz ronca empezó a cantar, o mejor dicho susurrar la letra de una canción de The beatles, que en aquel momento no recordaba el nombre. Sé que era de ellos, porque en mi infancia los escuchaba.
Poco a poco, mis ojos empezaron a cerrarse mientras le susurraba un "buenas noches". Sentí un beso en mis hombros junto con unos brazos rodearme el cuerpo, y antes de recibir una respuesta, caí en los brazos de Morfeo.
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Lullaby ✧ ryden
FanfictionBrendon no podía dormir de noche y Ryan no podía no cantar de noche ✧ {fever! ryan + fever! brendon} Inicio: 18/10/16 Fin: 8/2/17