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El martes había llegado y había decidido saltarme la hora anterior a la clase de literatura para asegurarme que se todo para la presentación.

—¡Brendon por el amor de dios! ¡Al fin te encuentro!— dijo Ryan sentándose a mi lado.

—No buscaste mucho entonces, no hay más lugares para estar durante las horas de clase.

—El punto es...— dijo evadiendo mi tonta respuesta— que necesitaba pedirte si podías dar la mayor parte de la exposición, incluyendo el poema.

—Creí que de eso querías encargarte...— dije confundido.

—Hasta que recordé lo malo que soy expresándome con palabras en voz alta enfrente de muchas personas. Y sé que no pasas por eso así que, te lo imploro de rodillas.

Mire extrañado a Ryan, se veía desesperado, demasiado desesperado. Aunque no hacía falta que me lo pidiera así porque con esas cosas yo no tengo problema como él había mencionado, no estaría mal hacerlo sufrir un poquitín. ¿No? Sumándole el hecho de que quizás gane algo.

—Mmmm, así que cuando te conviene me pides de rodillas pero si no me vas ignorando por la vida. No lo sé Ryan...

—Hago lo que quieras, por favor.

—De ahora en más, vas a tratarme mejor y no ignorarme sin explicación alguna— dije sonriéndole.

—No puede estar hablándome enserio— dijo cruzándose de brazos.

—Tómalo o déjalo, Ry, soy yo quien te está salvando de hacer el ridículo...

–Ugh, trato hecho.

Le di un abrazo a lo que él contesto con una palmadita y un "ya ya, que tenemos que asegurarnos de que sepas todo para la exposición"

Repasamos absolutamente todo, del derecho al revés y viceversa en la hora que nos quedaba. Ryan de veía nervioso por cómo podía salir, pero yo estaba de lo más relajado.

Una vez en la clase de Literatura, la profesora nos hizo pasar al frente a los dos, uno al lado del otro mientras ella nos introducía. Ryan estaba muy colorado y con mucho miedo de levantar los ojos del piso. Así que, aprovechando que tenía las dos manos en la espalda y que nuestra profesora estaba ocupada disimuladamente le tome una mano, dandole un ligero apretón para hacerle saber que no pasaba nada.

Volteo a verme sorprendido, pero yo solo le sonríe y le module un "relájate, todo saldrá bien".

Y tenía razón, a la profesora le había encantado a pesar de que yo me haya visto tan crítico con respecto a Don Quijote, pero estoy en mi derecho. Y el poema lo amo, y felicito a Ryan por ser tan creativo con eso. Nos puso la nota más alta y no podíamos estar más felices.

Cuando toco el timbre del receso, Ryan se acercó a mí notoriamente feliz.

—Gracias Brendon.

—No agradezcas, y más por el hecho de que lo hubiera hecho sin recibir nada a cambio.

Me dio un leve golpe y yo reí mientras colgaba mi mochila en el hombro.

—Desesperado.

—Solo por vos— dije rodeando su cuello con uno de mis brazos a la par que caminábamos.

—Accedí a llevarnos bien, no a que me vivas ligando con pase libre...

—Lo hago con todos mis amigos Ryan, no te sientas especial.

Lullaby ✧ ryden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora