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Mejor no pregunten como conseguí acceso a wattpad para actualizar, pero es que la culpa me estaba comiendo v i v a por no actualizar, así que acá tienen <3


Mi mamá me tocó el hombro repetidas veces diciéndome que habíamos llegado. Me desperté de mala gana, sacándome los auriculares de los oidos para ponerlos en mi bolsillo y colocándome mi mochila en el hombro para que luego de unos momentos en donde se me taparon los oídos por el descenso, nos paramos para salir del avión.

Una vez afuera, hicimos la típica rutina de aeropuerto para por fin encontrarnos con mi tío, quien sería el encargado de llevarnos a la casa de mis abuelos, puesto que vendimos nuestra antigua casa.

En el trayecto en el auto, evite mirar por la ventanilla porque sabía cual era la vista con la que me encontraría: Miradas curiosas de todos nuestros ex vecinos, sorprendiéndonos de vernos otra vez luego de habernos ido sin decirle a nadie por qué, ni siquiera a nuestra familia, aunque bueno, luego se enteraron por mi único primo, el cual detesto por haber sido un complice de esos imbeciles solo para encajar cuando éramos familia. Entonces, en lugar de eso decidí avisarle a Spencer y Brendon que ya había llegado.

Cuando llegamos nos esperaba toda nuestra familia reunida para almorzar y luego para que abriéramos nuestros regalos de navidad y después los de ellos. Todo iba a transcurrir de maravilla, hasta que mi primo tuvo la excelente idea de abrir su boca.

—Creo que hablo por todos cuando digo que estamos sorprendidos que hayan vuelto luego de su partida tan sorpresiva.— dijo él.

—No los dejaríamos tirados para las fiestas, no sería lo mismo sin la familia totalmente reunida.— le respondió mi madre.

—Es verdad eso, pero creo que no todos los esperábamos de regreso tan rápido después de lo sucedido...— siguió.

—La familia es lo más importante, por ella a veces hay que correr ciertos riesgos o afrontar ciertas dificultades ¿No es así primo?— contraataque yo

Todos estuvieron de acuerdo conmigo, mientras yo lo miraba triunfante ante su silencio. Me disculpé y me levanté para irme a la casa de Spencer.

Por suerte en el trayecto de dos cuadras, nadie se volteó a verme, y creo que de hecho nadie me reconoció. Me alivié muchísimo, lo último que quería era que la noticia se expandiera por todo el pueblo para caer en los oídos equivocados. Toqué el timbre de la casa de Spencer y me abrió su madre, muy feliz de haberse reencontrado conmigo después de haber sido mi niñera desde que tenía consciencia.

—Ponte cómodo Ry, ya sabes que esta es tu casa pase lo que pasé ¿Queres un poco de jugo?— me ofreció dulcemente.

—Gracias, no estaría mal un vaso.

Spencer bajo las escaleras por lo que me paré para recibir un fuerte abrazo, que casi me tira de nuevo de nuevo. Tomé el vaso de jugo que su mamá me había dado y nos fuimos a su habitación.

—Me hubieras dicho que venías a mi casa ahora, te hubiera ido a buscar así no tenías que ir solo...— dijo preocupado.

—No creo que nadie se moleste en darme una paliza otra vez, a lo sumo hablaran de mí pero no es nada ya...

—No solo por eso, Ryro, solo no quiero que tengas que enfrentarte a cierta gente solo. Sabes que te quiero como a un hermano y que no quiero que nada te vuelva a pasar.

—Aw, te quiero Spence.— dije dandole una palmada en la espalda mientras le sonreía.

—Hablando de querer... ¿Qué tal van las cosas con tu noviecito?— dijo apoyando su cabeza entre sus manos, dando a notar que quería que le contara absolutamente todos los detalles sobre la relación entre Brendon y yo desde la última vez que hablamks.

—¿Por qué tan interesado?

—Solo quiero asegurarme de que la parejita que tantos dolores de cabeza me causaron y que logre que volviera a unirse este bien porque soy capaz de darles puñetazos hasta que terminen en camas de hospital... Con todo el amor del mundo, claro está.

Reí muchísimo con ese comentario. —Qué agresivo estás ¿Jon te dejo en visto cuando le mandaste nudes?

—Callate, por favor.— dijo mientras encendía la consola.

Estuvimos jugando durante toda la tarde mientras hablábamos o bromeábamos sobre lo que se nos viniera a la mente en ese momento, aprovechando un momento de estar realmente el uno con el otro después de unos meses de solo chatear un poco o alguna que otra videollamada para jugar online. Me quede con Spencer hasta casi la hora de cenar, a petición de mi papá que me había dejado venir con la condición de que este en la casa de mis abuelos para el momento de la cena.

Spencer tuvo la intención de acompañarme, pero como en ese momento la cena de él estaba lista, tuve que volverme solo luego de insistirle una gran cantidad de veces que no hacía falta.

Fui caminando con mi capucha puesta, tan concentrado en el piso cuando de repente me chocó con alguien, tirándolo al suelo.

—Lo siento, iba distraída y...— esa persona dejo de hablar al ver mi cara.

Me quedé sin palabras, y ella también lo había hecho. Sentí mis manos temblar y sudar, y espero que mi cara no este sudando también. No sabía que esperarme de su parte, tratarme como si no me conociera, con odio otra vez o...

—Cielos Ryan, que guapo estás.— dijo ella con una sonrisa coqueta.

Bueno, definitivamente no me esperaba esa reacción por lo que la conocía... Miento, yo la verdad no sabía en lo absoluto que esperar de ella, y creo que cualquiera que conoce por mucho tiempo a una persona para que de un momento a otro cambie rotundamente y los deje tirados sin darles una explicación racional.

—L-lo siento Agatha, debo irm-e.— dije para luego correr como un cobarde.

—¡Espero vernos después!— me gritó para luego echarse a reír a tal punto que no sabía si era fingida.

No llevo ni veinticuatro horas en este lugar y ya estoy al borde del ataque nervioso.

Al llegar a mi casa, salude a todos rápido con la suerte de que la cena aún no se había servido. Me encerré en la habitación que tocaba y comencé a llamar a mi novio, solo para distraerme un poco.

—¡Ryroooo!— dijo alegre.— ¿Cómo está yendo todo? Bah, ¿Queres hablar de ello o preferís que no toquemos el tema hoy?

—Qué bien me conoces, Bren.

—Duh ¿Qué clase de novio sería sino?

Reí a la par de él. —Te amo.

—También yo... ¡No sabes lo que me pasó hoy!

Empezó a relatar lo absurdo que había sido su día, actuando algunas partes de manera muy exagerada para hacerme reír y despejarme de lo que me había pasado, cosa que lograba.

No podía estar más contento de estar con este chico.

Lullaby ✧ ryden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora