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—Hogar dulce hogar— dijo mi madre al abrir la puerta de nuestro nuevo departamento.

Pusimos las cajas que llevábamos con nosotros en la sala mientras que cada uno llevaba su mochila a su cuarto.

Por suerte, ella había contratado hace una semana una compañía de mudanzas para que se encargará de traer todos los muebles y cosas grandes, nosotros solo llevábamos libros, discos y ropa.

—Ve a dormir George, mañana comienzas la escuela así que debes estar con mucha energía— dijo ella acariciando mi cabeza.

—Está bien, buenas noches mamá— dije cerrando la puerta de mi cuarto.

Me puse un pijama y me metí en la cama, esperando que mi mamá comenzará a balbucear, indicándome que estaba profundamente dormida.

Conecte una lámpara en la mesita situada en la mesita al lado de mi cama y la encendí. Agarre mi guitarra y la comencé a afinar. En ello, podía escuchar como un pelota rebotaba en la casa vecina. No le tomé importancia y seguí en lo mío.

Toqué un poco las cuerdas para verificar que efectivamente estén bien afinadas, así que comencé a tocar algunos acordes al azar que tenía en mi cuaderno para empezar.

La pelota seguía rebotando constantemente, como si fuera un reloj haciendo tic tac. Pero tomé eso a mi favor, usando el sonido como para marcarme el ritmo.

Comencé a tocar una canción de Radiohead mientras cantaba bajito para que mi madre y los demás vecinos, sin contar al de la pelota, se despertarán. Y hablando de la persona que yacía en el cuarto que estaba pegado al mío pero en otra casa, sentí como dejó de hacer ruido. Debo admitir, que al principio tuve miedo de que viniera a tocarme la puerta, pero luego de unas tres canciones sin su aparición, me quedé tranquilo y me dormí plácidamente.

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Nos le voy a contar por ahora como es Ryan directamente, quiero que se guíen por como se muestra... Aunque probablemente no lo van a entender mucho.

Lullaby ✧ ryden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora