Lullaby ✧ ryden

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¡No puedo creer que mi papá esté acá! Fue una sorpresa excelente, ni mi mamá y yo lo esperábamos.

Lo dejé pasar y recién caí en la cuenta de que Brendon estaba en mi sala.

—Oh, no sabía que estabas con un amigo, perdón si interrumpí su diversión.— dijo él.

—En realidad papá...

—Un gusto señor, soy Brendon, vecino y compañero de Ryan.— dijo Brendon dándole la mano.

Creo que cualquiera se hubiera dado cuenta que la mano de Brendon estaba temblando, y mi papá no era la excepción.

—No tienes porque sentirte intimidado hijo, no te haré nada malo a menos que le hagas daño a mi verdadero hijo.— le dijo el estrechando la mano.

—Papá.— insistí.— Él...

—¡Estaba impaciente por conocerlo!— me volvió a interrumpir.—Ryan me habló mucho sobre usted, es un honor verlo por fin en persona.

—Bueno, me alegra que sea así. Él y su madre son mi orgullo y siempre esperé que crean lo mismo de mí.— dijo despeinándome.— Si me disculpan, voy a darme una ducha y a descansar luego de ese vuelo infernal.

Tomó sus valijas y fue al cuarto. Voltee a ver a Ryan que se encontraba suspirando aliviado.

—¿Y eso? No pude decirle que nosotros estamos sa— me tapó la boca.

—¡Sh! Le tengo muchísimo miedo.— me susurró.

Reí. —No puedes estar estar hablándome enserio.

—¿Viste sus brazos? Que sus brazos ¡Seguro tiene un arma! ¿¡Quieres que me mate?!

Tomé su mejillas y lo besé para que dejará de hacerme una escena.

—Tranquilo amor, no pasa nada ¿Sí? Es más, mañana vendrás a cenar y te presentarás como mi novio.

Me miro suplicando que no, pero yo solo le di otra beso. Suspiro, rendido, para murmurar un "bien".

Nos fuimos a mi cuarto y cerramos la puerta con seguro para que mi papá no entrará.

Me acosté en mi cama y él se sentó encima mío. Apoyo sus manos en mi torso, moviéndolas por todo mi torso y pecho.

—No vas a conseguir acostarte conmigo ahora, Bren.— le dije entendiendo sus intenciones.

Se cruzó de brazos haciendo un puchero para convencerme, aprovechando que era tierno. Pero seguí mirándolo firme.

Se rindió, acostándome a mi lado. Lo miré y le besé la nariz, ya que la estaba arrugando.

—¿Por qué le tienes tanto rechazo al sexo, Ry?— me preguntó.

—Eh, no lo tengo.

—Muchas veces tuvimos mala suerte, pero hay otras que simplemente dijiste que no...

—¿Tan importante es que nos acostemos? Me exasperas.

—No tanto, pero quiero saber si enserio no te sientes cómodo por algo. Podes decirme lo que sea Ry, y lo sabes ¿No?— dijo tomando mi mano.—Soy tu novio, podes confiar en mí, no quiero hacerte daño.

Suspiré, mientras trataba de no pensar en ello. Ya no era desconfianza en él... era otra clase de sentimiento. El secreto que guardaba era algo que no solo me producía escalofríos, a su vez me producía cierta vergüenza cargar con esto. De hecho, se lo conté a Spencer muchísimo tiempo después, y él era el único que sabía sobre ello, ni siquiera mis padres que sabían todo el acoso que pase, pero este me daba asco de mí mismo por dejar que pasará. Porque sí, pude haberlo evitado perfectamente, pero soy un debilucho, y me da más miedo contárselo a mis padres cuando uno de ellos esta en el ejército, me hace sentir pena decirles que a su hijo lo...

Como sea, si seguía pensando en eso ahora cuando mi idea era no hablar de ello con mi pareja ahora, me daría un ataque.

—¿Podemos hablar sobre esto... luego? Yo enserio quiero seguir con la felicidad de que mi padre está en casa y no amargarme con cosas del pasado.

—Está bien, pero cuento con que me lo dirás luego ¿Sí?

—Ni lo dudes.— dije dandole un corto beso.

Su teléfono sonó por un mensaje que recibió e hizo una mueca al leerlo.

—Tengo que irme ¿Nos vemos después?

Asentí y le di un último beso antes que se fuera.

Estuve estudiando un poco porque se venían los exámenes finales y no quería arruinar mis vacaciones. Hasta que escuche unas dos horas después a mi mamá entrar a casa.

Decidí esperar a que viera a papá para pedirle que no le dijera sobre Brendon, porque seguro que en la cena ella tocaría el tema para preguntarme como estaban él y su madre. Quería ser yo quien se lo dijera porque quería ser yo el que tuviera que manejar la situación. Dudo muchísimo que se enojará por el hecho de que yo saliera con un chico, porque siempre me mostré muy abierto con ese tema y nunca me hizo ningún comentario de desaprobación, pero mejor que sea yo quien se lo diga a que se entere por terceros, que quizás si se enoja por ello.

La cena transcurrió muy bien, porque hacia mucho tiempo que mamá y yo no lo veíamos y realmente extrañábamos que estuviera con nosotros.

Mi papá intentó tocar el tema, pero por suerte mi mamá lo desvió diciendo que si yo podía ir a comprar helado para celebrar, salvándome por los pelos.

Estaba muy ansioso porque llegué mañana y poder ser completamente honesto con él.