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Cada vez queda menos para el final y cada vez me quedo con menos ideas al punto de tener que hacer capítulos tan aburridos. La vida me odia mucho lmao. Y sí, ya no queda nada... ahora es cuando se preguntan cuando es que voy a dar vuelta todo, si es que voy a dar vuelta todo... 😈

Me acosté al lado de Brendon con la respiración bastante agitada después de todo lo que habíamos acabado de hacer recién. Últimamente estaba usando la excusa de "como vamos a compartir el mismo pequeño espacio con los chicos, no vamos a tener tiempo de hacer cosas" para simplemente calentarme y conseguir lo que quería.

No me quejaba mucho, porque aunque no lo admitiera en voz alta para que él no se pusiera más pesado, amaba acostarme con Brendon.

Pasé mi mano por su extraño peinado, que ahora estaba el doble de revuelto. Volteó a verme y me dedico una sonrisa algo cansada. Eran las cuatro de la tarde, pero la verdad que esto podía considerarse como un ejercicio agotador.

Cuando estaba casi por quedarme dormido abrazándolo, siento que toca mi mejilla como para despertarme.

—Estaba pensando...— dijo él.

—Ay no.— lo interrumpí.

—No seas bobo.— me miró mal.— Como decía, estaba pensando en que deberíamos haber pasado halloween juntos.

—No quisiste venir conmigo y con mis amigos.

—¿Jugar a la ouija, el juego de la copa o simplemente retos turbios que encuentran por ahí? Uhm, yo pasó, gracias.

—No fue tan malo.

—Eso no me decías cuando me llamaste llorando porque no sé que era lo que había pasado que te asustó mucho y repetías "nunca más accedo a estas mierdas, me van a matar" como un bebé.— se cruzó de brazos.

Recordé la situación y era verdad que había pasado así. En mi defensa, se había roto una ventana de la nada y la luz se había ido.

—Ya sabes lo que paso pero... ¿Qué plan tenías?

—Supongo que quería ir a alguna fiesta de disfraces, combinados de alguna forma porque pensé que sería lindo. Pero como no te gustan para la próxima pensé en hacer una maratón de películas con golosinas y maquillarnos la cara en vez de disfrazarnos.

—Es un trato, el año que viene haremos eso.

—Amo halloween, nada me haría más feliz que pasarlo con vos.— dijo besando mi mejilla.

—Cambiando de tema... ¿Hiciste la maleta? Nos vamos mañana, por si no lo recuerdas.

Se levantó de la cama como un rayo para ponerse enfrente de su placard para agarrar un gran bolso que tenía encima de este. Al ser tan bajito en comparación al ropero, ni dando saltitos, que hacía que su culo al aire rebotara de una forma graciosa, llegaba a alcanzarlo. Me pare, poniéndome antes mis boxers para luego ponerme de puntas y alcanzarle lo que estaba tratando de agarrar.

Me miro avergonzado pero yo le besé la cabeza y le apreté la mejilla para que cerrara los ojos y así pudiera darle una nalgada, provocando que riera.

—No me lo esperaba, la jugaste bien.— dijo riéndose.

Decidí ayudarlo a organizar su maleta, él me tiraba ropa y yo se la doblaba para después ponerla perfectamente en el bolso, de modo que ocupase el menor espacio posible. Repasamos todas las cosas que habíamos puesto para ver si era suficiente.

—¿Estás seguro de que solo vas a llevar un buzo? ¿No vas a tener frío?— dije mientras lo abrazaba por detrás.

Bufó. —Voy a estar bien Ry, enserio no hace falta que te preocupes por esas cosas porque solo vamos a dormir una vez al aire libre puro y con eso me alcanza. Además, si me enfermo tendrías una excusa para quedarte más conmigo.

—Pero me vas a contagiar y no quiero besar a alguien lleno de mocos, ew.

—Me vas a amar con mocos y todo.— dijo tomándome de las mejillas.

—Lamentable estás en lo cierto.

Acortamos la distancia entre nosotros, iniciando un lento beso. No había necesidad de apresurarse, solo queríamos disfrutar de la sensación de tener los labios contrarios sobre los nuestros.

Mordí su gran labio al alejarme, para que luego Brendon se pusiera en puntas y volviera a besarme. Nos sonreímos una vez que nos alejamos y él volvió a pararse como lo hacia normalmente, haciendo visible la diferencia de altura. Deje un beso en su gran frente para luego mirar el reloj que tenía en el escritorio.

—Deberíamos vestirnos, tu madre no tarda en llegar.— le sugerí pero hizo caso omiso a mis palabras.

—¿Si me pongo ropa que obtengo?

—Que tu mamá no te de una charla nuevamente sobre cuidados preventivos contra las enfermedades de transmisión sexual, de lo que estoy seguro ya te lo comento varias veces al punto de que te sabes cada parte de la charla.

—¡Es qué, agh! Siempre termino diciéndotelo pero cuando lo hace me saca de quicio.— dijo él poniendose un boxer junto con su pantalón.

—Por lo menos no se te suma a eso el hecho de que podrías quedar embarazado o dejar a una chica embarazada y tener discurso doble.— bromeé.

—¿No ves que ser gay es maravilloso a veces?— dijo sentándose en su cama.

Rodeé los ojos antes de besarlo, Brendon solo rió porque amaba molestarme y que haga, como le dice él "esa cosa con los ojos que no me sale patético y que lo hago porque lo saqué de alguna película.

Me puse mi pantalón y me volví a acostar, abrazando a mi novio para susurrarle un "descansa" después de dejar un beso en su cabeza. Él se acomodó, dándome la espalda y respondiéndome con un "te amo".

Ojalá pudiera abrazarlo, como si fuese un oso de peluche, siempre.

Lullaby ✧ ryden Donde viven las historias. Descúbrelo ahora