Lullaby ✧ ryden

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Casi 1k de lecturas, estoy alucinando.
g r a c i a s 💖

Luego de lo ocurrido en la biblioteca, las cosas entre él y yo eran algo tensas. Yo ponía todos mis esfuerzos en que él se sintiera cómodo conmigo, pero generalmente la terminaba cagando igual.

No había podido evitarme, ya que quería que lo ayudara con física. Y como quería que se quede sin posibilidades de alejarse hasta tiempo indeterminado, le pedí que me ayudara con matemáticas aunque no tenía mucho problema... solo que él no sabía eso.

Tenía mi cabeza apoyada entre su hombro y su brazo mientras me explicaba algunos teoremas relacionados con los polinomios.

—Entonces, en eso consiste el teorema de Gauss— dijo Ryan— Voy a escribir un polinomio y quiero que me guíes paso a paso, a ver si entendiste ¿Sí?

Asentí mientras el comenzaba a anotar un polinomio que no era tan difícil, pero a medida que iba diciéndole que hacer se me "escapaba" algún que otro error sumamente notorio para que siguiéramos.

Mis amigos me decían que lo que hacía era raro, por el hecho de que lo hacía por un amigo. Me intentaban convencer de que me gustaba Ryan, pero no le veía sentido. Es decir, él solo me atraía físicamente como para algo de una vez, y me encantaba tenerlo de amigo.

¿Eso se llama gustar de una persona o una posible mala combinación?

Pero bueno, yo era feliz, él en el fondo me quería por lo cual me mantenía feliz ¿Qué puede salir mal?

Los días pasaron así y el primer trimestre empezaba el lunes que viene, pero ya no había nada que hacer.

Antes de encontrarme con los chicos, tuve que pasar por el baño.

Me metí en uno de los cubículos y luego de hacer mis necesidades y limpiarme, me dispuse a destrabar la puerta para salir, pero al poner un pie afuera, me tomaron para meterme dentro del cubículo. Era Andy.

Este escenario me daba lugar a muchos recuerdos, pero sabía que no era el momento para ponerme nostálgico.

—¿Me extrañabas?— me susurró en el oído para luego morderme.

—Pensé que habías dejado las cosas claras entre nosotros al llamarme zorra enfrente de todos tus amigotes— dije en tono bajo mientras trataba de alejarlo de mí.

Él era considerablemente más fuerte que yo, por algo es deportista. Entonces aunque yo lo empujara con las dos manos y un pie, no se movería ni un milímetro cuando me tenía con uno solo brazo y el otro contra la pared del cubiculo.

Empezó a besarme el cuello mientras metía su mano por debajo de mi camiseta.

—Andy no me molestes, no estoy interesado en ti en lo absoluto.

—¿Es por tu nuevo noviecito?— dijo con rechazo— Vamos bebé, es solo una vez.

—No necesito estar con alguien para rechazarte, imbecil. Tengo algo llamado dignidad.

Apretó mi entrepierna y yo tape mi boca para evitar que algo saliera de mi boca.

—Solo será una vez, por los viejos tiempos— dijo creando fricción entre nuestras entrepiernas.