Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)

Capítulo 2.

Eran las siete, me metí en la ducha para salir en cuestion de minutos. Me sequé el pelo y me maquillé rápidamente. Miré por la ventana y parecía que hacía un poco de frío, corrí a vestirme con unos jeans, una sudadera y una simples convers.

- Tengo que echarlas a lavar -contemplé las zapatillas que ya estaban algo sucias.

Metí en la mochila un cuaderno y un pequeño estuche con un par de bolígrafos, aún nos tenían que dar los libros.

Desayuné viendo sinchan, me gustan bastante los dibujos, en mi mente aún se manifiesta la infancia si así se le podría decir. Tomé la mochila y salí de camino al sitio de quedada. En el camino, Janelle, Rocío y yo seguíamos practicando la canción. Yo leía lentamente la letra ya que Rocío nos liaba, no se sabía la letra y repetía únicamente la última sílaba. Eleanor y Elizabeth se dedicaban a mirarnos y reírse. Me desesperaban constantemente y paramos al llegar.

Por el pasillo no había mucha gente aunque hubo algo que me llamó la atención, había una chica que no reconocía. Era castaña con las puntas azules y onduladas, no muy alta. Pregunté a las chicas si la habían visto alguna vez, pero todas negaron. Tenía cara de empanada, en el sentido metafórico. Se le veía con la mente en otro mundo y sinceramente, quería saber su secreto para hacerlo tan fácil. Debía de estar buscando su aula, íbamos a ayudarla hasta que Laura y sus "amigas" se nos adelantaron. Pobre de ella, va a ver la peor cara de este lugar siendo nueva. No iba a permitir que una rubia de bote acosase a la chica nueva.

Nos acercamos y Laura le tiró unos libros que acababa de sacarse de la mochila.

- ¿Pero a tí qué te pasa? -preguntó la castaña molesta, recogiendo lo libros tirados.

- Así no se me habla querida -contestó con altos aires de superioridad. Y aquí vuelve la chica que cree que sigue existiendo la gente popular y la gente por debajo de los mediocres en la secundaria. ¿Tendré que volver a repetirle que se vaya de extra a una película de adolescentes para verlo?

- Espera que te ayudo -demandó Elizabeth agachándose para coger varias hojas que se desprendieron y la gente ni se molestaba en esquivar. Cretinos.

- Gracias -sonrió tímida.

- ¿Y como se supone que debería hablarte? -preguntó Eleanor curiosa, con una sonrisa pícara esperando su respuesta. Molestar a Laura era nuestro entretenimiento, más el suyo que el mío. A mí me gustaba meterme con el novio.

- Con respeto -gesticuló cada palabra.

- ¿Como el que tú le has tenido? -intervino Janelle.

- Tu calla pelo chicle, nadie te pidió opinión.

- Me gustan más los chicles que las rubias -comentó aquella chica satisfecha, como si lo hubiese pensado por un momento. Comenzaba a gustarme esta chica.

- ¡Woah! Punto para la nueva. Choca esa -ofrecí mi mano y la chocó timidamente. Me había motivado, lo reconozco.

- Y con tu permiso nos vamos, adiooos -nos despidió Elizabeth. Le hice una seña a la chica y agarré su brazo para que no se quedase atrás.

- ¿A qué clase vas? -la miré sin soltar su brazo, era cómodo.

- Bachiller con Marie Smith -contestó y sonreí ampliamente. Es de las mías perras.

- ¡Genial! Nosotras vamos a esa clase -dijo Eleanor sonriente. Era demasiada suerte que nos hubiera tocado con ella.

- Bien, entonces creo que no estaré sola.