Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)

Capítulo 42.

Eran las ocho de la tarde y el entrenamiento había acabado hace un rato. Los chicos nos habían invitado al Burger King y ahora estábamos algunos en la mesa comiendo. Se me hacía raro ir al Burger King ya que siempre iba al Mc Donalds pero los que invitaban eran ellos, no me iba a quejar después de todo.

- ¡Alexis! ¡Lejos de mis patatas! -pegó Marian en la mano a uno de los jugadores.

- Dame solo una -hizo pucheros.

Era realmente adorable cuando hacía pucheros.

- Siempre que voy a comer con alguien me quedo sin patatas -mordió una patata mientras miraba para otro lado.

- Gracias -cogió una de su bandeja.

- No hago mas que comer, voy a salir rodando a este paso -se quejó Marcos.

Pues dame tu comida y no engordarás.

- Yo como acabo de entrenar, lo considero reponer fuerzas -comentó Chris sin complejos.

- O reponer calorías en todo caso -corrigió Rocío.

- Yo como no he hecho nada en todo el día, lo considero ejercicio -intervine.

- ¿Ejercicio? -preguntó Brandom como si estuviese de broma.

Pues no Brandom, no voy de broma y ahora te contaré el porqué:

- ¿Sabeís cuantos huesos y músculos tengo que levantar para poder mover tan solo un brazo? Yo levantarme de la cama lo considero levantamiento de pesas, asi que yo también repongo fuerzas como Chris -expliqué y bebí un poco de mi vaso.

- Al fin alguien que me apoya -aplaudió Chris y reí.

- Entonces para tí jugar un partido debe de ser una superación vital -dijo Alexis.

- Es una meta a la que pocas veces llego -admití.

No me gustaba mucho jugar al fútbol, tal vez verlo pero no jugarlo --aunque no haya mostrado mucho entusiasmo esta tarde por verlo pero en mi defensa diré que no era algo serio--.

- Vaga -me atacó Marcos.

- Gordo -contrataqué.

- No estoy gordo, solo retengo líquidos -se defendió.

- Líquidos, hamburguesas, pizzas, macarrones... -comenzó a enumerar Taylor... o Nick. Esperad, Nick era el rubio, entonces... Taylor, sí. Que lío esto de aprenderse tantos nombres a la vez.

- Es un cactus pero con la comida. Cuando le salga la papada es que ya está listo para el día que no tenga nada en la despensa, por que ya la devoró -le palmeó esta vez Nick, en la zona donde había una no-papada.

- Envidiosos, ya querríais llegar a mi físico aún reteniendo líquidos. Dar las gracias de tener a un amigo tan en forma y tan guapo como yo -sonrió.

- Tú da gracias por que tienes amigos -murmuró Chris recogiendo su bandeja.

¡TOUCHDOWN!

- Y tú da gracias por si algún día aciertas un penalti.

Eso dolió.

- Cállate -le pegó en la cabeza al pasar por su lado.

- Oye, ¿podemos pasar un momento por el local? -preguntó Rocío- Antes de ayer me dejé el libro de física y química.

- ¿Y qué hacías con el libro? -preguntó Marian.

- Fui a buscar a Janelle allí para irnos a estudiar y acabamos haciendo de todo menos lo nombrado -se colgó el bolso en el hombro.