Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)

Capítulo 21.

- Vamos Logan, nos están esperando -aligeré más aún el paso- ¿Acaso te pesa el culo? -pregunté mirando para atrás. Habíamos quedado en el parque con Louis, Eleanor, Harry y Laura. Louis y Eleanor intentaban que nos llevasemos mejor, pero siempre acabábamos discutiendo y si no, era porque ni si quiera nos molestabamos en hablarnos.

- Si quisiera podría andar más rápido que tú.

- Seguro -vacilé.

- ¿Apostamos? -preguntó seguro de sí mismo. No iba a rechazar una apuesta, si podía conseguirlo allá iba.

- Vale -acepté y corrí mientras oía los pasos de Logan detrás de mí. Él no corría como una persona normal, él pegaba zancadas con las avestruces.

Divisé a los cuatro sentados en un banco y corrí aún más rápido. Ya quedaba menos. Pasé corriendo por al lado de ellos y un poco más lejos los brazos de Logan se apoderaron de mi cuerpo haciendo que diese vueltas.

- Te lo dije -me dió la vuelta para que lo mirase.

- Pero llegué antes que tú -dije recuperando el aliento.

- Pero yo estaba más atrás -se quejó.

- Tú dijistes que podías correr más que yo -puntualicé. Ahora no valían escusas baratas, había perdido.

- Pero al final te he pillado -sonrió.

- No me había dado cuenta -dije sarcásticamente y sonreí al igual.

- Te voy a tener que llevar al final a que te pongan gafas.

- Que tonto -dije y me besó durante apenas dos segundos.

- ¡_____! ¡Logan! -gritó Eleanor y andamos hacia ellos.

- Holaa -saludé.

- _____, ¿recuerdas la frase sólo tú sabes como hacemer vomitar? -preguntó Harry. Asentí- Ya es mutuo.

- Con más gustó lo haré entonces -sonreí.

- Una cosa -intervino Louis.

- ¿Qué pasa? -preguntó Laura.

- Mañana se van mis padres de viaje hasta el martes, asi que el sábado haré una fiesta ¿vendrán?

- Claro -contesté.

- ¿A qué hora? -preguntó Logan.

- A las ocho.

- Ahí estaremos -sonrió.

- _____ -me llamó Eleanor- Tú. Yo. Mañana. Ropa ¿okey? -preguntó haciendo un gesto de aprobación con los pulgares.

- Pareces un neandertal pero vale.

- ¿A dónde vamos? -preguntó Laura. Yo lo tenía claro, en la calle no me iba a quedar con este frío.

- A un lugar dónde haga menos frío -contesté escondiendo mis manos entre las mangas y Logan me abrazó. Era notorio su calor, se agradecía.

- Así mucho mejor -murmuré por lo bajo y soltó una rista.

- ¿Vamos al local? Seguro que hay alguien -sugirió Harry y todos aceptamos.

Bueno, en este último mes decidimos coger un local entre todos -excepto Logan y Laura, no los involucrábamos por convenencia-. Era más cómodo tener un lugar seguro dónde poder estar todos juntos.

El local no era pequeño, era normal. Teníamos cuatro sofás y dos sillones, no nuevos, si no que nos los dieron las madres o tíos y aprovecharon para comprarse otros. Tampoco estaban en mal estado, estaban bastante bien pero quisieron comprarse otros. No íbamos a rechazarlos, lo teníamos bastante claro. Y luego a parte una televisión de Elizabeth que tenía muerta en un cuarto.