Capítulo 8.

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Ya había tocado el último timbre de recreo y salimos con los chicos a fuera. Era algo raro, es decir, siempre íbamos a nuestro rollo por todo el patio, y ahora estamos aquí, con la persona a la que más odio en este mundo y con sus amigos que da casualidad que también son los míos. En cierta parte era incómodo, cada uno por nuestra parte teníamos temas diferentes que no queríamos que se supieran. Era como si nos cortasemos un poco. Esto era nuevo para todos.

Cada uno andaba por su cuenta: Rocío y Janelle, Zayn y Harry, Eleanor y Louis, Niall y Andrea... ¿Niall y Andrea? Los miré extrañada e inmediatamente lo entendí, había empezado la caza. Le saqué tema de conversación a Elizabeth, estaba tan solitaria en estos momentos como yo. Le agarré del brazo y la arrastré hasta Liam, cuando me dí cuenta de que no hablaba con nadie. Perfecta ocasión.

- ¿Qué es de tu vida Payne? La última vez volvistes del baño acompañado -le recordé. Liam y Eli se miraron, estában incómodos pero para eso estaba yo.

- No es aburrida del todo -se encogió de hombros.

- Pero sigo sin entenderlo ¿cómo puede ir uno al baño y volver con tres personas de más y que una de ellas sea el director? -preguntó Elizabeth, al parecer intentando encontrar la lógica de lo que sucedió. Me alegraba que Elizabeth se hubiese unido cortando del todo la tensión.

- Digamos que me cunde el tiempo, por así decirlo.

- Y tanto.

- Yo soy justo lo contrario -comenté. Y era verdad, las horas se me pasaban volando y no me daba tiempo de hacer nada.

- No te llega ni para pensar.

- ¡Oye! -me ofendí. El tiempo me iba justo pero para pensar y me sobraba.

- Vengo del baño pero es que antes me había equivocado de clase -imitó, o eso se supone, mi voz.

- Disculpa, pero la peor escusa fue la del otro, me he pegado veinte minutos esperando para hacer deporte con vaqueros, aunque se supone que tengo que hacer un examen la misma semana que he empezado -encajé la escusa de Harry. Era completamente absurda.

- Y tu escusa fue... -intervino Elizabeth.

- Acabo de ir al baño -contestó orgulloso.

- Esa, esa gana -dijo convencida y chocaron los puños. ¿Me lo están diciendo enserio? Primero se ignoran y después se unen para minarme la moral.

- No me hables -antepuse mi mano en frente de su cara, y me fui de allí dejándolos a los dos solos, que ya era hora.

- Soy la ama -me acoplé a Rocío y Janelle.

- ¿Ganastes el desafío al cara mafioso del brain training? -preguntó Rocío. Ojalá, ese cabrón se resiste todo el tiempo.

- Dejé de intentarlo hace años.

- Entonces deja de decir que eres la ama, porque no -negó Janelle.

- He conseguido que Liam y Elizabeth hablen solos, eso se merece un mérito -me quejé. No he hecho crecer una planta a partir de una lenteja en mi vida, pero esto es mejor.

Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora