Capítulo 4.

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Me desperté por la mañana, era notable, eso y que no me había sonado el despertador. Miré el móvil y eran las ¡08:00!

Me levanté lo más rápido que pude y fui al armario. Sin parar de mirar de arriba a bajo toda la ropa, pare mi vista y me centré seriamente. Cogí unos vaqueros, una camiseta de tirantes, y unas vans blancas con muchos mickys mouse pequeños.

Os preguntaréis que cuántas zapatillas tengo, pero el tiempo no me da para contaros la historia completa.

Me pinté las pestañas solamente, cepillé mi cabellera tirando de los enredones y haciendome daño en la cabeza. Me lavé los dientes lo más rápido posible, mientras con una mano sacaba y metía libros en la mochila. Hoy no desayunaría ya que no me daba tiempo. Metí en la mochila una bolsita pequeña de galletas, me puse una chaqueta y con el móvil y la mochila salí disparada hacia el instituto. Miré el móvil y eran las 08:20. Parecía que cada vez iba más lenta.

Tenía tres llamadas de Eleanor, dos de Andrea y millones de mensajes de Rocío, Janelle y Elizabeth. Llamé a Eleanor y le dije que llegaría tarde. Cuando entré no había nadie, asi que corrí aún más porque estarían todos en clase. El jefe de estudios, ya me había echado la bronca por llegar tarde mientras avanzaba por los pasillos. Empezamos bien el segundo día. De repente, alguien se unió a correr junto a mí aunque no le dí importancia. Al llegar a la puerta, los dos nos paramos y llamé a la puerta.

- ¿Se puede? -preguntamos al unísono. Su voz me resultó familiar, pero ni me molesté en mirarle, prefería utilizarlo como el juego de ¿quién es quién?

- Sí, pero están castigados. En el aula de castigados el primer recreo, y ahora tomar asiento porfavor -demandó la profesora de francés.

Mientras la profesora hablaba, intentana averiguar de quién era esa voz. No me salían nombres, ni siquiera repasando la lista de clase asi que me giré y vi el rostro de Harry bastante serio. Que cara, sus ojos verdes estaban bastante abiertos y no parpadeaba, su cara estaba pálida y parecía que en su vida había tenido hoyuelos ya que como dije antes, estaba bastante serio. Su cara me daba entre miedo y risa, la verdad no sé muy bien por qué. Tomé mi asiento y Andrea me dejó una goma de borrar escrita.

'¿Qué te pasó?'

'Me dormí'

'Pensé que te había pasado algo'

'Jajaja no. ¿Qué es esto de hablar por una goma?'

'Nuevo whatshapp. A que te mola'

'Sisi'

'Lo sabía ;)'

':D'

Ahí dejamos de hablar. Tengo que decir que lo que Andrea tiene no es una goma, es una ultragoma vamos era excesivamente grande. Tuvimos que borrar alguna vez para seguir escribiendo pero no estaba nada mal, te entretenías. El dedo se me tiñió de azul con la tinta. La clase terminó y tuvimos que ir al aula de plástica, esperé a las chicas y fuimos juntas.

- Tengo que contarte una cosa importante -sentenció Eleanor seriamente. Aquí viene la bomba, pensaba que tardaría más.

- Cuéntame.

- No, pero en el recreo -se negó. No quiero sentir intriga ni secretos de Eleanor. ¡Quiero saberlo ya!

- Pero está castigada -dijo Andrea. Se me había olvidado ciertamente.

- Es verdad -argumenté.

- Emm...Pues mañana por la mañana te lo cuento.

- Vale -acepté entrando en clase- pero que conste que hoy no duermo.

Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora