La sirena sonó pocos minutos después de que el director se hubiera ido. No me había molestado en sacar nada de la mochila, por lo que no iba a perder tiempo recogiendo. Bajé a clase de las chicas y esperé a que terminasen de guardar todo. Nos dirigimos a la parte trasera, donde las pistas de fútbol. Minutos antes, habíamos visto un gran barullo de chicos donde daban los balones, todo eran señales.
Estábamos hablando tranquilamente de nuestras cosas, cuando un balón aterrizó en el brazo de Janelle. Podríamos decir que eso ha sido tarjeta roja por agresión pero no me hagan mucho caso, yo no entiendo de fútbol. Esta se sobaba el brazo con la mano y se quejaba a la vez. Uno de los chicos, salió corriendo en nuestra dirección.
- Lo siento mucho ¿estás bien? -preguntó el chico recuperando el aliento. Normal, estaba en la esquina más lejana del campo más grande, como para no haber muerto.
- ¡Pues no! ¡Me has dado en el brazo! -gritó enfadada.- lo tuyo no son los penaltis ¿verdad? -dijo con cierto tono de sarcasmo.
- Para Janelle -intervino Elizabeth mirándole fijamente a los ojos.
- ¡No! ¡Mira cómo me ha dejado el brazo! -exclamó señalando su brazo con la marca del balón en rojo.
- Mira el lado bueno, ahora tienes un nuevo tatuaje -dije optimista. Era natural y gratis, además en cualquier momento se lo podía cambiar por otro balón más grande.
- De verdad que lo siento mucho -se disculpó de nuevo. En cierta parte, me daba pena. El pobre no hacía más que disculparse y Janelle le gritaba... También tiene su punto de humor.
- No me bast...
- Lo que quiere decir mi amiga es que no importa -intervino Rocío con el balón en las manos.
- ¡No! Yo no...
- Tú no querías haber sido tan grosera -intervino ejerciendo autoridad en Janelle. Rocío siendo siempre tan políticamente correcta.
- Si... pero desaparece de mi vista -le largó dando palmadas.
- Lo siento pero es muy histérica -le pasó el balón y ambos se sonrieron- eres una gruñona -cambió su cara a una de enfado.
- ¡Él me agredió!
- La pelota se le fue de lado, te dió pero vino a preguntarte como estabas y te pidió perdón ¡¿Qué más quieres?! -le regañó- lo más normal es que te hubiera gritado lo siento y si de paso le puedes pasar el balón.
- Pero me hizo daño -gesticuló como si fuese lo más importante de este mundo y Rocío le propinó un puñetazo en el brazo. Una grita y otra pega, pues vamos bien. Se quejó.
- Ahora te he pegado yo y no ha pasado nada, lo ha hecho él y le has espantado -mostró un claro ejemplo y Janelle comenzó a murmurar.
- ¿Qué dices? ¿Qué le vas a pedir disculpas? Ay, que maja es mi chica -la abrazó. Eli y yo reímos de como la había domado en segundos y dejamos de hacerlo cuando Janelle nos miró.
- Y que te ha molestado más, que Janelle le haya gritado como una madre a la que han pegado a su hijo o que haya humillado a ese tio bueno -preguntó Andrea divertida.
- Ambas -sonrió sin mostrar los dientes.
- Osea que he recibido un balonazo para que ligues, ¡¿y por qué no te lo ha dado a ti?!
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Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)
Fanfiction¿Hay algo peor que te toque siempre con el chico que odias? Si, que tu mejor amiga salga con el mejor amigo de él. _____ tendrá que soportar más de la cuenta a Harry, el chico que odia desde siempre. Pero todos estos sentimientos de odio puede que...