Capítulo 57.

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Apoyé las manos en el borde del lavabo, dejando caer todo mi peso en ellos y me miré fijamente en el espejo.

Última noche.

Los pensamientos se me remontaron y mi mente voló lejos de mi cuerpo. Era increíble que fuese a ser mi última noche con él antes de que se marchase lejos. A las cinco de la mañana iba a desaparecer y si no cogía un avión para ir a verle el tiempo se alargaría hasta mínimo que acabase el curso. Un trimestre sin todavía haberlo empezado.

Insufrible.

Mi ánimo descansaba bajo tierra con traje y corbata. Agarré el cepillo y lo utilicé para recogerme el pelo en una coleta alta pero floja. Lo dejé en su sitio de nuevo y con todo el desánimo del mundo me senté encima de la tapa del váter como una india. El que los pantalones de pijama fueran cortos hizo que me percatase de lo fría que estaba la tapa y aguanté hasta acostumbrarme.

¿Por qué tenía que acabar todo así? Ahora más que nunca pensaba que la vida me trataba mal, me odiaba, siempre iba en mi contra. Nunca podía estar tranquila, en cuanto todo iba bien, algo nuevo pasaba y lo alteraba todo.

Una lágrima se deslizó por mi mejilla. La sequé con mi mano y levanté la vista al techo para que las lágrimas se estinguiesen.

- ¡_____! -gritó mi madre desde a bajo. Me aclaré la garganta todo lo que pude.

- ¡Dime! -respondí lo más estable posible pero aun así al final me salió un pequeño gallo. Me aclaré la garganta otra vez.

- ¡Harry ha llegado!

- ¡Ya voy! -me levanté de la tapa y me miré en el espejo.

No estaba mal pero para asegurarme de que no se me notara tanto el desánimo, sequé mi mejilla repetidamente con mis manos y tosí para que la voz no se me cortase en mitad de una frase. Suspiré y bajé ligeramente las escaleras. Entré en la cocina y ambos me miraron detectando mi estado de ánimo.

Joder.

- ¿Qué te pasa? -me preguntó mi madre mientras me acercaba para besar a Harry.

- Nada -negué con la cabeza.- ¿Vas a salir al final? -pregunté desviando el tema principal de mí.

- Sí, a si que ser buenos y no montéis fiestas -advirtió apuntándonos con su dedo índice- me voy a cambiar -informó y salió de la cocina disparada.

Se largaba toda la noche y la casa era mía hasta entonces. Creía estar preparada para algo, pero no lo sabía con certeza. Había hablado con Eleanor, le había pedido opinión sobre el tema y me había ayudado bastante. Mi madre se iba a largar y tal vez fueran señales del destino o no pero algo tenía seguro:

Quería tener sexo con Harry Styles.

A estas alturas no me veía esperando a otro momento u otra persona. Había llegado el momento y solo confiaba en él para ello. Quería hacerlo antes de que se fuera y en cualquier momento cambiar de opinión gracias a mi mierda inseguridad. No tenía nada que perder, bueno sí, la virginidad pero de eso se trataba.

- ¿Qué te pasa? -pasó sus brazos por mi cintura y me pegó a él.

- Nada -tiré la cabezá atrás.

Enserio que no me apetecía nada hablar de ello, solo quería que me distrayese y olvidarme del tema por lo poco que nos quedaba.

- ¿Seguro? -frunció el ceño.

- Sí -contesté pesadamente- vamos a mi cuarto.

- Te llevo -me levantó del suelo y enrosqué mis piernas y mis brazos alrededor de él.

Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora