Capítulo 38.

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- _____, despierta -la voz de mi madre interrumpió mis más queridos sueños.

- Sí... ahora voy -dije sin abrir los ojos e intenté nuevamente dormir.

- Venga _____ que llegarás tarde -mi ahora mismo molesta madre volvió a interrumpir mis sueños.

¿Por qué no es sábado o domingo?

- Mamá, me duele la tripa -mentí.

Quería dormir, únicamente dormir. ¿Tanto pedía? El frío que hacía no ayudaba mucho a salir de la cama.

- ¿Mucho? -preguntó situándose enfrente mío.

- Sí -finjí con una mueca.

- ¿Y no puedes ir al instituto?

- A no ser que quieras que me ponga a devolver en mitad de la clase... te recuerdo que tú no puedes salir del trabajo para venir a buscarme.

- Okeey -se fue por la puerta.

- A mimir -murmuré feliz y volví a cerrar los ojos.

- Toma, por si te dan ganas de vomitar. Ahora, levanta -abrí mis ojos y la ví tendiendome una bolsa de plástico. Bufé y me levanté pesadamente de la cama.

Ya me habían amargado el día.

Eran las siete y media asi que ya no me daba tiempo a ducharme. Hoy me tocaba educación física, lo que significaba que me tenía que vestir como los abuelos que salen a andar juntos. Me dirigí al baño a pintarme, hacerme una coleta alta y después salí a hacerme la mochila.

Una vez hecha, bajé a desayunar y cuando era la hora me fui. Esto era una jodida rutina. Hacía frío, sí, lo bueno de tener educación física antes del recreo es que no tendría frío. Hay que ver las cosas buenas también ¿no? Junto a las chicas llegamos al instituto y entramos a nuestras clases.

Era una mañana fría, aburrida ¡Ni siquiera hoy habían dicho alguna estupidez! Era raro pero claro, ¿qué esperar de una clase en la que los que hacen gracia faltan o duermen y los que no hacen gracia están despiertos? Si se duermen, que sean todos de una vez. Prefería que no alargasen la clase preguntando cosas que no nos importan A NADIE.

Las siguientes clases en resumen fueron: cabreos de parte de la profesora de historia por no responder cuando preguntaba y broncas hacia Niall en clase de cocina por comerse los trabajos. ¿Un día más soso creen que hay? Los extraterrestres bajaron de sus naves y nos abducieron las ganas de vivir.

Ahora íbamos rumbo hacia el gimnasio, lo más apetecible era hacer deporte en el patio trasero a dos grados --notese el sarcasmo--. Entramos en los vestuarios y nos quedamos ahí sentadas para perder tiempo hasta que tuvimos que salir. Nos empezó a explicar yo que sé y tuvimos que tomar apuntes sobre yo que sé. Tan solo estuve mirando el suelo o comentando alguna tontería con Marcos.

El profesor cogió el radiocasete y puso música, nosotros tan solo teníamos que hacer los ejercicios que nos decía al compás. Parecíamos imbéciles, chasqueando los dedos mientras íbamos para delante o para detrás, ejercicios de aerobic... unos completos imbéciles.

Vaya día de mierda.

POV JANELLE.

- ¿9×4? -preguntó la profesora de matemáticas.

- Eh... eh... eh... ¡Espera no me lo digas que me la sé! eh... ¡36! ¡Eso era! -exclamó Chris.

- Vale, 36 ¿36÷3? -preguntó de nuevo.

- Eh... espera un momento... eh... ¡12!

- A ver si nos repasamos esas tablicas eh Chris, que ya estamos en segundo de bachillerato.

Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora