Capítulo 44.

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- Parece que va a llover -comenté mirando por la ventana.

- ¿A qué hora vienen? -preguntó Eleanor sentándose en mi cama.

-A las ocho y media, les dió por venir tarde -me encogí de hombros.

Normalmente solíamos quedar a las siete, pero tendrían cosas que hacer digo yo.

-Perfecto, nos queda toda la tarde por delante.

- ¿Y qué hacemos? -pregunté sin ganas.

- Hablemos -me tiró un peluche que cogí rápidamente al aire.

Vaya manera de hablar la suya.

- ¿De mi?

Intuía por dónde iban los tiros.

- Sí -asintió.

Preparense para un interrogatorio by Eleanor Calder.

- ¿Por qué estás amargada? -me miró tal como fingiendo tener el título de psicología.

- ¿Qué? No estoy amargada -la miré ofendida.

¿Desde cuando estaba yo amargada?

Rió sarcásticamente y se puso seria en un abrir y cerrar de ojos.

- ¡No estoy amargada! ¡Fin!

- Déjame ayudarte. Yo te pregunto algo y tú me respondes la primera palabra que se te pase por la cabeza -explicó.

- Vale -puse los ojos en blanco.

No me apetecía nada pero de una manera u otra iba a acabar haciéndolo.

- Perfecto. ¿Por qué cortastes con Logan? -preguntó rápidamente.

- Adivinas.

- ¿Por qué te peleastes con Harry? -intentó con otra pregunta.

- Adivinas -contesté de nuevo.

No estaba por la labor de contar nada sin un abogado presente.

- No vale decir todo el rato la misma palabra -frunció el ceño.

- Ok -respodí secamente.

- ¿Por qué te peleastes con Harry?

- Pregunta -me encogí de hombros.

- Ya te he preguntado.

- No -negué.

- ¿Cómo que no? Lo he hecho dos veces

- Una -contesté.

- ¡No me trollees! -me pegó y reí.

Al fin se dió cuenta.

- Enserio, por qué ¡Y no me hagas la broma de nuevo! -me advirtió con su dedo amenazante.

- Mentiroso -contesté.

- ¿Harry? -preguntó y en ese momento más de una sola palabra cruzó mi cabeza.

- Imbécil, estúpido -comencé a recitar como si leyera un poema.

- No te preguntaba so...

- Mujeriego, mentiroso -continué.

- _____, te pregun...

- Irritante, odioso -la interrumpí pero de un grito me calló.

- ¡Te preguntaba si hablabas de él! -gritó de nuevo desquiciada.- ¿Por qué lo insultas tanto? Hablas de él como del mismo demonio y todavía no sé por qué. Seguro que no lo sabes ¡ni tú!

Del odio al amor solo hay un paso (Harry y tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora