3. ¿Me das permiso?

3K 198 26
                                    

Andrea: increíble-vio cómo su padre se iba, dejándola allí con Samuel.

Samuel: no se preocupe Andrea-puso una mano en su hombro, esta se dio la vuelta mirándolo y volvió a ponerse nervioso-su... su... su padre solo quiere que se divierta-

Andrea: ya pero... No conozco a nadie aquí-miró a su alrededor observando a los invitados-prefería irme con él, la verdad.

Samuel: yo estaré a su lado, no tiene de qué preocuparse-le sonrió y ella se sintió mejor.

Y lo que Samuel le dijo fue cierto, no se separó de ella en toda la noche, la hizo partícipe de todas las conversaciones en las que estuvieron y le presento a muchísima gente para que conversase y se sintiese lo más cómoda posible impidiendo que tuviera algún momento para aburrirse.

En ningún momento dejó de admirarlo su forma de hablar, de expresarse y su mirada la tenían verdaderamente hipnotizada, se sonrojaba cada vez que le sonreía y sus nervios pronto se desvanecieron haciéndola entrar en confianza con la situación.

Samuel: ya se siente más a gusto, Andrea-acarició su brazo y ella lo miró encantada con ese gesto.

Andrea: la verdad es que si, gracias, me siento más cómoda-tomó un sorbo de su copa-por cierto, es increíble la cantidad de buenas obras que realizas en el pueblo, la gente habla maravillas de tus acciones.

Samuel: bueno-se rascó la cabeza-no es para tanto, su padre también colabora mucho.

Andrea: sí es para tanto, la idea de la escuela, está muy bien y escuché que han colaborado con el consultorio del pueblo, así que han hecho bastante los dos por este pueblo, cuando era niña no tenía casi escuela, por eso estudiamos en la ciudad.

Samuel: me gusta ayudar en lo que se pueda y necesite, no soy una persona que derroche a manos llenas lo que tiene en bienes materiales-Ambos se miraron a los ojos.

Andrea: me gusta-Andrea se dio cuenta de lo que acababa de decir y reaccionó-quiero decir que me gusta lo que hace-Samuel sonrió.

Samuel: no se preocupe, la entendí a la primera.

Andrea: ah, claro-rieron nerviosos y se hizo un poco de silencio.

Samuel: ¿Echa de menos la ciudad?

Andrea: la verdad es que no... Me siento muy a gusto aquí con mi padre y todos me acogieron bastante bien. Samuel: me alegro, eso significa que no volverá allí en bastante tiempo-ambos rieron.

Andrea: Soledad me contó que vives aquí solo, puedo preguntarle ¿Por qué?-Samuel suspiró.

Samuel: bueno, no tengo hermanos, mis padres ya no están y a diferencia de ti no tuve una nana tan amorosa que me cuidase... Sé que tengo un tío, pero hace muchos años se fue del pueblo por un problema con alguien de aquí, yo apenas tenía 2 años, sé que es abogado y que vive en Europa... pero en verdad no sé nada más de él...

Andrea: ¿Y no has pensado en buscarlo? Digo, para no estar tú solo en esta casa tan grande.

Samuel: Andrea, ¿Por qué tanto interés en que tenga compañía?-Andrea se sonrojó.

Andrea: perdona la imprudencia, es que, me sabe mal que un hombre como tú esté solo.

Samuel: tengo a tu padre... Él ha sido como mi padre también, no vivimos juntos pero lo visito muy a menudo.

Andrea: y puedes seguir haciéndolo... Nos gusta tu compañía, a los dos...-ambos se pusieron nerviosos y de nuevo se hizo el silencio.

Samuel: voy a saludar a un amigo, pero vengo ahora, permiso-dijo nervioso.

VUELVEME A QUERERDonde viven las historias. Descúbrelo ahora