VUELVEME A QUERER

29. No me separaré de ti

Llegó al rancho y se bajó del coche, le temblaban las piernas, apretaba su vientre con fuerza tratando de proteger a su hijo de todo lo que existiera, Samuel escuchó la puerta principal, supuso que sería Andrea y salió a su encuentro.

Samuel: ya estaba preocupado-y entonces la vio llena de sangre y con la ropa rota, su cara se descompuso y corrió hacia ella-¡ANDREA!-Andrea soltó un llanto y se lanzó a los brazos de su marido desesperada.

Andrea: ¡¡Ayúdame!!-Samuel se separó de ella y la examinó, toco todo su cuerpo en busca de alguna herida pero no tenía nada.

Samuel: ¿Qué te ocurrió mi amor?-tocó su vientre-¿El bebé?

Andrea: no, no, eso no, estamos bien-dijo envuelta en un mar de lágrimas-mi amor-volvió abrazar a su marido-¡¡¡maté a César Montalvo!!!

Samuel: ¿Cómo?

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Leonardo seguía taponando la herida de su hermano en lo que el médico llegaba.

Leonardo: aguanta César por favor, no puedes dejarme, tú no...-Gabriela entró en la casa, el silencio que en ella habitaba le pareció una mala señal por lo que buscó a sus hijos, entonces entro en el despacho y su rostro se tiñó de blanco al encontrar a sus hijos postrados en el suelo rodeados de sangre. Al ver la escena Gabriela soltó un llanto y se inclinó hacia su hijo

Gabriela ¡¡¡¡MI VIDA!!!!! ¿Qué te pasó?-se abrazó al cuerpo de su hijo manchándose de sangre.

Leonardo: yo... Tratamos de acabar con Andrea pero las cosas no salieron bien, mamá...-lloró agarrando el cuerpo de su madre que permanecía abrazando a su hermano.

Gabriela: ¡MALDITA SEA ESA ZORRA!-lloró

César: ma... mamá...-susurró casi sin fuerzas-está em... embarazada...-empezó a toser y de su boca salió sangre-di...dile a... a Paty... que... que la amo...-entonces miró por última vez a la persona que le dio la vida y de pronto su luz de sus ojos se apagó, su mirada se quedó fija, su cuerpo se volvió frio y ya no respiraba.

Gabriela: ¡NOO! ¡MI HIJO!-Leonardo y Gabriela comenzaron a llorar aferrados al cuerpo sin vida de César

Leonardo: mamá... Lo siento-Gabriela agarró la cara de Leonardo con rabia mientras las lágrimas de ambos rodaban por sus mejillas.

Gabriela: escúchame bien, vas a denunciar a esa zorra con la policía por matar a tu hermano, la vas a meter en la cárcel y cuando nazca su bastardo lo matarás para que sepa lo que es sufrir-Leonardo lloraba-Levántate-limpió sus lágrimas con dureza-tenemos que manipular todo esto para que la culpen a ella-dijo fríamente pero rota de dolor por dentro.

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Samuel: Andrea mi vida, cálmate y cuéntame que paso-Andrea respiró hondo y los llantos cesaron.

Andrea: Leonardo me propuso devolvernos tus terrenos y los de papá a cambio de unos pura sangre que tu tienes, me dijo que fuera a su rancho a firmar un documento para que no se la jugase y yo como una tonta accedí.

Samuel: pero Andrea... ¿Cómo hiciste eso? Debiste decírmelo...

Andrea: lo sé y no sabes cuánto me arrepiento de tomar esa maldita decisión, te juro que en cuanto llegué quise irme, pero fue tarde-lloro de nuevo-leí el dichoso documento pero algo en el ambiente no me cuajaba, todo estaba silencioso y quise irme, pero...me agarró, me tumbó sobre el escritorio-rompió en un llanto-trato de violarme, me rompió la ropa, me...-Samuel cerró los ojos y endureció el rostro.

Samuel: ¡MALDITO!-estampó el puño sobre la mesa-me las va a pagar, todo esto era una trampa, Andrea.

Andrea:-lloró arrepentida y Samuel la abrazó-en ese momento llego César diciéndole que yo estaba embarazada, que me dejase, pero él hizo todo lo contrario, no se detuvo y me golpeo, César le impedía que me pegase y entonces cogí un arma que había sobre el escritorio y empezamos a forcejear, de pronto se disparó contra César, él me dijo que huyese que me fuera, que Gabriela quería hacerme daño, trataba de protegerme Samuel y yo... yo... lo maté-comenzó a llorar-dios mío...