VUELVEME A QUERER

46. Entrégame a mi hija

Al día siguiente Andrea se levantó en su cama, miró a su lado y comprobó que todavía había rastro de la noche pasional que tuvo con su marido, le dolió decirle que por el momento era mejor no dormir juntos, a pesar de que en el fondo era lo que más quería, se levantó y pidió que le sirviesen el desayuno en la habitación mientras Alma todavía no despertaba, le daría tiempo a ducharse y a arreglarse.

Andrea: ¿Mi marido ya marchó?

Ama de llaves: sí, señora, se fue muy temprano.

Andrea: ¿Dijo algo sobre a dónde iba?

Ama de llaves: no, solo sé que cogió el caballo, así que supongo que irá a revisar el ganado a los límites.

Andrea: gracias-suspiro-más tarde vendrá alguien de mi confianza a cuidar a la niña, yo tengo que salir, tú tienes mucho que hacer en casa y no me gustaría ocuparte con la niña-la chica sonrió-te pido que nadie la moleste, ella estará en mi cuarto, si vienen visitas, sean quienes sean, les dices que ninguno de los señores está, que vuelva en otro momento.

Ama de llaves: de acuerdo señora, lo haré al pie de la letra-sonrió y se fue. Se tomó una ducha rápida y se vistió con un vaquero alto y una camisa blanca, al poco tiempo llegó Cayetana y entró despacio.

Cayetana: ¿Cómo están las niñas más hermosas del mundo?

Andrea:-susurro-nos pillas durmiendo abuela-rió.

Cayetana: ya veo, ¡que dormilona!-se inclinó sobre la cuna y la contempló dormidita.

Andrea: siéntate, ¿quieres algo de desayunar?-le ofreció.

Cayetana: no, desayune con Mariano y tu padre esta mañana, ¿la niña comió?-de pronto la niña comenzó a despertar y la escucharon gruñir levemente.

Andrea: no-soltó una risa.

Cayetana: ya veo, tu hacías igual, como se tardase un minuto en darte el biberón armabas cada escándalo que echabas la casa abajo-Andrea soltó una carcajada.

Andrea: ya será menos ¿no?-preparó su biberón-¿se lo das tu mientras me termino de arreglar?

Cayetana: ¡Claro!-cogió a la niña de la cuna y la colocó para darle el biberón, en seguida la niña se agarró al biberón y comenzó a alimentarse.

Andrea: en cuanto termine le entrará el sueño de nuevo, así que déjala en su cuna así no te cansa el brazo, ella se va durmiendo sola con que menees un poco la cuna, voy al baño de Samuel que es más grande-salió de la habitación y Cayetana terminó de darle el biberón a su nieta, como bien dijo Andrea, la niña bostezó y sus ojitos fueron cerrándose, la colocó en la cuna y comenzó a moverla con un movimiento suave y lento, efectivamente a los pocos minutos se durmió. Andrea entró en el cuarto de Samuel y entró al baño para terminarse de arreglar.

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Patricia llegó al rancho Gallardo dispuesta a volver a perturbar la vida de Samuel con sus exigencias, quería a ese hombre para ella sola y no permitiría que su hermana se lo arrebatase como si nada, pelearía por el y lo conseguiría costase lo que le costase.

Patricia: ¿Se encuentra Samuel?

Ama de llaves: lo siento, el señor no está, tendrá que volver en otro momento-entonces sonrió.

Patricia: ¿Y Andrea está? Soy la hermana de ella

Ama de llaves: oh... la señora Andrea salió sólo está la pequeña Alma, pero dio órdenes de no dejar de pasar a nadie lo siento, además esta con su cuidadora.

Patricia: entiendo, claro, gracias-sonrió y se dio la vuelta para irse mientras observaba como el ama de llaves se retiraba a la cocina entonces volvió a girarse, subió las escaleras rápidamente sin ser vista y llegó a la parte de arriba justamente a la habitación de Andrea-¿Hola?-Cayetana la escuchó y corrió a esconderse al baño para no ser descubierta, Patricia llegó al cuarto de la niña ya que Andrea dejara la puerta entre abierta, pasó, cerró la puerta y se acercó a la cuna-oh... mira, pero si estas durmiendo pequeña bastardita-Cayetana se asomó por la puerta del baño y observó sorprendida a Patricia al lado de la cuna de Alma-¿Qué te parece si damos un paseíto?-cogió a la niña en brazos con cuidado para que no llorase-a ver si desgraciadamente desapareces, eres un impedimento ¿sabes? Si tu no estuvieras Samuel estaría a mi lado, por eso lo mejor es que...