VUELVEME A QUERER

10. Patricia del Junco

Cuando el coche de Samuel llegó al rancho del Junco no se podía creer lo que estaba viendo, un montón de gente aplaudiendo y gritando, niños correteando por el césped, un montón de comida y bebida entre las mesas, banderines que adornaban los árboles, una pancarta que ponía "Feliz recuperación Samuel" e incluso una banda que amenizaba la fiesta, bajo con cuidado a la vez que miraba todo con la boca abierta e Ignacio se acercó a abrazarlo.

Samuel: ¿Es para mí?-se separó de Ignacio y miro a su novia.

Andrea: si... Quería festejar tu recuperación ¿te gusta?

Samuel: que si me gusta-la cogió y la alzó mientras dio una vuelta, al bajarla le dio un beso en los labios-me encanta- Gabriela carraspeó detrás de la pareja.

Gabriela: Samuel, cielo, me alegra que te hayas recuperado-lo abrazó-ya me enteré también de su noviazgo, me alegro por ustedes, pero me hubiese gustado enterarme por vosotros no por los chismes del pueblo.

Andrea: lo siento doña Gabriela, con la recuperación de Samuel no tuvimos tiempo para hacerlo oficial-sonrió levemente.

Leonardo: Andrea-se aceró a ella, pero ella lo miro con recelo-¿Cómo estás?-trato de darle un beso pero ella retrocedió a la vez que Samuel lo intercepto ofreciéndole la mano.

Samuel: Leonardo, César, me alegro de verlos.

César: igualmente, Samuel-lo miró intensamente-celebremos, ¿no? Pensábamos que te nos ibas-sonrió.

Samuel: pues tendrán Samuel para rato, yo creo.

La fiesta transcurrió maravillosamente, hacía muchos años que no se daba una fiesta en el rancho del Junco por lo que Ignacio se lo pasó de maravilla e incluso se animó a cantar alguna que otra canción con la banda que Andrea había traído para Samuel, todos se lo pasaron estupendamente. De repente un coche hizo su aparición en la entrada del rancho, del mismo se bajó una joven de estatura normal, con el pelo largo, negro y ondulado, sus ojos de color marrón, hermosos y brillantes, vestía un pantalón corto de seda color morado y un top blanco de tirantes.

Ignacio: ¡Patricia!-exclamó de repente Ignacio-mi niña-caminó hacia ella.

Patricia: ¡Papiiiii!-ambos se estrecharon en un fuerte abrazo.

Ignacio: mi niña estas preciosa-miro a su hija menor y le hizo un gesto de que viniese-por fin las tengo juntas mis pequeñas, cuanto anhele este momento-ambas se sonrieron diciendo con su mirada que se habían echado mucho de menos-¡Que siga la música! Hoy es un gran día y la fiesta tiene que continuar.

Patricia: aquí estoy hermanita-se dieron un abrazo.

Andrea: pensé que no vendrías, condenada-dijo riendo

Patricia: ¿vine en mal momento? Digo menuda fiesta tenéis montada.

Andrea: no te preocupes, es por la recuperación de Samuel...-en ese momento llegó Soledad.

Patricia: ¡No! Mi nana-la abrazó fuertemente-cuantos años sin verte, no sabes la falta que me hiciste.

Soledad: por fin las veo juntas de nuevo-agarró una mano de cada una de las hermanas-esto es un regalo, estoy tan orgullosa de lo que son ahora mismo-ambas sonrieron y se abrazaron a su nana, en ese momento Samuel carraspeó y ambas se dieron la vuelta. El mundo de Patricia se paró por un momento "que hombre tan apuesto" pensó, idea que se desvaneció cuando vio a su hermana agarrándolo del brazo.

Samuel: Patricia, te presento a Samuel, mi novio-dijo con una sonrisa.

Patricia: hermana, nunca defraudas, esta guapísimo-le dio un beso en la mejilla a Samuel-Debí hacerte caso y haber venido contigo, si lo llego a saber vengo antes que tu-Samuel comenzó a sonrojarse ante la mirada atenta de Andrea.