VUELVEME A QUERER

26. Embarazada

Samuel también dirigió la mirada hacía el objeto, se trataba de una prueba de embarazo "¡Claro! Como no me di cuenta antes" pensó: sus mareos, su apetito repentino, ascos, todo indicaba una sola cosa y era que su mujer estaba embarazada, la miro con dulzura y con una sonrisa le habló.

Samuel: ¿Está embarazada señora Gallardo?-Andrea levanto la prueba de embarazo para enseñársela con una amplia sonrisa, el objeto mostraba dos rallas, por lo tanto era positivo.

Andrea: ¡¡Si!!-rompió a llorar abrazando a su marido mientras a él se le cristalizaban los ojos de la emoción, de repente se separó preocupada-pero... no sé cuidar bebés, nunca di un biberón, ni bañe a ninguno.... Ay... ¿y si me llora mucho? ¿y si no sabemos cuidarlo?-Samuel comenzó a sonreír al ver que ya comenzaba a pensar como madre

Samuel: shh... Tranquila-tocó su vientre y automáticamente Andrea se calmó-le vamos a dar a esta criatura el mejor de los hogares y una cantidad de amor que no te puedes ni imaginar, estoy seguro de que seremos los mejores padres para él o ella-sonrió calmándola, ella suspiró y besó dulcemente a Samuel, pero de repente volvió a reaccionar.

Andrea: ay dios... Samuel... la borrachera que nos cogimos en la luna de miel-se tocó el vientre-no, no, tengo que llamar a Andrés, le puede pasar algo-salió del cuarto seguida de Samuel quien le quitó el teléfono de la mano.

Samuel: Andrea tranquila, ¿serás capaz de tener un hijo sin morirte de un infarto por cada cosa que se te pase por la mente?-Andrea se echó a reír.

Andrea: tienes razón amor... soy una exagerada, ya paro-lo besó y ambos rozaron sus narices.

Samuel: pensé que no serías capaz de hacerme más feliz de lo que fui cuando me casé contigo, pero veo que me equivocaba...-Andrea lo miró intensamente-te quiero con locura, a ti y a este pequeñín-tocó su vientre de nuevo haciendo que Andrea se sintiera plenamente feliz.

Andrea: yo también os quiero mi amor...

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Patricia: César como sigas colándote así en mi habitación nos van acabar descubriendo-él la besaba suavemente mientras salía de ella después de haberse acostado nuevamente, se echó a un lado y la abrazó.

César: habrá merecido la pena que me pillen ¿no?-se rió en bajito.

Patricia: déjate de bromas tonto, ya sabes lo que paso la última vez-dijo dándole un pequeño golpe en su pecho desnudo.

César: bah, mujer, tampoco fue para tanto-se incorporó mirando su espalda desnuda-Oye Paty, una pregunta-ella afirmó para que continuase-¿tú que me dirías si te pidiese matrimonio?-Patricia se giró estrepitosamente sonriendo.

Patricia: ¿Cómo dices?-César rió.

César: ¿Qué que me dirías si te pidiese matrimonio?

Patricia: ¡PUES QUE SI!-se tapó la boca al darse cuenta que grito mucho y ambos se rieron.

César: vaya, pues sí que es sencillo pedirte que te cases conmigo-susurró-

Patricia; ¿Estás hablando en serio mi amor?-abrazándolo.

César: y tan en serio-Patricia comenzó a llenarlo de besos mientras él se dejaba.

Patricia: pensé que nunca me lo pedirías, como dijiste en la boda de mi hermana que te parecía demasiado pronto y esas cosas...

César: pues ya ves, pero, ¿por el momento me gustaría no decir nada?-sacó una pequeña caja y la abrió dejando ver un pequeño anillo-me gustaría ir poco a poco... hace unas semanas que apenas se casó tu hermana y bueno... quiero planteárselo a mi familia primero ¿vale?-deslizó el anillo sobre su dedo con una sonrisa en los labios y la besó