Capitulo 16

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-Es un amigo de la infancia. Justo me encontré con él visitando a Rose y le dije mi número... Tal vez me está llamando para confirmar que es mi número. -digo rápidamente para salvarme de esta, últimamente he estado diciendo tantas mentiras juntas por culpa de Chad.
Noah se ríe, me da él telefono pero este deja de sonar. A los 10 segundos el teléfono vuelve a vibrar en mi mano y yo me dirijo al baño para contestar.
-¿!Señora Miller, como llegó a su casa!? -pregunta Chad con ironía y yo tengo unas ganas grande de golpearlo por hablarme así.
-¿Para que me estás llamando a esta hora Chad? -digo furiosa.
-¿No me digas que él señor Miller ya sabe que existo? -se ríe a carcajadas y yo le cuelgo, no estoy de ánimos para soportarlo. Chad puede ser un muy buen amante pero cuando quiere se convierte en una persona detestable.
-Preguntaba que como había llegado. Tú sabes, es demasiado tarde para andar por la calle -le digo a Noah saliendo del baño.
-No soy el único que se preocupa por mi esposa entonces. ¿Debería ponerme celoso? -dibuja una linda sonrisa en su rostro y me besa en la frente.
Nos acostamos en la cama y yo agradezco a Chad mentalmente que no haya vuelto a llamar.

Otro día más de trabajo, está vez tengo más obligaciones que antes por la junta que hubo con la compañía Hart, empiezo dese temprano y pierdo la noción del tiempo. Cuando veo el reloj por primera vez en horas me doy cuenta que ya es hora de salida y yo no cuenta me había dado. Voy donde Noah y me despido de él, y le digo que iré a buscar a Lauren, no me agrada la idea de encontrarme con Chad por el edificio después de que anoche le cuelgue por ponerme furiosa pero deseo hablar con mi única gran amiga.
Salgo de Miller y voy a los estacionamientos pero me detengo al ver la moto de Chad al lado de mi auto. ¿Chad está Miller? ¿Cómo lo dejaron pasar? Me cuestiono varias cosas y después se me pasa la idea de volver a la oficina de Noah, tal vez Chad ha ido a buscarlo, ¿no sería capaz o si?
Estoy por volver pero unas manos me tapan los ojos, cuando siento esas manos grandes y fuertes sobre mi rostro siento un alivio inmenso al saber que Chad está aquí y no dentro de Miller.
Aparto sus manos de mis ojos y me volteo, tiene una cara divertida y yo una de fastidiada, al parecer no está molesto por haberle colgado ayer.
-¡Chad! ¿!Qué haces acá!? ¿Cómo entraste? ¿Quién te dejo entrar? -pregunto y él se ríe.
-¿Por qué siempre haces tantas preguntas a la misma vez? -se burla de mí y lo miro furiosa; me voy camino a mi auto y él me agarra de la muñeca. Me jala hasta su moto y me entrega el casco, yo lo dejo encima del casco y me voy.
-No pienso ir a ningún lado contigo -digo mientras abro la puerta de mi auto. Veo que Chad se acerca rápidamente hacia me arrebata de las manos mi llave, cierra la puerta y se agacha para tomarme de las rodillas y colocarme encima de su hombro. Yo golpeo con mis manos su espalda y él no hace nada para bajarme. Por suerte no hay nadie en el estacionamiento pero esto ya se está saliendo de control.
-¡Bájame Chad! -reniego y él no dice nada. Cuando llegamos a su moto me sienta encima de esta, me besa la mejilla y me coloca el casco; él se sube a la moto y toma mis manos para que le rodee la cintura, yo me suelto peor hace un movimiento con la moto que me asusta y me agarro nuevamente de él.
-Coloca tu cabeza para el otro lado, así nadie se dará cuenta de que eres tú. -dice Chad antes de llegar al control del estacionamiento. Chad entrega el boleto del parking y se despide del señor que trabaja ahí. Ya tengo una idea de cómo ingreso al estacionamiento sin ser parte de Miller.
Vamos a una velocidad máxima, Chad maneja estupendamente la moto, se siente tan bien estar en esta posición y sentir el viento sobre tu rostro. Llegamos al edificio de Chad y deja su moto en el estacionamiento, él se baja y yo me quito el casco, él me mira divertido y yo coloco cara de fastidiada.
-¿No piensas bajar? -dice
-¡No! -respondo segura y me cruzo de brazos.
-A veces eres tan difícil -pronuncia Chad y se acerca a mí para volver a subirme sobre sus hombros. Yo vuelvo a patalear y golpearle la espalda y él ni se inmuta.
Subimos las escaleras para llegar a su apartamento pero él se detiene en media escalera y me baja rápidamente, creo que lo he golpeado muy fuertes que no podido soportar el dolor. Cuando estoy en el piso observo la cara de Chad que está con los ojos bien abiertos y me volteo a ver a quien le dedica esa mirada de sorpresa. La cara se me vuelve roja al ver a Lauren a cinco escaleras más arriba viéndonos divertida y sorprendida a la vez. ¿Por qué me sucede esto a mí?

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora