Nos vemos obligados a separarnos por la falta de aire. Nos quedamos viendo a los ojos por unos minutos, sin decir nada.
-Volvamos a intentarlo -susurra nuevamente y por una extraña razón me separo de él.
-No lo sé. Estoy muy confundida. Necesito tiempo.
Las dudas nuevamente invaden mi mente. Estoy enamorada de Chad pero algo me dice que todo esto no nos llevará a nada. Él no me da ninguna pista que quiera estar conmigo porqué realmente me quiere y desea estar conmigo. Tal vez solo sea un pasatiempo hasta que encuentre a la indicada, eso me dañaría demasiado.
-¿Cuánto? -la pregunta de Chad me distrae de mis pensamientos.
-¿Qué?
-¿Cuánto tiempo necesitas? -suena impaciente pero tranquilo.
-No sé.
Mis manos juguetean de lo nerviosa que estoy. Chad se levanta del sofá y se acerca a mí tomando mi rostro entre sus manos.
-Tómate el tiempo necesario -sonríe.- Solo te pido que nos sigamos viendo, que empecemos de cero, que nos comencemos a conocernos más para que vuelvas confiar en mí.
-¿Por qué? -pregunto con la intención de saber porqué quiere que sigamos con esto.
-¿Por qué? ¿Qué? -su rostro es de confusión.
-¿Por qué quieres continuar con esto? Ambos sabemos que no nos llevará a nada.
-Porque jamás había necesitado tanto a alguien -me mira con ternura y me besa nuevamente. Ahora sí que caí nuevamente en su juego, estoy tan enamorada de él que ya no me importa si lo que dice es verdad o no.
El beso se vuelve más intenso, con más pasión y me olvido del tiempo que le he pedido, lo necesito, lo necesito en mi vida, lo necesito dentro de mí.
Chad retrocede conmigo hasta el borde del sofá, él se sienta y me jala para que me siente en su regazo.
Mis piernas están abiertas sintiendo el miembro duro de Chad. Dios, que calor siento.
Las manos de Chad empiezan a recorrer mi piel debajo de mi camiseta para dormir, sus manos están tibias y cuando tocan mi piel me estremece. Sus besos bajan hasta mi cuello y yo gimo de placer; mis manos se dirigen hasta el borde de su camiseta toda arrugada y se la saco, veo nuevamente el cuerpo perfecto de Chad y depósito pequeños besos en su pecho.
Él me saca la camiseta y después me desabrocha el brasier, sus labios chupan uno de mis pechos y con su mano acaricia el otro. Extrañaba esa sensación que solo Chad me hace sentir; no espero más y bajo mis manos hasta la cinturilla de su pantalón para empezar a deslizar mis manos hasta abajo, quitándole su pantalón negro desgastado.
Chad hace lo mismo conmigo y baja mi pantalón de pijama, aprovecha para acariciar mis piernas y besar mi zona más sensible por encima de las bragas.
Chad se quita el bóxer y yo me quedo admirando su cuerpo desnudo por unos segundos, se vuelve a acerca a mí y desliza las bragas hasta dejarme desnuda frente a él.
Me siento nuevamente a horcajadas de él, su miembro entra lentamente en mí y yo jadeo de placer, cuando ya está dentro empiezo a menear las caderas encima de él para intensificar el placer de ambos.
-Joder, te deseaba tanto -gime Chad en mi oído. Como respuesta a sus palabras lo beso con necesidad y pasión.
Ambos llegamos a un clímax maravilloso que nos hace gritar el nombre de cada uno. Ha sido la noche más maravillosa después de varios días de dolor.
-Necesitabas tiempo -dice riéndose.
Yo sonrío ante su comentario y le doy un pequeño beso.
-Aún lo necesito. Esta noche ha sido una excepción -digo divertida.
Chad vuelve a reírse y me besa los labios para después bajar sus besos hasta mi cuello.
-No he podido curarte las heridas que tienes en los nudillos -digo cariñosa.
-No te preocupes, de todas formas ya no siento dolor.
Me alivia escuchar eso. Me acerco a él y rodeo mis brazos en su cuello, lo abrazo con tanto amor que sin darme cuenta unas pequeñas lágrimas caen de mis ojos.
Chad coloca sus manos alrededor de mi cintura y hunde su rostro entre mi cuello. Me limpio las lágrimas que tengo para que Chad no me vea y piense que soy una ridícula.
Me separo de él y lo miro a los ojos. Sin darme cuenta bostezo cerca a su cara y me tapo con las dos manos mi boca en señal de vergüenza.
-Lo siento.
-¿Estas cansada? -pregunta Chad levantándose del sofá.
Asiento y él empieza a vestirse. Termina de colocarse la camiseta y se dirige hacia la puerta.
-¿A dónde vas? -pregunto terminado de vestirme.
-Necesitas descansar, será mejor que me vaya.
-No por favor -digo rápidamente- quédate esta noche conmigo.
Chad me da una sonrisa que nunca antes la había visto.
-¿Lo dices en serio?
Asiento devolviéndole una sonrisa única y él se acerca a mí y me abraza. Cuando nuestros rostros se separan nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos para luego tomarnos de la mano e ir hasta mi dormitorio.
Sé que meter a otro hombre en la cama que compartimos Noah y yo me vuelve una gran zorra pero realmente necesito a este hombre a mi lado para estar tranquila y no sentirme tan sola.
Cuando estoy apunto de dormir siento unas caricias en mi cuero cabelludo, la mano de Chad me acaricia la cabeza muy tiernamente que me derrite el corazón.
Siento como el pecho de Chad se infla y se desinfla a causa de su respiración, estoy en una posición tan cómoda que si por mí fuera no me levantaría de esta cama nunca.Estiro mi brazo hacia el otro lado de la cama y no siento nada, eso me alarma y me hace abrir los ojos de golpe. Chad no está.
Me paso las manos por los ojos para poder despertarme completamente, me levanto de la cama en busca de él, voy al baño, a la sala, a la cocina, a la oficina de Noah, al pequeño gimnasio que tenemos pero nada.
Una gran decepción me invade, Chad se ha ido sin decir nada y sobretodo sin despedirse. Vuelvo a mi cuarto con un vacío muy grande en mi corazón, camino hasta mi cama para acostarme nuevamente pero una pequeña hoja encima de mi cómoda me llama la atención.
Buenos días. Perdón por irme sin despertarte pero tengo cosas que hacer, ¿salimos más tarde?
Un poco más tranquila me deja esta nota pero de todas manera me entristece no haberlo visto despertar.
Cojo mi celular que se encuentra al lado y le envió un mensaje a Chad respondiendo a su pregunta.
Me encantaría.
Dejo mi celular y vuelvo a mi cama para dormir una hora más.
El sonido de mi celular me despierta de mi sueño, mi corazón empieza a latir más rápido al pensar que es Chad llamándome pero cuando veo el nombre de Noah en la pantalla mis ilusiones desaparecen.
-Buenos días cariño. ¿Cómo has amanecido? -dice Noah imaginándolo con una gran sonrisa.
-Buenos días. Yo bien y tú ¿qué tal? ¿Cómo van las cosas por allá?
-Todo estupendo. El nuevo edificio de Miller está quedando excelente, deberías verlo.
Sonrío ante la emoción de mi esposo. Una parte de mí se alegra al escuchar a Noah y saber que está bien, con todo lo sucedido me había olvidado llamarlo para saber de él.
-Es bueno escuchar eso -respondo.
-Cariño, te tengo una gran noticia -dice Noah entusiasmado.
-¿Cuál es? -pregunto curiosa.
-He comprado la mejor aerolínea de Carolina del Norte -grita emocionado.
Me sorprende la noticia. Desde hace un tiempo Noah quería invertir dinero en algo nuevo y me alegra oír que ha conseguido lo que tanto esperaba.
-Felicidades. Estoy muy feliz por ti.
Noah agradece y me empieza a contar todo sobre cómo consiguió comprar la aerolínea.
Al terminar de hablar con Noah, camino hacia el baño para darme una refrescante ducha, tengo que ir a la oficina para la junta que Noah ha dejado reservado, al parecer él se quedara unos días más en Carolina del Norte y necesita que yo lo reemplace en todas sus juntas.
Cuando llego a la empresa saludo a todos y me dirijo a la oficina de Noah, para revisar todos los documentos que serán presentados en la junta y poder llegar a un acuerdo con todos los accionistas de la empresa.
Terminado la junta me voy a mi oficina para continuar trabajando.
El sonido de mi celular avisándome que tengo un nuevo mensaje me distrae de mi trabajo. Tomo mi celular y al ver el nombre de Chad en ella me hace sonreír.
Estoy abajo.
<<Chad ha venido a recogerme>> pienso con una sonrisa tonto en mi cara.
Bajo en diez minutos. Besos.
Unos golpes en la puerta hacen que deje mi celular a un lado para continuar con lo último de mi trabajo.
-Señora Miller, ya se encuentran todos los documentos en la oficina del señor Miller -dice Miranda.
-Gracias Miranda. Esos documentos los revisaré mañana -digo.
-Como usted diga señora Miller, hasta mañana -se despide Miranda saliendo de mi oficina.
-Hasta mañana.
Termino todo el trabajo de hoy y salgo en busca de Chad. Me despido de todos los trabajadores de la empresa y camino hacia salida esperando ver la moto de Chad estacionada al frente de la empresa.
Dejo de caminar al ver una escena tan extraña y que causa una sensación muy rara dentro de mí. Chad y Miranda discutiendo en medio de la calle.
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Un Placer Haberte Conocido
Romance¿Qué sucede si encuentras al amor de tu vida en tu despedida de soltera? Allie Wilson, una joven muy segura de sí misma, con su vida muy bien organizada y sin problemas; estaba a un día de casarse con el que pensaba era el amor de su vida, el exito...