Capitulo 53

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Allie Wilson:
Querías saber el porqué de tanta desconfianza, querías saber más de mí. Eres la única persona que conozco a la que le interesa saber sobre mi pasado. Dijiste que querías saber más sobre mi vida, que das todo de ti y que no recibes nada a cambio. Pues mediante este cuadernillo te hago saber el porqué de mis reacciones cada vez que me preguntabas sobre mi pasado.
Mi familia no es una del cual puedo sentirme orgulloso, tengo un padre que se acuerda que tiene un hijo cada vez que quiere presumir uno de sus logros como abogado pero tengo una madre que lo único que hace es preguntarme si estoy bien cada vez que me llama. A veces siento que no merezco tener una madre tan buena, amorosa y perfecta como lo es ella.
Soy hijo único como sabes y siempre he tenido todo lo que quería a la hora que quería, mi madre era la que me engría y mi padre lo único que hacía era sacar su billetera y sacar los dólares que yo le pedía. Me sentía el tipo más afortunado del mundo al tener un padre millonario y una madre muy buena pero eso cambió cuando me enteré que mi padre le había sido infiel a mi madre desde que se casaron. Mi madre sufrió tanto cuando se enteró y yo me sentí un inútil cada vez que veía llorar a mi madre en su dormitorio a solas y yo no podía hacer nada para alegrarla. Tenía 14 años cuando eso pasó, y me di cuenta que la vida que había tenido era superficial y que mi familia no era como las demás, llenos de amor y felicidad. El cariño que sentí alguna vez por mi padre se esfumó, gracias a él mi familia se había destruido.
Llegue a Washington a penas de 19 años. Comencé a estudiar en la UCW y fue ahí donde conocí a Patrick, el popular de toda la fraternidad. Éramos inseparables. Gracias a él empecé a salir con varias chicas al mismo tiempo, tomábamos sin control en cada puta fiesta que había, cada noche teníamos sexo con cualquier tipa que se nos ofrecía. No me había dado cuenta que me había convertido como mi padre simplemente por sentirme el más popular de la fraternidad. Fue ahí cuando conocí a Miranda, esa chica dulce, sencilla y poco ingenua. Esos ojos verdes y ese cabello rubio rizado perfecto me atraparon desde que me beso de sorpresa cerca al estacionamiento de la universidad.
La amaba joder, la amaba. Por ella deje de comportarme como un verdadero idiota. Fue así como deje de ser amigo de Patrick, él comenzó a tratarme como lo hacía con los demás. Fue tanto la mierda que me hacía que una noche que Miranda y yo estábamos celebrando nuestro primer mes de novios se atrevió a tocarle el culo a Miranda. Reaccioné de la peor manera, jamás pensé que podía golpear tanto a alguien hasta llegar a romperle la nariz. Esa noche Patrick me juró que se vengaría de mí a lo cual yo hice caso omiso.
Él y yo nos odiábamos, cada vez que nos encontramos por los pasillos nos comíamos vivos con la mirada, era insoportable la tensión que viví el resto de mis años en la universidad pero Miranda era la única que me hacía soportar todo eso.
Fue tanto el amor que sentía por ella que decidí pedirle que fuera mía por el resto de mi vida. Estaba tan nervioso aquella vez, varios compañeros de la fraternidad me ayudaron a preparar la mejor pedida de mano de la vida.
Los ojos de Miranda se llenaron de lágrimas cuando le pedí que se casara conmigo, ella aceptó sin dudarlo y yo me sentí el hombre más feliz, por primera vez me había sentido feliz.
Después de varios meses, sentía que Miranda no se comportaba con antes, la sentía más distante y extraña. Faltaba tan poco para nuestro matrimonio y pensé que ella se comportaba así por lo nerviosa que se sentía.
Cuando llega el día de nuestro matrimonio, yo estaba explotando de alegría, la felicidad no cabía en mi pecho. Me sentía el hombre más afortunado, había conocido a la mujer de mi vida y compartiría mis días junto a ella.
Me encontraba ya en la iglesia cuando recibí la peor noticia que alguien le puede dar a un hombre enamorado Que tu prometida no llegará a la boda por irse con otro.
Ese día sentí tanta rabia, quería matar a alguien y ya sabia a quien, a Patrick. Ese hijo de puta había enamorado a Miranda a tal punto que decida irse con él y dejarme plantado en medio altar. Se había vengado por lo que le había hecho y buscó la peor manera de vengarse. Jamás pensé que Miranda se iba a enamorar como una estúpida de Patrick. Juré ese día no volver a enamorarme otra vez. Comencé nuevamente a ser ese tipo que jugaba con las mujeres, me revolcaba con quien quería.
Conocí a Matt una noche  que fui a un bar de mala muerte. Él era el barman de ese sitio y me ofreció un tequila al verme con una cara de imbécil. Cada noche recordaba a Miranda y su puta traición.
Matt y yo nos hicimos amigos, es ahí cuando me propuso la idea de trabajar como stripper. Nunca en mi puta vida pensé que trabajaría de stripper, pero creí que era necesario para olvidar todo lo que había pasado con mi vida además de darme mucho dinero y follar con quien quisiera, así fuera la misma novia.
Es ahí cuando te conocí. Desde que te vi por primera vez, toda nerviosa y preocupada que tu futuro esposo no se entere que había hombres en tu despedida de soltera.
Siento una conexión tan fuerte dentro de mí que hace que no pueda alejarme de ti. Sé lo aterrada que estas por engañar a Noah pero es algo que ninguno de los dos puede evitar. No he confiado mis sentimientos así con nadie, eres la primera y quiero que realmente valga la pena, siento que lo vales. No sé que mierda siento por ti pero me es imposible mantenerme lejos, te necesito y te deseo. Ha sido un placer haberte conocido y lo te lo diré las veces que sea necesario.
Querías saber quién era. Querías saber con qué tipo de persona te estabas liando pues ahora lo sabes Allie Wilson. Conoce al verdadero Chad Stone.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora