Noah se acerca al instante que me arrodillo para recoger el plato que he roto.
-Déjalo ahí -me ordena-, no quiero que te lastimes.
Estoy muy nerviosa, la idea de tener un hijo me aterra y me hace sentir inútil.
-¿Estas bien? Te has puesto nerviosa -dice Noah sonriendo mientras recoge algunos pedazos del plato roto y tirándolos a la basura.
-Si, estoy bien -río nerviosa.- Solo que el tema me ha tomado por sorpresa -admito.
Noah me toma de los codos y hace que lo mire a los ojos.
-No quiero asustarte con este tema pero... -me acaricia las mejillas con los dedos-, quiero tener niños corriendo por nuestro hogar, quiero escuchar a un pequeño decirme papá y a ti mamá, quiero formar mi familia contigo ya.
Las palabras de Noah no me ayudan en nada. Tan solo pensar que cuidaré de un niño me asusta, no sería capaz de cuidar de un pequeño con la clase de vida que estoy llevando en estos momentos. Jamás habíamos hablado de hijos con Noah, es más, yo sentía que jamás iba a poder ser madre porque no me siento preparada para serlo. Pero no puedo decirle eso a Noah, lo haría sentir miserable.
-¿No crees que necesitamos más tiempo antes de pensar en tener un bebé? -pregunto nerviosa ante lo que me pueda responder.
Noah camina y se coloca detrás de mí, rodeando sus brazos en mi cintura y hablándome al oído.
-Yo sé que eres la mujer de mi vida y creo que no necesitamos más tiempo para formar nuestra propia familia -replica Noah con mucha seguridad-. No te estoy pidiendo que tengamos varios hijos de una vez -bromea-, pero si que vayamos planificando tener al primero en algunos meses.
Me suelta y me mira fijamente. No sé qué decir. Este tema no me está llevando a nada bueno. Quiero a Noah, me lo repito millones de veces, pero la felicidad que antes solo él me la daba ahora Chad me la brinda y con mayor intensidad.
Tener un hijo a estas alturas sería cruel de mi parte. No podría estar esperando un bebé cuando en mi corazón y en mi mente solo está Chad Stone.
¡Allie! -exclama Noah volviéndome a la realidad.
-Lo siento -digo rápidamente-. ¿Te parece si dejamos este tema para después? No me siento bien -gruño.
Noah asiente cabizbajo.
Se me cae el alma a los pies cuando veo la cara de decepción de Noah. Traté. Traté de pensar en una manera menos dolorosa de decirle que aún no me siento capaz para ser madre y peor aún de continuar con nuestro matrimonio. pero no lo conseguí.
Noah sale de la cocina y me deja sola. Lágrimas se empiezan a acumular en mis ojos y la desesperación que siento es tan grande. Me encantaría decirle a Noah que me parece estupenda la idea de ser padres pero eso hubiera sucedido si continuara enamorada de él.
Me quito las lágrimas de los ojos con las manos y camino hasta mi dormitorio.
Cuando llego veo a Noah sentado en la cama contra la cabecera leyendo unos papeles.
Me pongo la ropa para dormir. Noah no me mira. Me muevo por todo el cuarto pero Noah sigue atento a su lectura. Sé que está dolido por lo que le he dicho, lo vi en sus ojos, en su rostro y me arrepiento de la tontería que dije hace un rato.
-¡Perdóname! -ruego-. Me siento bien para hablar de ese tema, solo me tomó por sorpresa y no sabía cómo afrontarlo. Soy una cobarde -continuo hablando sin mirarlo sentadome al pie de la cama.
Siento que Noah se levanta de esta y bordea la cama para ponerse frente a mí. Se pone de rodillas y me acaricia la mejilla.
-Sé que ese tema lo saqué de la nada pero el día de ayer en la empresa me encontré con Connor Blaise de la mano con una niña muy linda. Me contó que era su hija y que lo mejor que le pudo haber pasado fue tener a su primer hijo junto a la mujer de su vida. Y yo quiero que suceda eso con nosotros. Quiero que seamos una gran familia porque tú eres la mujer de mi vida -. Me siento idiota. Tengo al mejor hombre que cualquier mujer desearía tener al lado como esposo pero que no amo. Simplemente estoy enamorada de la persona más difícil que pueda haber. Si bien la personalidad de ahora de Chad se debe a lo sucedido a su pasado no cambia que Noah es mucho mejor que él. Chad y yo conectamos, pero a la vez no. Nos entendemos, pero a la vez no comprendemos qué pasa entre nosotros. Desde que Chad llegó a mi vida hace solo cuatro meses, todo la confianza, la tranquilidad y el supuesto amor que sentía por Noah se desvanecieron. Ahora solo me queda pensar que tengo a un hombre que no merezco como esposo y que al hombre del cual realmente estoy enamorada solo lo tengo como un <<amante>> y sin saber si algún día lo escucharé decir que soy yo la mujer de su vida.
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Un Placer Haberte Conocido
Romance¿Qué sucede si encuentras al amor de tu vida en tu despedida de soltera? Allie Wilson, una joven muy segura de sí misma, con su vida muy bien organizada y sin problemas; estaba a un día de casarse con el que pensaba era el amor de su vida, el exito...