Capitulo 42

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Despierto de un profundo sueño. Tardo segundos en recordar dónde me encuentro, las luces de la habitación están apagadas y solo el reflejo de la luz exterior me permite ver el rostro de Chad. Duerme tranquilo, una ligera capa de sudor en su frente se hace presente, su brazo se encuentra rodeando mi hombro mientras mi cabeza se encuentra recostada sobre su pecho.
No quisiera abandonar este momento tan único pero mi celular no ha dejado de vibrar. Cuando trato de sacar el brazo de Chad, este se mueve pero no se despierta.
Tomo mi teléfono y veo las cinco llamadas perdidas de Noah y los diez mensajes. Me levanto de la cama y camino hasta sala de estar. Marco el número de Noah para tranquilizarlo.
-¿Allie, donde estás? Te he llamado varias veces y no contestas ninguno de mis mensajes -grita preocupado al otro lado de la línea.
-Lo siento. Estoy en casa de Lauren, ya voy para el apartamento -excuso.
-Esta bien, te espero -contesta Noah más tranquilo.
-No puede vivir sin ti. -La voz divertida de Chad a mis espaldas me asusta mientras cuelgo el teléfono.
Me giro y lo veo puesto solamente el bóxer. Su torso desnudo me distrae por unos segundos antes de contestar:
-Estaba preocupado por mí -digo acercándome a él y rodeando mis brazos por su cintura.
-Pues debería dejar de hacerlo -gruñe Chad colocando sus brazos encima de mis hombros.
-Es mi esposo, Chad.
Admitir eso en frente de Chad aumenta la tensión entre nosotros.
Me separo de él y me vuelvo al dormitorio para vestirme completamente.
Cuando termino, me despido de él con un largo beso que hace que no quiera irme nunca.
-¿Cuándo nos vemos? -me pregunta Chad con un puchero en los labios.
-¡Sorpréndeme! -exclamo- es lo mejor que sabes hacer.
Salgo del apartamento de Chad para ir a casa. Cuando llego Noah está frente al computador con un rostro preocupado.
-Hola -digo con timidez. Ni bien termino de hablar Noah se acerca a mí y me da un fuerte abrazo.
-Estaba tan preocupado por ti. Es la segunda vez que me haces esto -dice Noah con algo de reproche.
-Lo siento. Pero sabes cómo es Lauren de conversadora y me cuenta cada cosa que olvido de llamarte.
-Está bien, te perdono - me contesta Noah con una sonrisa en los labios.

Me despierto temprano para continuar con la rutina de todos los días.
Llego a la empresa y Miranda me dice todas las juntas que tenemos para hoy, además de los documentos por firmar. Pensar que por culpa de ella Chad y yo hemos estado peleando últimamente, ella es culpable de que Chad ya no confíe en nadie y eso me enfurece aún más.
<<Cálmate Allie>> me dice mi subconsciente.
Llega la hora de salida y espero con tantas ansias la moto de Chad a las afueras de Miller, deseo verlo otra vez así hayamos estado juntos ayer.
Por una extraña razón hoy no me ha enviado ningún mensaje y estoy consciente de eso ya que he estado mirando mi celular cada cinco minutos esperando por ver su nombre en mi bandeja.
Salgo de Miller pero la moto de él no está. Siento una gran decepción de no verlo al frente y las esperanzas de verlo hoy se van.
Cuando llego a mi auto lo primero que decido hacer es ir a comprar las cosas para la casa. Un poco más relajada después de realizar todas las compras me voy a casa para tomar una ducha y descansar.
Llego a mi edificio y bajo del auto con todas las bolsas en mis manos. Cuando salga del ascensor empiezo a buscar las llaves de la casa, con tantas bolsas en las manos no puedo encontrarlas. Trato de que ninguna se caiga pero es inevitable, todas las cosas dentro de la bolsa se esparcen por el suelo y con vergüenza a que alguien haya visto mi torpeza empiezo a recoger todo.
-¿Te ayudo? -dice un hombre al que solo veo los zapatos.
-No en necesario, yo... -no termino de hablar cuando veo a Chad frente a mí con una sonrisa de oreja a oreja.
Él empieza a recoger las cosas que faltan y las coloca dentro de la bolsa que llevo en la mano.
-Estaba usted muy distraída señora Miller -pronuncia Chad con un tono irónico.
-Solo buscaba mis llaves -digo aún en shock. Tener a Chad frente a mí en mi edificio me ha dejado sin palabras.
Él se acerca para darme un beso pero yo lo esquivo.
-Aquí no. Alguien podría vernos -digo empezando a mirar para todos lados.
-¿No quieres que te vean conmigo?  -pregunta Chad con un tono de decepción pero divertido.
-En este edificio todos me conocen como la "señora Miller" -digo con sarcástica las dos últimas palabras.
Chad y yo con bolsas en manos caminamos hasta mi apartamento. Cuando estamos en la sala de estar la necesidad de sentir nuestros labios juntos es más fuerte que cualquier cosa; nos besamos con pasión y con deseo.
-Si que me has sorprendido -susurro encima de sus labios brindándole mi mejor sonrisa.
-Soy todo un experto en eso -replica Chad divertido acariciando mi mejilla con el pulgar.
Nos separamos y llevo de la mano a Chad hasta la cocina y colocar todo lo comprado en orden.
Cada minuto qué pasa no podemos dejar de reír, preparo algo para comer mientras él empieza a decir cosas sin sentido que lo hace ver muy tierno.
-Es lo mejor que he probado en mi vida -dice Chad disfrutando del pastel de naranja que he preparado.
Sonrío ante su comentario y junto nuestros labios como señal de agradecimiento.
El sonido de unas llaves a las afueras del apartamento hace que me separe de él. Antes que pueda levantarme de la silla veo a Noah en el umbral de la puerta con una sonrisa de confusión.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora