Capitulo 50

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A la mañana siguiente, me despierto temprano para prepararle a mi madre el desayuno antes que se vaya.
Le llevo en una bandeja el jugo de naranja, unas tortillas y jamón. Cuando abro la puerta, ella aún sigue durmiendo, por lo que dejó la bandeja sobre la mesita de noche y me acerco a ella para despertarla.
Me recuesto sobre la cama y empiezo a mover suavemente el hombro de mi madre. Ella se despierta y me sonríe al verme.
-Buenos días -saludo a mi madre.
-Buenos días pequeña. ¡Qué sorpresa tenerte por acá tan temprano! -dice divertida.
-He venido a traerte tu desayuno favorito: jugo de naranja, tortillas y jamón -respondo tomando la bandeja y colocándolo frente a ella.
Mi madre se sienta en la cama y apoya la espalda en la cabecera, coloca la bandeja sobre sus piernas y empieza a comer.
-Está delicioso. Muchas gracias cariño -dice con una sonrisa en los labios. Yo le sonrío como respuesta.
-¿Y Noah? -pregunta.
-Se está alistando para ir a trabajar. Yo iré después porque primero tengo que llevarte al aeropuerto -digo levantándome de la cama y buscando la maleta lista de mi madre.
Hace un mes que mi madre y padre ya no viven en Seattle, se mudaron a California para que mi padre continúe con sus negocios por allá. Fue duro al principio alejarme de ellos ya que los tenía cerca pero ahora que mi madre me ha prometido que vendrá a verme en unos meses junto a mi padre me emociona demasiado. Extraño demasiado a mi papá y me encantaría que los dos estuvieran viviendo en mi casa por un buen tiempo.
Mi madre termina de desayunar y empieza a alistarse para llevarla al aeropuerto, yo también termino de desayunar y me alisto. Antes que se vaya a Miller, Noah se ha despedido de mi madre y pidiéndole que regrese pronto a lo que mi madre encantada acepta.
Con las maletas en el carro, mi madre y yo nos dirigimos al aeropuerto.
-¿Vas a conversar con Noah? -pregunta refriéndose al tema que sucedió ayer.
-Si -digo dudosa.
-Es lo mejor para ti y Noah, Allie. No puedes seguir engañándolo fingiendo que lo quieres.
-Lo sé mamá. Voy a pensar en lo que voy a hacer -la miro a mi madre diciéndole con la mirada que aún no podré hacerlo pero que si lo haré.
Ella me acaricia el cabeza y yo sonrío ante su acción.
Llegamos al aeropuerto, bajamos las maletas y caminamos hacia la recepción para hacer el check in.
Cuando ya es tiempo que mi madre espere para abordar el avión, nos despedimos con un fuerte abrazo y con lágrimas en los ojos.
-Vendrás pronto ¿verdad? -digo con la voz entrecortada.
-Si cariño, vendré pronto y con tu padre -contesta mi mamá con una sonrisa-. Estoy para ti siempre Allie, si necesitas mi apoyo no dudes en llamarme -dice mi madre y yo asiento moviendo la cabeza.
Mi madre se va y yo continúo con lágrimas en los ojos, es difícil separarte de la mujer que te apoya en todo por bastante tiempo.
Cuando llego a mi auto, las lágrimas ya cesaron. Me dispongo ir a casa primero y luego a Miller pero antes que ponga el carro en marcha el nombre de Chad aparece en mi celular.
-Buenos días cariño -dice Chad imitando la voz de Noah lo cual me hace sonreír.
-Hola -digo sin ánimos.
-¿Qué pasa? ¿Estás bien? Te siento triste -pregunta Chad preocupado.
-Acabo de despedirme de mi madre. Si, estoy bien, un poco melancólica porque no la veré un buen tiempo -respondo cada pregunta en orden como él las preguntó.
-¿Hablaste con ella... sobre lo sucedido ayer? Espero no haberte causado ningún problema con ella o con tu esposito.
-Si hablamos. Estaba tan decepcionada de mí. -Las lágrimas vuelven a mis ojos cuando recuerdo como la decepción en el rostro de mi madre aumentaba cada vez más.
-¿Qué le dijiste? -pregunta.
-No quiero hablar de eso ahora -digo evitando contarle que le confesé a mi madre que estoy enamorada de él y que intento alejarme de todo esto y evitar hacerle daño a Noah pero me es imposible porque no soy capaz de estar alejada de Chad.
-Está bien -contesta Chad aceptando mi decisión.
-¿Quieres que vaya a verte? -pregunta y yo enciendo el carro para irme a casa.
-No. Hoy no -salgo del estacionamiento del aeropuerto y manejo hasta casa.
-Está bien -dice Chad decepcionado.
-Hablamos luego ¿si? Estoy manejando.
-Como quieras. Adiós -dice tiernamente.
Corto la llamada sin despedirme. Necesito estar sola y pensar en lo sucedido. Mi madre tiene razón, creo que es bueno terminar con esto y contarle de una buena vez a Noah que ya no siento lo mismo por él pero siento que cometería un gran error. Chad no me da una sola razón para renunciar a todo solo por él. No confía en mí, no sé nada de su vida y lo peor de todo que no siente lo mismo que yo. Creo que doy mucho de mí a una persona que tal vez no lo valora y que a lo peor solo pasa el rato conmigo. Trato de quitar esas ideas de mi mente pero lo único que logró es que siga pensando que lo mío con Chad no llegará a nada serio nunca.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora