Capitulo 73

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Me encuentro bajo sus brazos, el único lugar donde quiero pasar el resto de mi vida. Jamás pensé encontrar un lugar que me gustara tanto.
Tengo a Chad a mi lado, durmiendo, con un rostro tan tranquilo, el cabello todo enmarañado y con el torso desnudo. No puedo dejar de observarlo. Es el hombre más hermoso, con unos ojos maravillosos y unos labios que besaría hasta sangrar.
No puedo contener más la emoción de poder celebrar su cumpleaños junto a él. Quiero que sea un día especial en donde él sea el único motivo de nuestra felicidad.
Luego de conversar con Lauren acerca de la sorpresa para Chad, él me llamó para decirme que ya había terminado de hablar con Miranda y que se encontraba en su apartamento. Sin dudarlo bajé más que feliz por todo lo que tenía en mente.
Ni bien Chad me vio se lanzó a mis brazos y me besó, yo sin detenerlo acepte su beso que lo único que me hace sentir es una corriente que viaja por todo mi cuerpo y que no se detiene.
Aún no sé lo que Miranda y él han hablado. No quiero incomodarlo preguntándole como una celosa todo lo que ha hablado con Miranda pero la curiosidad me come viva y no dejo de preguntarme qué es lo que ellos han hablado.
El movimiento de Chad me distrae de mis pensamientos y sin darme cuenta tengo su mirada directamente en mí.
-¿En qué piensas? -me pregunta acariciandome la cabeza con los dedos.
-En nada... -respondo con una sonrisa nerviosa.
-Quieres saber que es lo que he hablado con Miranda, ¿verdad? -afirma y yo me separo un poco de él para cubrirme el rostro con las manos.
-No quiero que pienses que quiero entrometerme en tu vida y nada de eso, pero no has tocado el tema y de verdad la curiosidad me está matando... -contesto rápidamente y Chad se ríe por reacción.
-Eres todo un caso Allie Wilson -continua riéndose y me abraza por el cuello para acércame a él-. Miranda me contó todo lo qué pasó con Patrick. Me dijo lo infeliz que había sido a su lado y que se arrepentía por haberme dejado.
Yo me estaba debatiendo a duelo conmigo mismo para dejar que pudiera terminar alguna frase. Todo hubiera sido más sencillo si hubieras estado a mi lado -Chad me mira y yo le acaricio el rostro.
-Era lo mejor -pronuncio y Chad asiente.
-Miranda me pidió perdón una infinidad de veces y aunque me costó hacerlo... la perdoné.
Una sonrisa se asoma en mis labios y no puedo evitar besarlo. Sé lo difícil que ha sido para él todo esto. Mucha gente teme enfrentarse a su pasado y Chad lo ha hecho.
-Estoy muy orgullosa de ti -digo sobre sus labios-. Este es el nuevo inicio de tu vida, de tu nueva vida.
-Y todo gracias a ti -contesta-. Y la verdad es que no tengo ni puta idea de lo que he hecho para merecer el placer de haberte conocido.
No puedo contener las lágrimas. Tengo al hombre que amo frente a mí diciéndome todas esas palabras maravillosas. No me canso de demostrarle lo mucho que lo quiero y lo feliz que soy que él al fin este tranquilo consigo mismo.
Nuestro beso se intensifica, Chad empieza a bajar sus manos hasta mis pechos y mis manos recorren toda su perfecta espalda. Soy adicta a él, soy adicta a sus besos, sus caricias y sus...
El sonido de teléfono móvil nos regresa a tierra y me doy cuenta que es mi teléfono el que suena.
El nombre de Noah aparece en la pantalla y me levanto de la cama para contestar.
-Cariño ¿estás en casa? -pregunta Noah al otro lado del teléfono.
-No. He venido a ver a Lauren -miento; ahora último ese es mi rutina diaria, mentir a Noah y sentirme mal por eso.
-Si quieres paso a recogerte, acabo de salir de la empresa.
-No. No te preocupes, ve a casa, yo ya estoy de salida. Te veo ahí ¿está bien?
-Está bien cariño. Nos vemos. Te quiero.
-Y yo a ti -respondo cortante y cuelgo.
-Tu querido esposo no puede vivir sin ti ¿verdad? -dice Chad sarcástico.
Pongo los ojos en blanco sin evitar sonreír y empiezo a vestirme.

5 de Agosto, día del cumpleaños de Chad. No he hablado con él desde ayer para poder planear este día, este perfecto día.
La pantalla de mi móvil no deja de enseñarme el nombre de Chad. Y los mensajes que tengo de él son infinidades.
Llamo a Lauren para comenzar con la sorpresa. He querido que este día sea único para él así que he preparado algo tranquilo e íntimo pero especial.
Lauren tiene el objetivo de sacar a Chad de su apartamento por varias horas, así yo puedo ambientar el lugar para nuestra perfecta cita, nuestra segunda cita.
Ambiento el lugar con rosas rojas sobre su cama, el pasadizo y la sala. Coloco una mesa en el centro de la sala de estar y pongo las velas, los platos y un pequeño pastel que he hecho para él. Mis dotes para la repostería no son las mejores pero he hecho un esfuerzo por él.
Pasan dos horas y la ansiedad y nervios se apoderan de mi cuerpo. Lauren y Chad aún no vuelven.
¿Y si Chad prefiere quedarse fuera de su casa y no regresa hasta mañana? No... eso es imposible. No creo que lo haga. Tengo que sacar todo pensamiento negativo de mi cabeza.
Sin darme cuenta, la puerta principal se abre y veo a Chad con su casaca de cuero, sus pantalones  rasgados y una gorra de lana. Está tan perfecto como la vez que lo conocí.
-Sorpresa -digo nerviosa pero con una sonrisa.
Los ojos de Chad están abiertos como platos y su rostro delata su sorpresa.
-¡Feliz Cumpleaños! He querido prepararte algo muy especial pero a la vez intimo porque sé que no te gusta festejar tu cumpleaños como mereces así que no tuve mejor idea que... -los labios de Chad sobre los míos interrumpen mi discurso y no puedo hacer más que continuar con el beso.
Sé que está feliz, lo siento en la manera de como me mira mientras me besa, lo siento en sus labios y en como saborea cada beso, siento su corazón como palpita aceleradamente demostrándome la felicidad que hace tiempo no sentía.

Un Placer Haberte ConocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora